¿El agua con gas tiene los mismos beneficios para la salud que el agua normal?

amigos bebiendo agua con gas
  • El agua con gas es agua a la que se le ha añadido ácido carbónico lo que genera la sensación refrescante derivada de las burbujas.
  • Si bien hidrata igual que el agua normal y tiene otros beneficios, su contenido en gas hace que no recomendable para todo tipo de personas.
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El agua con gas parece unir lo mejor de los dos mundos: la hidratación del agua y la efervescencia de los refrescos.

Por lo que se antoja una bebida saludable. Una buena opción que escoger a la hora de decidirse a tomar algo sin comprometer la salud, pero menos "aburrido" que el agua del grifo.

El agua con gas es agua con anhídrido carbónico, lo que le da esas burbujas que chisporrotean en tu boca al beber y que producen ese característico sonido refrescante al desenroscar el tapón de la botella. Todo placer.

Al ser el agua su elemento principal los nutricionistas coinciden en señalar que hidrata lo mismo que el agua "normal". Pero ¿es igual de saludable?

Lo primero que debes saber es que existen distintos tipos.Por un lado están las que incorporan el ácido carbónico de manera natural, es decir, salen así del manantial, y las aguas carbonizadas de manera artificial, puntualiza la nutricionista  Ana Sánchez Morillas en Cuídate Plus.

También existen diferentes tipos en función de  la cantidad de gas añadido.

Así puedes encontrar “aguas efervescentes o aguas de aguja (para las aguas con gas de carbonatación más baja) y aguas con carbonatación ligera, clásica y gruesa”, añade.

Por último, existe variedad en el mineral utilizado: bicarbonatada (predomina bicarbonato), cálcicas, sódicas, cloruradas, etc.

Teniendo todo esto en cuenta, uno de los aspectos más relevantes es tener claro que una cosa es el agua con gas a las que solo se les ha añadido ácido carbónico y otra ciertas preparaciones tipo gaseosas, aguas de soda o aguas de seltz más similares a refrescos. En ese caso podrían llevar azúcares o edulcorantes añadidos, como señalan desde Maldita.es, por lo que dejarían de ser tan sanas.

Beneficios del agua con gas

Como se ha remarcado, tenga burbujas o no, ambos tipos hidratan igual. 

Por lo que si eres una de esas personas poco fanáticas del agua del grifo a la que le cuesta tomar la cantidad necesaria para el organismo, quizá las burbujas ayuden en ello.

También se suele decir que el agua con gas puede ser un aliado en la pérdida de peso. La razón, es que parece favorecer la sensación de saciedad, ya que el gas contribuye a la distensión del estómago. 

Aunque algunos estudios han señalado este efecto. Lo cierto es que tampoco existe demasiada evidencia al respecto.

Asimismo podría ayudar a tener mejores digestiones. Esto es así porque “al aportar ácido carbónico y juntarse con el ácido del estómago, se estimula la segregación de los jugos gástricos ayudando al proceso digestivo  y evitando digestiones pesadas”, señalan desde Cuídate Plus. 

Hay que tener en cuenta, sin embargo, que el agua con gas es más ácida a la boca que la del grifo. 

Como explica un artículo en The New York Times, el agua con burbujas contiene dióxido de carbono, que se convierte en ácido carbónico al mezclarse con la saliva, lo que reduce el nivel de pH de tu boca.

Las bebidas con un pH más bajo pueden ser erosivas para los dientes, haciéndolos más susceptibles a las caries. Sin embargo, de acuerdo a algunos estudios, el agua con gas no parece tan corrosiva para tu esmalte como puedan ser otras bebidas, tales como refrescos o zumos.

Aunque ten en cuenta que algunas marcas incluyen ingredientes como el ácido cítrico para dar sabor, lo que puede elevar el nivel de acidez. Si le pones rodajas de limón o lima tendrías un efecto similar.

Casos en los que no es recomendable tomar agua con gas

Uno de los inconvenientes obvios del agua con gas, es precisamente el gas. 

“Cuando te tragas la carbonatación, ésta tiene que salir por algún sitio, así que o bien se eructa o se pasa a través de la flatulencia”, comenta al medio estadounidense la nutricionista Courtney Schuchmann, especializada en salud gastrointestinal. “Si eres alguien que ya tiene problemas con los gases y la hinchazón, puede causarte más síntomas”.

La carbonatación también puede empeorar el reflujo ácido.

Este ocurre cuando el ácido encargado de iniciar la digestión en el estómago retrocede hasta el esófago, el cual conecta estómago y boca. Las consecuencias de esto son muy conocidas: esa sensación de quemazón o acidez entre el pecho, la boca y la garganta.

Es normal que el gas te haga eructar, lo que según el portal de Harvard, añade más ácido al esófago.

Además algunas evidencias científicas también apuntan a que relaja el esfínter esofágico lo que a su vez favorece el reflujo al escaparse el ácido del estómago.

Por lo que las personas con problemas en el tracto digestivo, de flatulencias o acidez estomacal no deberían tomar o al menos abusar de esta bebida. 

Dicho esto, dado que se trata de agua con una sensación refrescante derivada del gas, supone una opción mucho más que recomendable frente a los refrescos cargados de azúcar.

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