La propuesta de Consumo de regular las 'loot boxes' enfurece a la patronal del videojuego, pero varios expertos creen que es un paso en la buena dirección

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, durante una rueda de prensa en La Moncloa.
El ministro de Consumo, Alberto Garzón, durante una rueda de prensa en La Moncloa.

Foto: Pool Moncloa/Fernando Calvo

Ha empezado la cuenta atrás. El Gobierno, a través del Ministerio de Consumo liderado por el ministro Alberto Garzón, ha dado continuidad este viernes a la hoja de ruta prevista para la regulación de las cajas botín de los videojuegos, también conocidas como loot boxes.

Aunque pueden adquirir infinidad de formas, el funcionamiento de estas es siempre el mismo: a cambio de una cantidad que no suele ser muy alta, el jugador adquiere una caja o un sobre sorpresa con elementos que le permiten cambiar su aspecto o mejorar su rendimiento en el videojuego en cuestión.

Ninguno de ellos sabe lo que contiene cada cofre o sobre, con lo que queda siempre en manos del azar que puedan conseguir el futbolista, el arma o la mejora que desean.

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A ojos del Ministerio de Consumo, se trata de un mecanismo demasiado parecido al que pueden tener, por ejemplo, las máquinas tragaperras o los juegos de azar de los casinos: a cambio de dinero, uno hace girar la bola con la esperanza de que esta caiga donde se desea.

Por ello, tras atender a un periodo de consultas abierto el pasado mes de junio, este viernes el Ministerio ha presentado un anteproyecto de ley que, entre otras muchas medidas, prohíbe a los menores de edad el acceso a estas loot boxes.

Esta da inicio a un periodo de aportaciones que concluirá el próximo 20 de julio. Concluido este, el anteproyecto pasará a Consejo de Ministros, desde donde, tras su aprobación, iniciará el trámite parlamentario.

Como respuesta, la Asociación Española del Videojuego, la patronal más importante del sector a nivel nacional, se ha mostrado este viernes algo más que contrariada ante lo que, juzga, es un Ministerio de Consumo que se está extralimitando en sus funciones.

No ha sido sorprendente: hace un mes, la mera idea ya despertó el enérgico rechazo de la AEVI a la regulación de las loot boxes.

"El anteproyecto de Ley confirma la preocupación que viene manifestando AEVI durante los últimos meses de que se abordara una regulación de las cajas botín, por mucho que el Ministerio se empeñe en negarlo, desde la perspectiva de los juegos de azar", empieza el escrito.

"Esta forma de proceder, única en Europa, supone una extralimitación competencial del regulador del juego de ámbito estatal a una actividad, la de los videojuegos, que nada tiene que ver con aquella, atribuyéndose competencias de control y supervisión que corresponden a otros Ministerios y organismos".

La patronal recuerda además que el anteproyecto, compuesto por 18 artículos y acompañado de una memoria de 40 páginas, se ha presentado cuando no han pasado ni 20 días desde que terminó el plazo para presentar aportaciones. 

Sugiere, por tanto, que hace ya tiempo que el ministro Garzón sabe lo que quiere hacer con las cajas botín de los videojuegos.

Por otro lado, la asociación considera que el anteproyecto rompe el mercado único europeo, lo que puede perjudicar a unos usuarios españoles que, temen, pueden ver cómo ciertos títulos dejan de llegar al país.

"La AEVI se encuentra ya trabajando en las alegaciones que presentará al texto publicado y está en contacto con sus homólogos europeos para coordinar su respuesta no solo a nivel nacional, sino también ante la Comisión Europea, a la que deberá remitirse el proyecto para su valoración al amparo de la Directiva (UE) 2015/1535", concluye la patronal.

No todo el mundo ha visto el anteproyecto con tan malos ojos. Jorge Fernández Flores, director del proyecto Pantallas Amigas, una entidad que promueve desde 2004 el uso seguro y responsable de internet, especialmente entre los menores, encuentra que se trata de algo necesario.

"Está claro que había que regular las cajas botín de alguna manera. Estos mecanismos no son muy distintos de jugar a la lotería: pagas un dinero y puedes obtener más o menos. Fuera de un videojuego, nos alertaría ver a un menor participando en algo con esta dinámica", explica Fernández.

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Este subraya además el peligro que puede tener para los menores el que, en mitad de un entorno lúdico en el que se están divirtiendo, se propongan estas dinámicas como algo que añade todavía más diversión. "El azar ha estado siempre ligado al juego. En el parchís, por ejemplo, uno empieza tirando los dados. El problema es juntar juego, azar y dinero, especialmente entre los menores".

También considera el anteproyecto de ley un interesante paso Antonio Flores Ledesma, un investigador universitario que lleva años estudiando los vínculos existentes entre videojuegos e ideología. "No estoy de acuerdo con quienes dicen que se trata solo de una reforma estética. Creo que es un paso importante, aunque también habrá que ver cómo va funcionando", explica a Business Insider España.

Sobre el papel, comenta, el anteproyecto de ley entra dentro de los márgenes de lo que cabía esperar, aunque le ofrece dudas en algunas cuestiones clave.

"No tengo muy claro cómo van a asegurarse de que los menores no accedan a este tipo de mecanismos. Se habla sobre todo de que hará falta introducir el DNI, pero hoy ya existen barreras parecidas que no están sirviendo. Por ejemplo, para comprar en un videojuego hay que introducir una tarjeta de crédito, y se supone que los menores de edad no pueden tener".

Finalmente, opina Flores, todo dependerá de lo útil que sea la ley: "Se podría ser más duro, igual que con las casas de apuestas. Deberá demostrar que es útil para resolver algunos problemas. A partir de ahí, habrá que añadir más mecanismos de control".

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