Investigadores descubren un ámbar que contiene el cráneo del dinosaurio más pequeño jamás visto

Ámbar con dinosaurio
  • En algunos casos, el ámbar contiene restos de organismos fosilizados en su interior que sirven para obtener información sobre las especies que habitaron la Tierra en el pasado.
  • Un equipo de investigadores ha descubierto en una muestra el dinosaurio más pequeño de la era mesozoica conocido hasta el momento.
  • Los restos señalan que el animal era diurno y se alimentaba de insectos principalmente.
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Un ámbar es una sustancia transparente de color caramelo que, en algunos casos, contiene restos de organismos fosilizados en su interior. A día de hoy sirven para obtener más información sobre las especies que habitaron la Tierra en el pasado.

El hallazgo de esta nueva muestra en el norte de Birmania ha abierto la posibilidad de que se haya descubierto una nueva especie de dinosaurio, concretamente, el más pequeño de la era mesozoica conocido hasta el momento.

Representación del Oculudentavis.
Representación del Oculudentavis.

El cráneo de lo que parece un ave del tamaño de un colibrí abeja quedó atrapado hace 99 millones de años en la resina. El estudio, publicado en la revista Nature, ha establecido que los restos encontrados de este ejemplar son de tan solo 7,1 milímetros de longitud.

"El cráneo pertenecía a un pájaro muy primitivo", ha explicado Luis M. Chiappe, investigador en el Museo de Historia Natural de Los Ángeles (EEUU) a SINC. "Como las aves son dinosaurios, el nuevo fósil ha sido interpretado como un pájaro y un dinosaurio".

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El Oculudentavis, como se le ha llamado científicamente, posee ciertas características que ofrecen información sobre el estilo de vida de la especie. La forma de su cuenca ocular parecida a la del ojo de un lagarto, estrecha y selectiva con la luz, indica que este pequeño dinosaurio era un animal diurno, según ha recogido National Geographic.

La presencia de aproximadamente 29 o 30 dientes afilados en su mandíbula, según los investigadores del estudio, apuntan a que el ave era depredadora y se alimentaba de pequeños artrópodos o invertebrados. Este hecho ha creado ciertas incógnitas respecto a la evolución de los dinosaurios y las aves.

Gran parte de la comunidad científica cree ahora que las aves forman parte del grupo de los terópodos, en el que están incluidos dinosaurios como los tiranosaurios y espinosaurios, según ha recogido The New York Times en un artículo. Los paleontólogos habían asumido que las aves habían evolucionado lejos de otros dinosaurios todo este tiempo. El descubrimiento ha demostrado que la evolución va en todas las direcciones posibles.

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