Los acuerdos de Microsoft, Google y Amazon con startups de IA en la nube hacen saltar las alarmas contables en Silicon Valley por los "viajes de ida y vuelta" de los ingresos

Stephanie Palazzolo,
El CEO de Google Sundar Pichai (izquierda) y el CEO de Microsoft Satya Nadella (derecha).
El CEO de Google Sundar Pichai (izquierda) y el CEO de Microsoft Satya Nadella (derecha).

Getty Images

  • Las grandes empresas tecnológicas están invirtiendo en startups de inteligencia artificial a cambio de compromisos para utilizar sus servicios en la nube.
  • Algunos inversores se preguntan si estos acuerdos están impulsando artificialmente el crecimiento de los ingresos de la nube.
  • Las reglas contables tienen zonas grises, lo que hace difícil averiguar cómo se reconocen exactamente los ingresos.

Cuando Microsoft anunció una inversión multimillonaria en OpenAI a principios de este año, el acuerdo convirtió a Azure en el "proveedor exclusivo en la nube" del creador de ChatGPT.

Del mismo modo, poco después de la inversión de 300 millones de dólares de Google en Anthropic, rival de ChatGPT, a finales del año pasado, la startup de inteligencia artificial se comprometió a comprar a Google Cloud. Existe otro acuerdo en ciernes con características similares en el que participan Runway AI y una importante empresa de cloud computing

Y cuando Amazon Web Services se asoció con Hugging Face este año, el gigante de la nube se comprometió a poner las herramientas de la startup de IA a disposición de sus propios clientes, a cambio de convertirse en su "proveedor de nube preferido".

Este tipo de acuerdos son cada vez más habituales en el vertiginoso sector de la IA generativa. Todos comparten una estructura similar y un problema parecido: los inversores y analistas afirman que estas transacciones pueden exprimir el crecimiento de los ingresos a través de una práctica conocida como round tripping o "inversión de ida y vuelta", en la que el dinero sale a través de la inversión de la startup y vuelve directamente en forma de gasto en la nube. 

Este tipo de acuerdos quid pro quo existen desde hace décadas en el sector tecnológico. Pero últimamente están suscitando un mayor escrutinio porque podrían inflar artificialmente los ingresos de la nube, un motor clave del crecimiento de Microsoft, Google y Amazon, según Ted Mortonson, director gerente de la firma de servicios financieros Baird.

"Los inversores se preguntan qué parte del crecimiento de Azure procede de OpenAI y qué parte no", explica Mortonson a Business Insider. "Todo el mundo está realmente poniendo a prueba sus modelos porque necesitan entender cómo es el crecimiento orgánico".

Silicon Valley y la inteligencia artificial.

La cuestión fue la primera pregunta formulada durante la reciente conferencia de resultados de Microsoft, cuando Keith Weiss, de Morgan Stanley, abordó el tema. La directora financiera de Microsoft, Amy Hood, respondió que OpenAI se trata "como cualquier otro cliente que utilice" Azure, y que su gasto se reconoce como ingresos "como cualquier otro cliente que tenga una relación comercial con nosotros."

No está claro qué quiso decir Hood con esto. ¿Es OpenAI un cliente habitual de la nube que no recibe ningún tipo de inversión de Microsoft? O bien, ¿está OpenAI canalizando el dinero de Microsoft hacia Azure y el gigante del software está simplemente declarando esos ingresos en su totalidad de todos modos? Business Insider ha solicitado una aclaración a Microsoft y un portavoz ha respondido que no se han revelado los detalles del acuerdo con OpenAI y se ha remitido a la respuesta de Hood a Weiss. Business Insider volvió a preguntar y obtuvo la siguiente respuesta: "Cumplimos todos los requisitos GAAP (principios de contabilidad generalmente aceptados)".

Un portavoz de Google ha remitido a Business Insider a Anthropic para resolver dudas sobre los métodos contables de Google. Google también ha enviado a Business Insider un enlace a su último informe financiero anual 10-K, en el que no se menciona a Anthropic. El portavoz de Anthropic ha respondido lo siguiente: "Trabajamos con diversos proveedores de nube, incluidos Amazon y Google".

Por su parte, un portavoz de Amazon ha declarado que la empresa "cumple todas las normas y reglamentos contables y contabiliza adecuadamente todos sus ingresos y gastos".

Sácale jugo a tus propios números

Algunos de los inversores más destacados de Silicon Valley están confusos y preocupados por esta tendencia. El inversor de capital riesgo Bill Gurley, uno de los primeros inversores en Uber, Glassdoor y Zillow, preguntó en Twitter en febrero si a las empresas de la nube se les permite reconocer esos ingresos, cuando su inversión en efecto "requiere el uso boomerang del mismo dinero en sus servicios".

"¿No podrían exprimir [sus] propios números a lo grande?" , escribió Gurley.

Otros inversores no tardaron en intervenir. Mark Pols, que solía trabajar en operaciones de adquisición en Facebook y Amazon, escribió que este tipo de operaciones dispararían las "alarmas contables" cuando se produjera un gasto real por parte de la startup que recibe la inversión, aunque no existiera un requisito recíproco explícito de gasto.

Matt Garratt, socio general de USVP y exdirector de Salesforce Ventures, lo califica de "ida y vuelta". Dice que fue un "gran problema" en Salesforce Ventures, y que la empresa tenía "medidas de protección para evitarlo". Por ejemplo, no podía utilizar el dinero aportado por el capital riesgo como una herramienta quid pro quo, e incluso si lo hacían, Salesforce no podía reconocer ingresos hasta el importe de la inversión.

"De lo contrario, estás utilizando efectivo en el balance [para] generar ingresos artificialmente", tuiteó Garratt. "Incluso si existiera la percepción de round tripping (y fuera sólo coincidencia), el equipo de contabilidad no reconocería esos ingresos". Un portavoz de Salesforce no ha respondido a la solicitud de comentarios.

Los despidos están obligando a los trabajadores del sector tecnológico a enfrentarse a una dura realidad: el lugar de trabajo no es lo mismo que una familia.

Zonas grises

Las normas contables estadounidenses exigen que los ingresos se resten de cualquier contraprestación en efectivo o de otro tipo que el proveedor de servicios entregue al cliente, pero hay muchas zonas grises, según Patrick Badolato, profesor de contabilidad de la Universidad de Texas en Austin.

En el caso de Microsoft y OpenAI, la existencia de un quid pro quo explícito en el contrato sería importante. Por ejemplo, si el contrato dice específicamente que Microsoft invertirá en OpenAI "si y sólo si" OpenAI compra la misma cantidad de servicios en la nube de Azure, entonces, de acuerdo con las normas de contabilidad de Estados Unidos, "no se deben reconocer ingresos", explica Badolato a Business Insider.

Pero hay situaciones en las que se permite a los proveedores de servicios en la nube reconocer los ingresos, incluso cuando tengan acuerdos adicionales con los clientes, señala.

Esto ocurre cuando el acuerdo complementario tiene una sustancia económica "distinta" de la prestación del servicio específico al cliente, explica Badolato. Algunos ejemplos son la reventa de productos, la concesión de licencias o derechos para futuras compras, o el desarrollo de un activo en nombre del cliente, según el Consejo de Normas de Contabilidad Financiera de Estados Unidos. Microsoft ha creado varios productos nuevos, como su motor de búsqueda Bing y las aplicaciones de productividad de Office, utilizando la tecnología de OpenAI, por ejemplo.

Según Badolato, es probable que el problema esté relacionado con la sección "contraprestación a pagar a un cliente" de las normas contables estadounidenses. Esta sección establece que una empresa debe reducir sus ingresos por el importe pagado, que incluye dinero en efectivo, créditos por servicios o instrumentos de capital, a menos que el pago sea a cambio de un bien o servicio "distinto".

Si el acuerdo adicional es una transacción distinta, las empresas deben tener en cuenta el valor razonable de lo pagado y lo recibido para garantizar que no haya discrepancias en los ingresos reconocidos.

"La existencia de acuerdos adicionales requiere un mayor escrutinio, ya que un acuerdo adicional puede obligar o incentivar al cliente a participar en contratos que ayuden a inflar los ingresos reconocidos por el proveedor de servicios (por ejemplo, round tripping)", afirma Badolato en un correo electrónico.

Sam Altman.

Objetivo diferente

No todos los inversores se muestran escépticos ante estas transacciones. Algunos inversores de capital riesgo que han hablado con Business Insider afirman que los grandes proveedores de cloud computing se centran en ampliar el espacio de la IA generativa y apoyar a sus socios, no en exprimir los ingresos.

"No estoy de acuerdo con Bill [Gurley]", afirma Matt McIlwain, director gerente de Madrona Ventures. "Ninguno de estos acuerdos se centra en exprimir los ingresos. Se centran en alinear a los socios para crear empresas y ecosistemas de IA sostenibles".

Tomasz Tunguz, de Theory Ventures, dice a Business Insider que estas estructuras de acuerdos son bastante comunes en el sector tecnológico y que son "positivas para las startups". 

"Significa que hay una relación simbiótica entre la empresa de infraestructura y la aplicación", afirma Tunguz.

Ethan Kurzweil, socio de Bessemer Venture Partners, también afirma que las empresas de cloud computing no "maquillan" sus cifras con esta práctica, ya que existen determinados tratamientos contables sobre cómo reconocer este tipo de transacciones. Para Microsoft, el objetivo principal es "adelantarse a Google en algunos aspectos, al tiempo que posiciona a Azure como el principal proveedor de nube para estos nuevos modelos de IA", subraya.

Además, la capacidad de incentivar a las startups de IA con el acceso a una valiosa potencia de cálculo permite a las empresas de la nube pagar precios más altos por estas inversiones y competir contra las empresas de capital riesgo tradicionales, señala Talia Goldberg, socia de Bessemer.

También puede ser la única opción disponible para muchas startups, ya que el mercado de capital es relativamente estrecho, subraya Matt Murphy de Menlo Ventures. Para las grandes empresas tecnológicas, se trata de aprovechar una oportunidad que podría durar décadas, recalca.

"La realidad es que el capital estratégico ha sido el único modo de llenar el vacío de capital en el mercado para las empresas que están en sus inicios y necesitan recaudar cientos de millones de dólares", resume Murphy. "En este caso, el resultado es una innovación tecnológica masiva que debería durar varias décadas. Si eres un proveedor de servicios en la nube, en cierto modo estás proporcionando el capital inicial a corto plazo para que estas empresas modelo fundacionales despeguen."

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