Alternativas a los estropajos de toda la vida que son más higiénicas y sostenibles
- Los estropajos no son objetos de usar y tirar, a pesar de que en ellos se acumula con facilidad toda clase de gérmenes. Apuesta por productos antibacterianos y sostenibles
- Debes limpiar los estropajos una vez a la semana dejándolos en agua con lejía unos minutos
- Los estropajos tradicionales están compuestos de plásticos que llegan al mar
- En tu encimera hay más más microorganismos que en la taza del váter
La cocina alberga más microbios que el baño. La encimera puede estar más sucia que el WC. Sin embargo, renovar constantemente los estropajos no es la solución.
La Organización de Consumidores y Usuarios aconseja limpiar con productos que puedas esterilizar al menos una vez a la semana.
Según la OCU, el mejor método para desinfectar estos productos es dejarlos en remojo durante unos minutos en una mezcla de agua con un 10% de lejía.
No solo debes limpiar tu casa: también tienes que cooperar en que el planeta esté limpio. Precisamente, los estropajos tradicionales no son muy ecológicos.
Están elaborados con elementos plásticos que acaban en el mar convertidos en microplásticos.
Estropajos de lufta
La lufta es un filamento vegetal que se usa también para hacer esponjas exfoliantes: son fibras que provienen de la calabaza, completamente biodegradables.
Puede sustituir al tradicional estropajo de níquel (o el Nanas, como se le conoce comercialmente) de una manera eficaz y ecológica.
Viene en un pack de 8 y ocupan muy poco espacio: con el agua se expanden y las fibras se suavizan.
Estropajos de silicona
Están hechos de gel de silíceo (válido para el uso alimentario). Las cerdas son suaves, no rayan ninguna superficie, pero eficaces. Incluso lo puedes usar para lavar la fruta.
Este material no absorbe el agua: así es fácil de higienizar después de cada uso (lo puedes meter directamente en el lavavajillas).
Cuenta con un gancho para que lo cuelgues y se seque sin estar en contacto con ninguna superficie. En el pack vienen 4 unidades: tienen un diámetro de 10 centímetros y apenas pesan 16 gramos cada una.
Bayeta sueca
No hay ninguna gurú del orden que no salga en Instagram ondeando estos paños ecológicos "made in Suecia".
Olvídate del papel de la cocina para limpiar las superficies: esta bayeta equivaldría a nada menos que 25 rollos y, según aseguran, absorbe hasta 15 veces su peso.
Está compuesta por algodón ecológico y celulosa, que evita la proliferación de bacterias y retrasa la formación de malos olores. La puedes meter en la lavadora hasta 50 veces.
Cepillo eco sponger
Este cepillo está realizado en madera y tiene varios cabezales intercambiables realizadas con distintas fibras naturales de diversa dureza.
Así, podrás elegir la que más te conviene y, cuando se gasten, comprar más repuestos sin tener que tirar el cepillo.
En el pack también se incluye una esponja de luffa, que, según aseguran, “puede usarse durante siglos”.
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