Los analistas apuestan a que la fiesta de las acciones de Repsol está acercándose al final por las dificultades del petróleo

El presidente de Repsol, Antonio Brufau (derecha).
El presidente de Repsol, Antonio Brufau (derecha).
  • La evolución de la petrolera española en los mercados dependerá en gran medida del recorrido que tome el crudo en los mercados, según señalan los analistas.
  • La previsión del volumen de crecimiento para el negocio upstream de Repsol hace que la compañía sea menos atractiva que otras del sector, según HSBC.
  • La mayoría de firmas de análisis ya descuenta que al valor no le quedan tantas subidas como las que ha plasmado hasta ahora, por la perspectiva a día de hoy del crudo.

Si hay una compañía que estuvo beneficiándose de la recuperación del crudo en los últimos tiempos esa ha sido Repsol. La petrolera consiguió revertir su complicada situación en bolsa llegando a superar los 16,6 euros por acción, tras haber vivido un auténtico calvario en el año 2016, cuando sus títulos cayeron a los 7,37 euros, justo cuando el Brent cotizaba por debajo de los 40 dólares. 

La recuperación llegó para la compañía sobre el parqué madrileño y eso se trasladó a sus cuentas, con un incremento estable de las principales partidas de su balance. Sin embargo, comenzó a verse frustrada una vez el precio del petróleo volvió a tender a la baja, hasta descender sobre los 55 dólares. De ahí a que la firma española haya llegado a perder en los últimos tiempos los 14 euros por título.

Guiado por un esquema bastante complejo en el panorama energético, la principal cuestión es qué se puede esperar en cuanto a la evolución del valor en los mercados a partir de ahora. Sobre todo, teniendo en cuenta que el ogro negro sigue inmerso en un mar de incertidumbres sobre la ejecución o no de un rebote consistente.

Las firmas de análisis lo tienen claro y están recortando el precio objetivo de la compañía. Entre ellas, HSBC reducía el precio objetivo de Repsol desde los 19 euros a los 17,7 euros por acción, puesto que ve a a la empresa como “una jugada defensiva dentro del sector si los precios del crudo permanecen bajos” y un título “menos atractivo que otros teniendo en cuenta su flojo volumen de crecimiento previsto para su negocio del upstream

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Por su parte, desde Berenberg también disminuyeron hasta los 18 euros por acción la meta para las acciones de la energética española, debido a que prevén que el precio del Brent oscilará sobre los 65 dólares en el presente ejercicio, en comparación con su estimación anterior de 82,5 dólares, por la mayor oferta esperada del segundo semestre del año pasado.

Asimismo, Morgan Stanley, reducía un 6% su valoración sobre el valor desde los 18,1 euros hasta los 17 euros por acción, mientras que Barclays también bajaba el precio objetivo desde los 19,5 hasta los 19 euros por acción. La previsión del consenso calcula un precio objetivo de 17,82 euros de media con perspectiva de compra. La moderación sobre sus expectativas ha sido la tónica habitual.

Los fundamentales se van enfriando

Desde el punto de vista financiero, la realidad es que Repsol ha conseguido dar con la tecla para ajustar sus previsiones a la realidad. De cara al futuro se prevé que se mantenga esa misma tendencia, aunque algo más lenta, según las cifras que estima el consenso de mercado. Se contemplan unos beneficios de 2.728 millones de euros para 2019 y 2.949 millones de euros para 2020

El precio/cash flow, eso sí, se prevé que puede ir descendiendo a medida que avance el calendario durante los dos próximos años e igualmente el volumen de ingresos puede desacelerarse, en el supuesto de que el comportamiento del petróleo vuelve a ser igual de negativo que en el segundo semestre de 2018. Por lo pronto, la inestabilidad, si se produce este esquema, podría desarrollarse los próximos meses.
 

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