La ciencia los avala: estos son los alimentos que realmente ayudan a prevenir el cáncer de colon

En España, el cáncer colorrectal es el tipo de cáncer más diagnosticado. En 2020, este afectó a cerca de 44.000 personas en tan sólo un año. También se coloca como el segundo que más muertes causa en nuestro país tras el de pulmón, — causante de un total 4.579 fallecimientos el pasado año—.

Entre los principales síntomas se encuentran la diarrea o estreñimiento, el sangrado rectal o en las heces, malestar abdominal persistente, pérdida de peso inexplicable o sensación de que tu intestino no se vacía por completo. 

En el cáncer de colon resulta clave la prevención, por ejemplo a través de revisiones, ya que en la mayoría de casos no suele tener manifestaciones físicas notables hasta que la enfermedad se encuentra en un estado muy avanzado.

Su desarrollo es un proceso de varios pasos que se extiende por más de 15 años, según afirman los especialistas, lo que brinda una oportunidad para la prevención y la detección temprana. Es más, las altas tasas de incidencia y mortalidad de esta enfermedad enfatizan la necesidad de estas acciones.

7 cosas que puedes hacer para prevenir el cáncer de colon

Una forma de reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon es a través de la adopción de un estilo de vida saludable. 

Cabe tener en cuenta que aproximadamente un 30% de las muertes por cáncer se deben a factores vinculados al estilo de vida, como lo son un índice de masa corporal elevado, un consumo insuficiente de frutas y verduras, falta de actividad física y la ingesta de tabaco y alcohol, como remarca la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sobre los que se puede actuar y modifcar.

Alimentos que la ciencia ha confirmado que pueden ayudar a prevenir el cáncer colorrectal

En este sentido el pasado año una investigación, recogida recientemente por Alimente,  analizó los elementos quimiopreventivos para el cáncer de colón. Es decir  la capacidad de ciertos medicamentos, vitaminas, suplementos y factores dietéticos que podían ayudar disminuir el riesgo de padecer esta enfermedad, aumentar la probabilidad de tenerla o no mostrar efectos sobre esta.

Los factores medicinales incluyeron: aspirina, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE), paracetamol y estatinas. Por su parte, los factores dietéticos incluyeron: café, té, pescado y ácidos grasos omega 3, productos lácteos, fibra, frutas y vegetales, carne y alcohol y vitaminas o suplementos (magnesio, calcio, ácido fólico, vitamina A, B, C, E, D, β-caroteno y selenio).

El estudio, publicado en la revista Gut, fue realizado por investigadores franceses y canadienses liderados por el profesor Marc Bardou del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (INSERM). Para este se llevó a cabo una revisión de un total de 80 metanálisis. 

9 formas sencillas de integrar las verduras en tu dieta para comer más sano

Los resultados obtenidos mostraron que el consumo frecuente de alcohol o carne podía vincularse a una mayor incidencia de cáncer de colon. 

No se encontró evidencia de un efecto protector para el té, el café,el  ajo, o el pescado, mientras que el nivel de evidencia fue moderado para la aspirina, β-caroteno y selenio.

Sin embargo los siguientes alimentos y nutrientes sí que fueron vinculados con un efecto protector frente al cáncer de colon y recto.

Magnesio

Los metanálisis de estudios observacionales analizados sugieren un efecto protector significativo del magnesio frente al cáncer de colon. 

El efecto se observó cuando se consumieron al menos 255 miligramos al día, el cual se relacionó con  un riesgo 23% menor en la incidencia de esta enfermedad.

Los frutos secos, las semillas, legumbres y las verduras de hoja verde son algunos de los alimentos con mayor contenido en este mineral.

En cuanto a la ingesta diaria recomendable de magnesio para los hombres de más de 18 años se sitúa en los  350 miligramos mientras que para las mujeres en los 300 miligramos.

Ácido fólico (Vitamina B9)

Un consumo elevado de ácido fólico se asoció con un riesgo de entre el 12% y 15% menor.

Las recomendaciones diarias para adultos de esta vitamina se colocan en los 400 miligramos, mientras que la cantidad de ácido fólico necesaria en embarazadas aumenta hasta los 600 miligramos al día.

Entre los alimentos aportan folatos al organismo están la soja, las espinacas, las habas y los guisantes o los espárragos. 

Lácteos

Según estudios observacionales analizados, el consumo de productos lácteos se asoció con una disminución del riesgo de cáncer de colon.

Este beneficio pareció estar relacionado con la dosis, y cualquier aumento de 400 gramos diarios se vinculó con una disminución de la incidencia de la enfermedad.

El efecto protector persistió cuando el análisis se restringió al consumo de leche, tanto para el cáncer colorrectal en general como para el cáncer de colon en particular. Pero estos resultados no se encontraron cuando se limitó al queso.

Fibra

La ingesta de fibra se relacionó con una reducción del riesgo de entre 22% y 43%.

Aunque la dosis diaria óptima y la duración dela ingesta no se pudieron definir debido a la heterogeneidad entre los estudios. No obstante alguno de ellos encontró que cada incremento de 10 gramos al día del consumo de cereales integrales se asoció con una reducción significativa del riesgo de cáncer colorrectal.

De acuerdo a las referencias marcadas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre el consumo de nutrientes, la ingesta de fibra en un adulto debe rondar los 25- 30 gramos diarios. Según la OMS, la clásica recomendación de 5 porciones de fruta y verduras al día (o 400 gramos) permite cubrir esta cantidad.

Frutas y verduras

En conjunto, el alto consumo de frutas y verduras se asoció con una disminución significativa del riesgo de cáncer colorrectal.

Así, el análisis determinó una dosis-efecto significativa contra esta enfermedad para cualquier ingesta incremental de frutas y verduras de 100 gramos diarios.

De manera concreta, un alto consumo de legumbres, coles y verduras crucíferas se asoció también con una disminución significativa del riesgo de este tipo de cáncer.

Soja

La investigación también encontró un efecto protector de la soja, aunque algo más modesto. 

El consumo de soja se asoció con una reducción de entre el 8% y el 15% del riesgo.