Alerta por incertidumbre: las previsiones económicas se complican ante un escenario de inflación elevada prolongada y aumento del coste de la deuda

Operarios fabricando un coche eléctrico de Volkswagen

Incertidumbre. Esa es la palabra más repetida al hablar de las perspectivas económicas para los próximos meses, tanto en España, como a nivel global. 

La pandemia del COVID-19 marcó el escenario económico de 2020 y 2021. Cuando tras acelerarse la vacunación parecía que 2022 sería el año de la recuperación económica, llegó la guerra de Ucrania. El panorama internacional, con una elevada presión al alza de los precios energéticos, ha disparado la inflación y se ha vuelto a complicar la cadena de suministros. 

En este contexto, la ministra de Economía y vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, reconocía que el escenario de inflación global durará más tiempo. 

"Tenemos que trabajar con un nuevo escenario de inflación más alta durante más tiempo a nivel internacional", dijo Calviño en la inauguración del seminario económico Sostenibilidad y recuperación: las palancas del cambio económico, organizado por la APIE junto con la Universidad Menéndez Pelayo y BBVA que se celebra estos días en Santander. 

A pesar de esta circunstancia, Calviño sacó pecho de las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo para mitigar los efectos la inflación y "amortiguar el alza de precios internacionales". La vicepresidenta hacía así referencia tanto a la bonificación del precio de la gasolina, como al tope de gas gracias a la "excepción ibérica". 

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La ralentización económica mundial complicará las previsiones previas de crecimiento y retrasará entrar en los niveles previos a la pandemia a 2023, frente a anteriores perspectivas más optimistas. Pese a ello, Calviño destacó que las previsiones para España estiman un crecimiento "sólido y relativamente superior a los países del entorno". 

En este aspecto, destacó que los principales organismos nacionales e internacionales auguran un crecimiento del PIB para este año, que se situará en la horquilla de entre el 4% y el 4,8%. 

El pacto de rentas

Este escenario de subida de precios también está marcando la negociación salarial. "No podemos admitir el criterio de indexar los salarios a la inflación", señaló el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, en el mismo encuentro al advertir del peligro de hacer esto y convertir una situación probablemente coyuntural en algo "estructural" y sería un "error". 

El presidente de los empresarios resalto que el pacto de rentas debe ir "mucho más lejos" del acuerdo nacional de los convenios, no es solo el acuerdo nacional de convenios (ANC). 

"Nosotros hubiéramos firmado las cantidades que los sindicatos han planteado. Pero cantidades fijas. La inflación no es una cantidad, es la inflación, que es diferente", ha explicado, justificando esta postura en evitar "efectos de segunda ronda" y hacer estructural esta subida de precios.

Por su parte, los sindicatos consideran que un pacto de rentas real debería incluir una cifra de revalorización salarial que hubiera efectiva ahora, junto con una cláusula de revisión salarial posterior, que evite que sean los trabajadores quienes salgan perdiendo en este momento de subida de precios. 

"Lo que evitaríamos con una cláusula de revisión salarial es que trasladar los incrementos de los precios a los salarios en este momento y que fuera algo que fuera efectivo a comienzos de años", ha señalado Pepe Álvarez, secretario general de UGT. 

"Nosotros lo vemos de la misma manera, las empresas ya están repercutiendo los incrementos de costes", ha señalado Unai Sordo, que ha destacado que el 46% de las 200 subclases del IPC están creciendo ya al 5% o más y que el 38% de ellas lo están haciendo al 6% o más 

La vuelta a la normalidad de los tipos de interés

Las decisiones del Banco Central Europe (BCE) serán otro de los aspectos que van a marcar el devenir económico de la zona del euro. Por el momento, el supervisor ha apuntado a una subida de 25 puntos básicos para julio y previsiblemente, otra similar en septiembre. 

Además, tras anunciar esta decisión el 9 de junio y ver cómo los mercados se ponían nerviosos al ver el final de los estímulos, el BCE volvió a reunirse de urgencia el 15 de junio para anunciar un mecanismo especial con el que tratar de frenar las dudas de los mercados.  

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Aunque Calviño llamaba a la tranquilidad respecto a la subida de los costes de financiación porque consideraba que España había hecho los deberes durante estos años de tipos negativos, la presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) se mostraba menos optimista. 

"Nuestra situación fiscal es insuficiente para estabilizar nuestros niveles de deuda pública", señalaba Cristina Herrero al apuntar que, aunque los datos estén mostrando una reducción del déficit y la deuda pública, esto se debe al crecimiento económico y no tanto a la adopción de medidas fiscales para reducir estas partidas. 

Este aumento del coste de la financiación del Estado en cifras, según advirtió Herrero, supondría de aquí a 2025 que el Presupuesto del Estado tenga que absorber 12.000 millones de euros más en gastos por intereses. 

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