Alter Made, la firma rebelde y ecosostenible del imperio de Mango cierra su web en pleno Black Friday para luchar contra el consumo desmedido

En la imagen, Alejandra Mur, directora de Alter Made.
En la imagen, Alejandra Mur, directora de Alter Made.

Alter Made

  • Alter Made solo tiene 2 meses de vida y pertenece al conglomerado empresarial de Mango, pero sostiene que su propuesta de valor es diferente.
  • A fin de diferenciarse del sector ha decidido cerrar su web durante todo el Black Friday, ya que es una marca que lucha contra este tipo eventos.
  • "Ese día queremos que la gente haga otra cosa que no sea comprar. Vamos en el camino inverso al consumo desmedido", explica su directora, Alejandra Mur, a Business Insider España
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Alter Made nació como un marca textil hace apenas 2 meses, pero decir que solo es eso sería mentir. La firma no quiere ser una figura más en la industria de la moda, sino ser la constatación de que existe otra forma de entenderla.

A fin de distanciarse del sector, la enseña cerrará su web durante todo el Black Friday, que se celebra este 26 de noviembre y supone un importante pico de venta para todo el mercado textil.

La acción es tan anecdótica como arriesgada, y lo es porque llega cuando su única modelo de negocio es online y la plataforma para hacerlo lleva en funcionamiento tan solo 2 semanas. 

"La gente pensará que estamos locos, pero ese día queremos que la gente haga otra cosa que no sea comprar. Vamos en el camino inverso al consumo desmedido", explica la directora del proyecto Alejandra Mur a Business Insider España.

Fuera del marco promocional de noviembre, en la propuesta de valor de Alter Made no hay cabida para descuentos y tampoco lo habrá para las tradicionales rebajas. 

Pero pese a lo peculiar del proyecto, la ambición está y no impide que la quiniela del CEO de Mango, Toni Ruiz, sea que la enseña facture 25 millones de euros en 2024: "Cuidaremos mucho esto para que así sea", explica la directiva sin precisar mucho más. 

"La pandemia nos hizo parar y pensar"

Alter Made es, en parte, fruto de la metamorfosis de un equipo y, en especial, de su directiva. Alejandra era directora de compras en Mango y llevaba 15 años vinculada al grupo catalán de forma non stop. 

El germen del proyecto, como no podía ser de otra forma, lo trajo el COVID-19: "A mí la pandemia me ha cambiado, me ha hecho pensar y parar. He estado viviendo como nunca lo había hecho, y solo por el hecho de estar en casa". 

La directiva sostiene que, si la intención es brindar un marco a las generaciones futuras, hay que hacer algo con el hecho de cómo nos vestimos, al tiempo que apunta que "en momentos de crisis, hay que ver las oportunidades y era la oportunidad era esta".

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El equipo está formado por 16 personas. Provienen tanto del universo Mango como de fuera de él. Pero poco le importa a Mur de dónde proceden porque lo  "fundamental" es que todos comparten los mismos valores y la intención de hacer las cosas de otra manera.

No obstante, la directiva busca en sus palabras distanciarse de Mango. La marca sí forma parte de la Sociedad, pero sostiene que va por un camino distinto a la empresa catalana: "Somos independientes, no tenemos nada que ver. Somos una propuesta de valor diferente", recalca. 

De esta forma, Mur se desliga de las palabras del CEO de la multinacional en las que explicaba que Alter Made nacía con la vocación de ser un "laboratorio de sostenibilidad" para seguir mejorando todos los procesos de la empresa. 

Adiós a las colecciones y a la producción en China

En la imagen, una fábrica textil en China.
En la imagen, una fábrica textil en China.

La firma tiene previsto seguir una estrategia en producción de tiradas cortas con la premisa de minimizar el sobrante. En este sentido, suprimer lanzamiento está compuesto por un total de 120 prendas.

Ante la pregunta de si la hoja de ruta pasa por desterrar las grandes colecciones, la directiva sostiene que, directamente, el concepto "colección" no tiene hueco en Alter Made.

"Nosotros no hacemos colecciones, hacemos prendas que duren mucho, que sean fáciles de conservar y queremos cuidarlas: nosotros y la gente que las compra", explica.

De esta forma, Mur critica el que no se ponga en valor todo el trabajo que hay detrás de una prenda: "Hay familias, hay tiempo, dedicación y esfuerzo, todo eso no se mira, así que nosotros hemos decidido salir de esa rueda", apunta.

Bajo esta premisa, la empresa tiene claro que China no tiene cabida. Otro motivo más que le distingue de Mango, quien dispone de 1.106 fábricas, y de las que 266 —la mayor proporción—, están en suelo chino, de acuerdo a su última memoria anual.

En Alter Made la ropa se produce en Turquía, donde solo harán denim por su enorme dominio en ello, y en Europa, con el foco puesto en Italia, Portugal y, por supuesto, España. 

Mur reconoce que el Viejo Continente siempre ha sido un polo industrial, y en su deseo –y también cometido–está el que vuelva a serlo.

Pone como ejemplo a la manufactura catalana: "A nivel textil era muy fuerte y eso se ha perdido", lamenta. "Así que en nuestro pensamiento solo está el porqué no podemos hacer que esa industria vuelva a recuperar su brillo". 

Eso sí, no tienen prisa ante cualquier cometido que se propongan. Como explica la directiva: "Alter Made busca hacer las cosas mejor, pero también de forma distinta: más tranquila, más pausada y, sobre todo, más consciente".

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