El nuevo 'papel higiénico' de los restaurantes son las estufas calefactoras para las terrazas de los bares

Estufas terraza

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  • Las terrazas de los bares se llenan de estufas calefactoras para atraer a los clientes este invierno, ya que muchos dependen de la temporada de invierno para sobrevivir a este duro año.
  • La alta demanda ha llevado a muchos proveedores a agotar existencias y los empresarios tienen problemas para encontrarlas.
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Terrazas al completo en pleno invierno, pero con la comodidad del interior –ahora vacío por la limitación de aforos–. Trasladar la vida social al exterior parece ser la única solución para salvar uno de los sectores más afectados por la pandemia de coronavirus

Tras meses sin ingresos y las posteriores restricciones de aforo, los empresarios de la hostelería buscan maneras de afrontar la temporada. Para ello, apuestan por invertir en sus terrazas que, aunque el frío invierno esté a la vuelta de la esquina, se han vuelto esenciales para su supervivencia.

La mayoría de establecimientos tienen preparadas sus terrazas durante los meses de calor, pero no todos los locales estaban preparados para acoger a sus clientes en invierno debido al coste de adquirir estufas calefactoras y el consumo energético que generan. El frío hace que los clientes se decanten por los locales que cuenten con estas estufas –las socorridas mantas son cosa del pasado, ahora quieren sentirse como si estuviesen dentro del local y con la seguridad de que todo esté desinfectado–, por lo que la demanda se ha disparado. 

Los empresarios no pueden permitirse perder clientes ahora si quieren mantener el negocio a flote. Quien no pueda acondicionar su terraza encontrará obstáculos para sobrevivir. Y no sólo se requieren permisos, también inversión para acometer esa transformación.

Una inversión que no se sabe cuánto tardarán en amortizar ni si les servirá para el año que viene, pues la normativa cambia constantemente. Desde Caryse, una de las empresas españolas líderes en el sector de la biomasa, recuerdan a Business Insider España la inversión que hicieron muchos locales cuando se prohibió fumar en interiores. En este momento se permitió habilitar zonas para fumadores pero, al poco tiempo y tras reformar sus establecimientos, la ley cambió y este gasto no sirvió de nada.

BeBir, la app para localizar terrazas que han adoptado medidas seguras contra el COVID-19

Aunque exista esta incertidumbre, lo que los empresarios tienen claro es que necesitan los clientes ahora, y solo conseguirán atraerlos si disponen de estos aparatos. Consultados por este medio, algunos empresarios dicen ser conscientes de que algunos tipos de estufas no calientan lo suficiente y solo dan calor al cliente que está pegado a ella, pero son un reclamo.

Sin stock

Javier Magaz, de Ferrokey, enseña de ferreterías de Comafe (Cooperativa Madrileña de Ferreteros), señala a Business Insider España que desde principios de septiembre se ha producido un incremento en ventas de estufas de exterior del 70% sobre el mismo periodo del año pasado. "A mitad de campaña llevamos vendidas 1.600 estufas", afirma. Ahora, han aumentado el stock de las estufas de gas –las más vendidas y con un precio medio que ha subido a 250 euros–.

Magaz añade que las ventas se han paralizado en algunas regiones por el cierre de la hostelería. 

Desde la empresa Sillas Mesas, que se dedica a la venta online de mobiliario para hostelería, declaran a este medio que estas estufas llevan fuera de stock desde octubre, pero los clientes siguen demandándolas. "Otros años sí tendríamos producto para estas fechas, pero ahora todo está agotado. Incluso las de nuestros competidores", señalan.

No saben cuándo volverán a tener unidades –afirman que las estufas provienen del extranjero y eso no les asegura su disponibilidad– y el tiempo de espera puede alargarse. 

Desde la empresa Suministros Rober apuntan que, por esa razón, no pueden hacer previsiones de un día para otro y desde hace un mes tampoco pueden satisfacer la demanda. "Por mucha demanda que haya, no hay stock y no tenemos más que ofrecer. Al igual que con los hospitales, por más demanda que haya, este año todo se ha colapsado. No es normal", sostienen. 

El modelo más económico fue el primero en agotarse, mientras que de los más caros quedaba alguna existencia que tampoco duró mucho en almacén.

El apoyo de los ayuntamientos

Varios ayuntamientos han puesto en marcha un plan para apoyar al sector de la hostelería en esta campaña de invierno. 

En Zaragoza se ha facilitado la instalación de mobiliario y estufas en terrazas y veladores de la ciudad, lo que contribuye al incremento de la demanda.

En Madrid se han aprobado varias medidas de apoyo al sector, como la bonificación total de la tasa de terrazas, que explican que la capital haya pasado de tener de 5.000 a 7.000.

El Ayuntamiento de Madrid también ha simplificado los trámites para la instalación de estufas. Ahora, los locales que quieran contar con estos calefactores en sus espacios exteriores tienes que pedir un permiso y demostrar que son estufas homologadas, además de incluirlas en el seguro.

En ese proceso están en el restaurante Almadraba, en un barrio residencial de la capital, que espera poder colocarlas en cuanto reciban el aprobado.

Aunque una vez lo logren pueden toparse con los obstáculos que encontraron en El Café de la Ópera, en el centro de la ciudad, que tuvieron que acudir a Amazon porque no las conseguían a través de ningún otro proveedor, según reconocen a Business Insider España.

Otros, se conforman con lo que pueden. "Las compramos en Makro, pero solo quedaban las de exposición y ahora están agotadas en todas partes. Tenemos permiso para poner 4, pero cuando llegamos solo quedaban 2 y de distinto tipo", comentan desde el restaurante L'Algarabía. Ellos esperaron a tener dicho permiso para comprarlas, pero aseguran que muchos otros establecimientos las han instalado sin saber de este requerimiento. 

Críticas por la contaminación

Estas calefacciones a base de gas se están adueñando de las calles, pese a las críticas que ha cosechado su uso en otros momentos por su gasto energético que trae de cabeza a los ecologistas.

"Lo ideal sería no tener que utilizar ningún tipo de climatización exterior, ya que supone un gran desperdicio de energía y recursos. Pero en muchas ocasiones es necesario recurrir a ella", apuntan desde Kipin Energy.

"Poner una estufa de exterior es lo menos renovable. Nadie pondría un aire acondicionado de exterior en verano ni se plantearía hacer un viaje Madrid-Cádiz con un descapotable con la calefacción puesta", afirman desde Caryse. "Cada bombona de butano son unos 12,5 euros al día. Si pones 4, al mes son casi 1.500 euros tirados al aire porque no calientan nada", añaden.

Las estufas exteriores ya se prohibieron en otros países. El Ayuntamiento de Rennes se convirtió al comienzo de 2020 en la primera ciudad francesa en prohibir las calefacciones en las terrazas de bares y restaurantes. A lo largo del año, muchas otras ciudades anunciaron su intención de seguir esta prohibición que ahora ha caído en el olvido.

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