“La IA hubiera sido fundamental en el caso WikiLeaks”, esto es lo que los expertos le deparan al futuro del periodismo con la revolución de ChatGPT

Todos tememos que la inteligencia artificial nos quite el trabajo. Y los periodistas no somos una excepción.

La herramienta de OpenAI, ChatGPT, ha demostrado su capacidad para producir textos originales muy parecidos a los de cualquier humano, y, aunque todavía muy encorsetados, esbozan lo que realmente será en el futuro una verdadera amenaza para miles de puestos de trabajo en todos los sectores.

Lo más escalofriante es que la revolución solo acaba de empezar: Microsoft ya ha anunciado la llegada inminente de ChatGPT 4, una versión que puede convertir texto a vídeo, ampliando así las posibilidades de la inteligencia artificial. 

Puede que muchos agoreros del periodismo hayan encontrado en la revolución de ChatGPT la excusa perfecta para enterrar la profesión. Pero, según los expertos consultados por Business Insider España, lo más probable es que no se produzca tal sentencia. 

Mientras que nadie puede negar que el periodismo sufre desde hace años una importante crisis de credibilidad, no se puede aspirar que la inteligencia artificial sea mejor llevando a cabo el ejercicio informativo.

"El periodismo vive de personas y para personas", sentencia Elena Real, profesora de deontología y ética periodística de la Universidad Complutense de Madrid, mientras explica que la IA hubiera sido fundamental en el caso WikiLeaks para haber seguido "extrayendo información sensible que las redacciones abandonaron por inabarcable".

La revolución de la IA puede compararse, según los expertos, al miedo que se sintió cuando se inventó la televisión o cuando Spotify llegó amenazando la industria musical. Esta nueva tecnología "no va a destruir nada", asegura Igor Fernández, responsable de desarrollo de negocio corporativo en Protecmedia. 

Una de las IA más avanzadas para generar textos ha escrito parte de este artículo, que termina hablando sobre el fin de la humanidad: "Su futuro es incierto"

Una nueva revolución tecnológica más que implantar en las redacciones

Está intrínseco en el ser humano el temor al cambio. Por lo general, toda nueva gran tecnología ha venido acompañada de excitación y miedo a partes iguales, y la revolución de la IA no es diferente. 

Son muchos los que han avisado de que la inteligencia artificial no es la que sustituirá a los puestos de trabajo, sino que lo harán las personas que sepan utilizarla. En todo tipo de sectores, se ha empezado a probar ChatGPT y otras herramientas como Dall-E para agilizar el trabajo. 

"Tienes que aprender a trabajar con la herramienta en vez de temerla", explicaba Tony Dong, un escritor freelance en una entrevista para Business Insider. 

Ese es el gran cambio que depara el futuro con la IA: saber utilizarla. Porque "si no hay una revisión humana, no son nada fiables", explica Daniel Pinillos, experto en IA y cofundador de Keytrends. Es decir, siempre tiene que haber una persona que supervise y analice los resultados que devuelven las herramientas. 

Precisamente, la respuesta de ChatGPT a la pregunta que motivó este artículo está sorprendentemente en línea con la afirmación de Pinillos: "Aunque la tecnología Al puede cambiar la forma de hacer periodismo, es poco probable que sustituya por completo al elemento humano del periodismo. Las habilidades y perspectivas de los periodistas humanos seguirán siendo necesarias para ofrecer un periodismo preciso, fiable y significativo".

La IA no es capaz de sustituir la labor pública fundamental del periodismo

Según Elena Real, el problema no es la herramienta en sí, sino en cómo se utiliza. "Hay que poner el acento en la parte ética y deontológica de la profesión" porque los sesgos de la IA sin límites ponen sobre la mesa problemas que han existido siempre: la poca moral de los que inventan noticias falsas, los que publican información sin contrastar o los periodistas imparciales. 

Aunque muchos critican que su estilo es demasiado acartonado y sus sesgos discriminatorios, la herramienta es capaz de generar artículos publicables bajo unos estándares mínimos. Por eso, aunque ChatGPT se ha puesto de moda ahora, "la IA hace años que está dentro de las redacciones con generadores de contenidos automáticos", asegura Igor Fernández, especialmente los que se dedican a la información deportiva. 

Los expertos advierten del riesgo que supone ChatGPT y apuestan por alternativas de código abierto: "Mucho poder, en pocas manos, durante mucho tiempo, tiende a acabar mal"

Para el experto, el principal problema y el mayor riesgo está en aquellas personas que no quieran tomarse la molestia de hacer un buen periodismo, aquel que debe seguir contrastando la información y siendo veraz. 

La forma en la que los jóvenes se informan también supone un reto para la profesora de deontología y ética, puesto que la mayoría se informa principalmente por las redes sociales, especialmente TikTok. 

Es necesario que la ciudadanía siga manteniendo los estándares periodísticos y que lo que "esté hecho por una máquina lo rechacemos y lo que esté escrito por periodistas lo abracemos", apunta Pinillo.

Las herramientas de IA, pronostican los expertos, constituirá una herramienta para agilizar los trabajos de investigación, hacer borradores de noticias y reportajes y procesar grandes cantidades de datos. Más allá, "los periodistas deben dedicarse a hacer periodismo", afirma Pinillo.

Al igual que en otros gremios, los periodistas asumiremos las herramientas de la IA para mejorar nuestro trabajo y la eficacia con la que lo desarrollamos, del mismo modo que se implementó internet o se sumó a desarrolladores a las redacciones.