Estas son las 6 cosas que tienen en común las políticas activas de empleo como Francia, Alemania o Finlandia y que España debería aplicar, según la Airef

Dos personas entran en una oficina de empleo de Madrid
  • La Airef ha analizado las políticas activas de empleo de 5 de los países de la OCDE más eficaces en el terreno para proponer cambios que mejoren las de España.
  • En concreto, el organismo se ha centrado en el funcionamiento de los sistemas públicos de empleo de Alemania, Australia, Bélgica, Francia y Finlandia.
  • La Airef estima que en 2017 se gastaron hasta 6.500 millones de euros en políticas activas de empleo en España, aunque critica que hay "deficiencias" en el control de ese gasto y "amplio margen de mejora" en su eficacia.

Pese a que España ha conseguido reducir su tasa de paro respecto a los máximos históricos de 6,27 millones de desempleados que registraba la Encuesta de Población Activa del primer trimestre de 2013 hasta 3,3 millones en el primer trimestre de este año, todavía queda mucho por hacer en el terreno de las políticas activas de empleo.

Según revela la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal en la tercera edición de su Spending Review, "en 2017 se dedicaron entre 6.100 y 6.500 millones de euros a estas políticas". Sin embargo, el análisis de este organismo concluye que hay "un amplio margen de mejora en la gobernanza y la eficacia de estas políticas".

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Para llegar a esta conclusión, la Airef ha revisado el diseño estratégico, los costes que genera, los flujos financieros que reciben y su eficacia para conocer la situación real de las políticas activas de empleo. Además, para establecer posibles soluciones a los problemas de eficacia que detecta el estudio, la autoridad independiente toma como referencia las experiencias de otros países en este campo.

Mejorar el empleo a través de la experiencia internacional

Concretamente, la Airef ha identificado a Alemania, Australia, Bélgica, Francia y Finlandia como "países eficaces en el ámbito de las políticas activas de empleo" en los que identificar buenas prácticas. El criterio para seleccionarlos ha sido su elevado nivel de competitividad, la eficacia de sus políticas de empleo y la existencia de un contexto económico, sociodemográfico y laboral similar al de España.

Pese a esas similitudes, el estudio destaca que España gastaba de media 470 euros por demandante en 2016, un dato que la Airef señala que está "muy lejos del gasto medio de países analizados que se sitúa en 2.548 euros por desempleado".  

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Ante esa diferencia de gasto, el informe detecta otras diferencias respecto a sus consecuencias. Así, España cuenta con el mayor ratio de demandantes de empleo por funcionario público, la tasa de ocupación española es mucho más baja y la tasa de paro desestacionalizada ha crecido un 5% mientras en los otros países se ha reducido entre el 11% de Bélgica y el 50% de Alemania.

La Airef señala en el informe que "los países con un mayor grado de eficacia en la gestión de las políticas activas de empleo comparten" características comunes en 6 ámbitos concretos en los que el organismo determina que los servicios de empleo de España necesitan reformas

Estas son las 6 cosas que tienen en común las políticas activas de empleo de 5 países de la OCDE y que España debería aplicar, según la Airef.

Reformar las estructuras de los servicios de empleo

El estudio de la Airef afirma que "todos los países han abordado diversos procesos de reformas que han modificado estructuralmente sus sistemas nacionales de empleo con el objetivo de adaptarse a las necesidades del mercado nacional". Concretamente, critica en España la "falta de una visión compartida común" entre administraciones, que deriva en una "actuación menos coordinada de lo deseable".

Por ello, el documento afirma que los 5 países tomados como modelo se ha dotado de "mayor flexibilidad y dinamismo a través de una mayor descentralización de las competencias en el ámbito de las políticas activas de empleo". 

Además, apuesta por tender puentes con las empresas para que participen en la gestión de estas políticas y destaca que "los agentes sociales tienen un papel clave en la planificación estratégica de las políticas activas de empleo en todos los países analizados", especialmente en los sistemas de empleo de Bélgica y Francia.

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Planificar de abajo a arriba e integrar políticas laborales

Respecto a la organización a seguir en las políticas activas de empleo, la Airef apuesta por un cambio de modelo. Así, el estudio recomienda elaborar una nueva estrategia con un doble punto de vista: de abajo a arriba para garantizar "la implicación de los agentes con conocimiento territorial" y de arriba abajo para consolidar que esa estrategia está alineada.

En el primer caso, el organismo destaca que en los 5 países analizados "las entidades locales tienen autonomía para diseñar sus propios programas y servicios", lo que supone que son los niveles administrativos más cercanos al ciudadano los que empiezan el proceso y va ascendiendo hasta que el servicio público central unifica estas aportaciones desde una perspectiva global.

Para abordar esa alineación entre los distintos niveles territoriales de los sistemas de empleo, la Airef destaca que "todos los países han desarrollado también mecanismos de integración de las políticas activas de empleo con las políticas pasivas (prestaciones por desempleo) y las políticas sociales".

Crear perfiles de empleabilidad para cada demandante

Más allá del diseño de una estrategia concreta, las recomendaciones de la Airef se centran en optimizar la puesta en práctica de las políticas activas de empleo. Pese a que el informe reconoce que cada país ejecuta estas medidas de forma diferente, detecta que tienen en común la elaboración de perfiles de empleabilidad individualizados para cada demandante.

Esa segmentación se realiza como trámite de entrada en los sistemas de empleo de cada país, antes de que el demandante de empleo acceda a cualquier programa o servicio para asegurar la idoneidad de lo que se le ofrece. La autoridad destaca que el perfil permite analizar "el nivel de probabilidad de que un demandante de empleo permanezca en esa situación después de 12 meses en paro".

El estudio destaca que el sistema de perfilado australiano evalúa hasta 18 factores de la persona, mientras que el finlandés se centra en valorar el riesgo de entrar en un colectivo de vulnerabilidad laboral. Mientras, Francia apuesta por la formación continua tanto de empleados como de desempleados y Alemania opta por un modelo dual "que ha demostrado ser eficaz para impedir el desempleo juvenil".

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Mejorar la colaboración con los servicios de intermediación y formación

Trabajadores del centro de distribución de Amazon en El Prat de Llobregat.

En lo que respecta a la gestión, el estudio pone el acento en la colaboración con los agentes privados que ayudan a los sistemas públicos de empleo. En particular, asegura que la mayoría de los países analizados "han desarrollado fórmulas de colaboración con agentes externos en la ejecución de políticas activas de empleo, fundamentalmente en los servicios de intermediación y formación".

Este fenómeno ha provocado el desarrollo de herramientas digitales como Jobsearch y Mygov en Australia o al modelo de atención onmicanal que se ha desarrollado en Bélgica para garantizar la igualdad de trato y de servicio de todos los desempleados, cuenten o no con habilidades digitales.

Además, la Airef destaca que muchos países aplican además mecanismos de recompensa a esos agentes privados según su eficacia en la inserción laboral. Así, en Alemania los colaboradores privados solo cobran si el demandante consigue insertarse laboralmente, Australia aplica un modelo similar y en Bélgica cuentan con bonos de impacto social financiados de forma privada para recompensar a los proveedores.

Descentralizar los presupuestos para políticas activas de empleo

En cuanto a la financiación, el estudio señala que los servicios de empleo locales de la mayoría de los países analizados "pueden elaborar y gestionar su propio presupuesto anual de manera autónoma" para poder invertir de acuerdo a las necesidades de su entorno. En Finlandia, por ejemplo, las entidades locales emiten análisis de necesidades específicas que sirven de base para las actuaciones en su territorio.

Esta práctica no solo permite optimizar la financiación, sino que la Airef considera que podría suponer "la reducción de la ratio de demandantes de empleo por orientador", que en España alcanza niveles mucho más elevados que en los otros 5 países.

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Poner en marcha mecanismos para evaluar la efectividad de las políticas activas

Otra de las principales diferencias que detecta Airef respecto a Alemania, Australia, Bélgica, Francia y Finlandia es que "todos los países analizados han desarrollado modelos de evaluación de las políticas activas de empleo ex ante, durante y ex post, con el objetivo de analizar y mejorar las políticas ejecutadas".

Por ello, solicita la puesta en marcha de un sistema de control similar en España que permita estudiar la conveniencia de las medidas destinadas al mercado laboral antes de su aplicación, recoger datos que ayuden a conocer sus resultados durante su desarrollo y sacar conclusiones tras su puesta en marcha para corregir posibles deficiencias. Este estudio sería un primer paso para ello.

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