Los banqueros centrales se citan en Jackson Hole para definir la hoja de ruta para la recuperación: qué esperan los expertos de la cumbre económica del verano

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el de la FED de Nueva York, John Williams, a su llegada a Jackson Hole (EEUU).
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y el de la FED de Nueva York, John Williams, a su llegada a Jackson Hole (EEUU).

Reuters

  • En la edición de este año de la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole, que comienza este jueves, podrían anunciarse cambios en política monetaria, pero los expertos lo descartan debido a la incertidumbre sobre el coronavirus.
  • El presidente de la Reserva Federal de EEUU, Jerome Powell, participará por videoconferencia en el evento, al que no asistirán su homóloga del BCE, Christine Lagarde ni el gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey.
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Este jueves, el remoto valle de Jackson Hole, en el estado de Wyoming (EEUU), volverá a vestirse de largo para una nueva edición del foro anual de política monetaria que la Reserva Federal de Kansas City lleva celebrando en esta zona montañosa del Medio Oeste desde 1982 y que es la referencia económica más importante del verano.

Sin embargo, a pesar de que la zona se ha convertido en un cotizado refugio para segundas viviendas de ultrarricos y famosos como el músico Kanye West, la edición de este año volverá a estar deslucida, después de que el año pasado la pandemia de coronavirus obligase a celebrar el encuentro a través de videoconferencia.

Este año, la pandemia vuelve a jugar un papel predominante en Jackson Hole. Por un lado, ha motivado las ausencias de la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, y del gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, mientras que el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Jerome Powell, volverá a dirigirse por videoconferencia a los asistentes, segúnBloomberg.

Del mismo modo, el surgimiento de nuevas variantes del coronavirus en los últimos meses ha eliminado cualquier incertidumbre respecto a la retirada por parte de los principales bancos centrales de sus compras de deuda como estímulo ante el impacto macroeconómico de la pandemia, conocida como tapering, una posibilidad que mantiene en vilo a inversores de todo el mundo.

De hecho, el BCE anunció el mes pasado que mantendrá estable su paquete de compras de bonos por valor de 1,85 billones de euros y los tipos de interés en mínimos históricos mientras la economía de la eurozona se recupera de la pandemia, lo que da a entender que es poco probable que Jerome Powell vaya a anunciar el tapering cuando se dirija a los asistentes de Jackson Hole este viernes.

Qué esperan los inversores del encuentro de banqueros centrales de Jackson Hole

De hecho, los expertos de los principales fondos de inversión coinciden en descartar una retirada de estímulos por parte de la Reserva Federal de EEUU, aunque señalan que, aun así, la reunión abordará temas de calado y podría ofrecer pistas acerca del futuro inmediato de la política monetaria estadounidense e internacional en los próximos meses.

Así, desde Vontobel, su responsable de Bonos Corporativos, Mondher Batteib-Loriot, señala que el encuentro en Jackson Hole capta la atención de los mercados dado que ofrece claves sobre cómo actuará la Reserva Federal durante los próximos 12 meses. “Este año no será una excepción y la comunidad de inversores debería escuchar con atención”. 

No obstante, el directivo de Vontobel reconoce que el mercado no suele seguir esta pauta, lo que considera que genera volatilidad y oportunidades en los mercados. Además, augura que Powell será cauteloso en lo que respecta a la política de inflación que anunció en la edición del año pasado y prevé que los tipos de interés no varíen hasta “bien entrado el año 2022”.

Por ello, Batteib-Loriot prevé que el tapering se retrase hasta el año que viene para intentar asegurar la recuperación del mercado laboral en EEUU y para evitar “los riesgos a la baja asociados a la variante delta del coronavirus”, lo que prevé que refuerce la postura de la Fed y dé apoyo a los bonos gubernamentales y corporativos en un momento de elevado endeudamiento global.

Por su parte, Silvia dall’Angelo, economista senior de la gestora Federated Hermes, también se centra en los objetivos de inflación anunciados por el presidente de la Reserva Federal hace un año, que marcaron la anterior edición del encuentro de Jackson Hole, y prevé que el tema clave para los inversores en la reunión de este año sea el tapering.

“Es poco probable que la Fed proporcione mucha información nueva al respecto por el momento. Las recientes comunicaciones de la Fed, incluidas las actas de la reunión de julio, sugieren, en general, que el anuncio del tapering tendrá lugar en noviembre o diciembre”, asegura dall'Angelo.

En cambio, la economista de Federated Hermes afirma que este año la reunión de Jackson Hole servirá para estudiar temas como la puesta en marcha del dólar digital, en línea con los avances en este tema por parte del BCE, además de la estabilidad financiera, la creciente desigualdad y la inclusión de políticas climáticas en el mandato de la Fed.

Un momento poco apropiado para cambios drásticos de política monetaria

Mientras, Garrett Melson, gestor de carteras de inversión de Natixis IM Solutions, define a la edición de este año de Jackson Jole como un “anticlímax”, debido a que señala que muchos inversores preveían que Jerome Powell anunciase cambios de calado en su política monetaria y a que da por seguro que esas expectativas se verán defraudadas.

“En primer lugar, Jackson Hole rara vez ha sido un evento clave para el mercado. En segundo lugar, lo más importante es que Powell ha sido claro en que los planes de tapering se telegrafiarían con mucha antelación una vez que el Comité Federal de Mercado Abierto determinase que se ha hecho un progreso sustancial hacia sus objetivos de doble mandato”, destaca Melson.

El responsable de Natixis recalca que los miembros de la Reserva Federal no han dado a entender cambios en este encuentro, además de asegurar que es probable que el tapering no tenga consecuencias para los mercados. “Sólo importa en la medida en que los participantes en el mercado lo consideren importante”, añade, apuntando a una retirada anunciada y pausada de estímulos.

“Jackson Hole no es el momento apropiado para anunciar un cambio de política. A lo sumo es una oportunidad para orientar las expectativas del mercado hacia lo que probablemente será un anuncio de reducción de la política monetaria en los próximos meses”, afirma Chris Iggo, responsable de Core Investments de Axa IM.

Además, Chris Iggo coincide con Garret Melson en prever que el anuncio del tapering podría tener un efecto que califica de limitado, aunque señala que la clave para definir ese impacto estará en el volumen y los plazos de esa retirada de estímulos. A medio plazo, augura que cambiará el equilibrio entre oferta y demanda de bonos de EEUU, lo que estima que mejorará su rendimiento.

El responsable de Axa afirma que el BCE se enfrenta a una situación más grave que la de EEUU en cuanto a crecimiento, paro, inflación o producción, pero sigue rechazando cambios de política. “El debate en torno a la política fiscal en Alemania y otros estados miembros del norte de Europa sugiere que la política monetaria tendrá que seguir soportando el peso del estímulo económico”, señala.

Ante este panorama, Iggo considera que el encuentro se centrará otros temas más allá del tapering. “Podría utilizarse para describir en qué punto cree la Reserva Federal que se encuentra la economía estadounidense en cuanto a la recuperación del coronavirus, cuál es el pensamiento actualizado sobre la inflación y cuál debería ser la perspectiva adecuada para la política monetaria”, augura el experto.

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