Algunos pacientes con coronavirus están experimentando problemas mentales como delirios y falta de memoria: así han vivido la enfermedad varios afectados

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Crystal Cox/Business Insider
  • Un nuevo estudio ha revelado que el coronavirus podría causar daño cerebral en los supervivientes, incluso si su caso era relativamente leve.
  • No está claro cuánto durarán los síntomas o si el daño cerebral será permanente, pero algunos expertos temen que puedan provocar otra epidemia.
  • Los pacientes han descrito cómo el aparente efecto del virus en sus cerebros está afectando a su vida diaria, desde alucinar hasta olvidar palabras simples.
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Tres días después de que una paciente con coronavirus de 55 años fuera dada de alta en el hospital, leones y monos aparecieron en su casa, o al menos, eso creía.

La mujer, que no tenía antecedentes de enfermedad psiquiátrica, comenzó a ponerse y quitarse el abrigo repetidamente, ha comentado su esposo, y desarrolló una afección de salud mental que la llevó a creer que los clones posaban para ser personas que ella conocía.

Las experiencias extrañas y aterradoras son algunos de los muchos efectos cognitivos que están experimentando los afectados por coronavirus. Una nueva investigación sugiere que el daño cerebral causado por el COVID-19 puede ser el culpable.

En un estudio del pasado 8 de julio publicado en la revista Brain, los investigadores observaron a 43 pacientes con coronavirus, incluida la mujer con las alucinaciones de animales, que había sido tratada en un hospital de Londres.

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Descubrieron que algunos habían desarrollado inflamación en el cerebro y delirio, mientras que otros desarrollaron trastornos del sistema nervioso como el síndrome de Guillain-Barré que puede causar parálisis, y algunos accidentes cerebrovasculares muy graves, incluso si habían tenido síntomas del COVID-19 muy leves, ha explicado Aylin Woodward de Business Insider.

"Estamos viendo cosas nuevas con respecto a la forma en que el coronavirus afecta al cerebro que no habíamos visto antes con otros virus", cuenta a The Guardian Michael Zandi, uno de los coautores del nuevo estudio.

No está claro cuánto tiempo persistirán los síntomas, pero algunos expertos temen que para algunos sobrevivientes, algunos efectos puedan ser permanentes o incluso conducir a otra epidemia de daño cerebral. Así es como los síntomas cognitivos se manifiestan ahora en algunos pacientes.

Jessica Firger casi se quema la mano

Los síntomas de coronavirus de la periodista de salud Jessica Firger habían desaparecido durante semanas cuando, de repente, olvidó que había encendido el fuego de la cocina para calentar una tetera. Estuvo a punto de mover la tetera para agarrar la rejilla y limpiarla.

"Cuando pienso en lo cerca que estuve de quemarme la mano, mi cuerpo todavía tiembla", cuenta en Elemental.

Firger también se lavó las manos después de usar el baño, antes de darse cuenta de que no había usado el váter. Tampoco podía seguir las conversaciones por texto y rompió los huevos en el cartón en lugar de en un recipiente.

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Además, Firger explica que la resonancia magnética que le hicieron mostró algunas "anormalidades estructurales sutiles en ambos hipocampos". Su epilepsia es parte del lóbulo temporal, el área del cerebro asociada con la función de la memoria, en particular, la memoria declarativa.

Su médico le ha comentado que el virus causa un estado inflamatorio que puede dañar el cerebro, un órgano que no se cura rápidamente.

"Una vez que el virus desaparece, ese estado inflamatorio tarda un poco en irse. Además, también se necesita tiempo para recuperarse", cuenta a Firger el Dr. Siddhartha Nadkarni, profesor asistente de neurología y psiquiatría en la NYU Langone. "Cuando el cerebro está lesionado, a esas redes les toma más tiempo volver a conectarse y recuperarse".

Richard Quest tropieza con bordillos y cae sobre muebles

Richard Quest, editor general de negocios de la CNN, contrajo coronavirus a mediados de abril. Si bien se ha recuperado de algunos de los síntomas agudos, algunos están surgiendo nuevamente, y están apareciendo nuevos síntomas cognitivos.

"No soy la persona más amable, tampoco la más agraciada, pero mi torpeza está fuera de serie", ha escrito. "Si alcanzo un vaso o saco algo de un armario, lo romperé o lo dejaré caer al suelo. Un día me tropecé con la acera y salí volando. También me caigo sobre los muebles".

Quest también añade que experimenta una "leve confusión" y un ligero retraso al pensar en un pensamiento o una palabra.

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Los miembros de un grupo de Facebook para sobrevivientes han compartido déficits de memoria similares, pero mucho más pronunciados.

Una persona escribe acerca de no recordar haber metido su guitarra y amplificador en su coche, lo que provocó pánico y varios viajes innecesarios entre el trabajo y su casa antes de encontrarlos donde los había dejado.

Otros cuentan que han hecho cosas como conducir a tres tiendas diferentes seguidas por el mismo artículo, no poder nombrar la comida que están comiendo (recurrir a la "leche congelada", por ejemplo, cuando la palabra era "helado"), necesitando buscar sus propios códigos postales y no poder deletrear.

Una profesora en Florida no pudo resolver un problema de matemáticas de quinto de primaria

Los supervivientes de coronavirus comparten sus experiencias con delirio, niebla cerebral y problemas de memoria.

Danielle Theriault, una maestra ahora desempleada en Tampa que ha estado luchando contra los síntomas de COVID-19 desde el 18 de marzo, ha contado a Insider que sus síntomas cognitivos no aparecieron hasta aproximadamente dos meses después de enfermarse.

"Estaba dando clases en línea y hubo momentos en que no pude resolver un problema de matemáticas de quinto de primaria", explica. "Simplemente lo miré".

Más tarde, cuando en el médico le pidieron su número de la seguridad social, no pudo recordarlo. "Estaba completamente avergonzada y lo descarté, pensando que era solo un despiste".

Durante un tiempo, no confió en sí misma para conducir un coche, y todavía no lo hace sola por miedo.

Lo que la mantiene en marcha es el apoyo de otros "enfermos a largo plazo", o aquellos que han tenido síntomas durante más de 100 días, en grupos de Facebook. "He encontrado un muy buen amigo en todo esto", apunta Theriault a Insider. "Descubrí que vive en Florida muy cerca de mí. Hablamos todos los días durante horas. Nos reímos, lloramos".

Una mujer de la ciudad de Nueva York estaba convencida de que su esposo había muerto

La terapeuta ocupacional Alyssa Gartenberg estaba trabajando con una afectada por coronavirus en su protocolo de rehabilitación cuando la paciente estalló en llanto. Su esposo, cuenta la mujer, había muerto por COVID-19.

Gartenberg no tenía idea y se sintió muy mal. "Estaba histérica", explica la terapeuta, quien trabaja en Rusk Rehabilitation en NYU Langone Health, a Insider.

Pero después de la cita, se enteró de que el marido estaba vivo y bien.

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Había sido engañada por el delirio de su paciente, un efecto de haber estado en la UCI relativamente común, pero a menudo aterrador, que puede involucrar alucinaciones vívidas, desorientación, irritabilidad y una variedad de otros cambios cognitivos.

La condición parece estar consumiendo sobrevivientes de COVID-19, con un estudio que sugiere que hasta el 65% la experimenta, y un experto la califica por sí sola como una "epidemia".

"Pensé, si acabo de tener una enfermedad pulmonar, ¿Por qué estoy llorando? ¿Por qué no puedo pensar con claridad por más de cinco minutos?", se preguntan a menudo los pacientes que salen de cuidados intensivos, apunta doctor Craig Weinert, neumólogo y médico de cuidados críticos de la Universidad de Minnesota, a Business Insider. "Esa es la parte inesperada y, por lo tanto, particularmente molesta".

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