He teletrabajado desde 15 países diferentes: esto es lo que he aprendido y lo que no volvería a hacer

Este artículo se basa en una conversación con Rhiannon Cook, de 34 años, sobre su experiencia como nómada digital en el extranjero.

Recientemente ha vivido durante un mes en Santa Fiora (Italia), una ciudad de 2.600 habitantes, gracias a un programa de nómadas digitales llamado Kino, cuyo objetivo es llevar trabajadores a distancia a ciudades "fuera del radar para la mayoría de la gente". 

Además de en Italia, en los últimos 5 años Cook ha trabajado en Kenia, Tailandia y otros 12 países. Nos cuenta cuáles son sus zonas horarias preferidas, las necesidades de su espacio de trabajo y otras lecciones que ha aprendido viviendo como nómada.

La conversación ha sido editada para mejor extensión y claridad.

He trabajado en marketing durante toda mi carrera. En 2018, trabajaba para una agencia de publicidad en Pittsburgh; mis clientes estaban en Atlanta. Volaba a Atlanta 2 veces al mes para reunirme con ellos. La mitad de las veces, el cliente no aparecía porque el tráfico era muy malo. Así que volaba de ida y vuelta el mismo día, y la reunión seguía siendo virtual. 

Intenté convencer a mi agencia de que me dejara trabajar a distancia, pero el departamento legal no me lo permitió. Así que les dije que lo dejaba.

En aquel momento, las startups eran el único tipo de empresa que encontré abierta al trabajo totalmente remoto. En general, las startups no invierten capital en oficinas, así que no hay ninguna en la que trabajar. Cuando le comenté a mi primera startup que quería trabajar a distancia desde fuera de EEUU, sólo querían saber si afectaba a cómo se pagan los impuestos y a todo lo relacionado con las nóminas. No afectaba, así que todo iba bien. 

Preguntaba a las startups a cuyos puestos me presentaba: "Pone a distancia. ¿Lo decís en serio? Genial, porque estoy en Asia'.

A menudo elijo programas para nómadas digitales antes que descubrir nuevas ciudades por mi cuenta

Me siento muy cómoda yendo a otros sitios sola o con otra persona y explorando el lugar a mi aire. Pero cuando haces eso durante 6 meses, llegas a un lugar donde simplemente te encantaría tener algunas personas con las que puedas trabajar durante el día y tal vez cenar por la noche.

Cuando comencé a hacer esto en 2018, el teletrabajo no era tan común como lo es ahora. No conocía a nadie más que tuviera esta vida, así que comencé con un programa para ayudar a cuidar la logística y quitarme eso de encima.

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Ahora, como hay más gente que tiene acceso a esta vida gracias al trabajo a distancia, han surgido varias empresas que se dedican exactamente a esto. He hecho muchos programas nómadas diferentes, tanto antes como después de la pandemia. 

He trabajado a distancia en Croacia, Bosnia, República Checa, Portugal, Marruecos, Vietnam, Malasia, Singapur, Taiwán, Tailandia, Laos, Japón, Chile, Perú, Colombia, Kenia, Ruanda, México, Hungría, Irlanda e Irlanda del Norte, Holanda, Dinamarca, Alemania, España, Francia e Italia.

Creo que no me he dejado ninguno, pero es muy posible que sí.

Hice Kenia, México, Colombia, Perú, Chile, Vietnam, Tailandia, Malasia, República Checa, Portugal e Italia con un programa, el resto fueron viajes en solitario o en grupo con amigos.

Ahora estos programas suelen costar entre 2.000 y 3.800 dólares (entre 1.836 y 3.490 euros) al mes. Cuando yo los hacía más, costaban unos 1.850 dólares (1.700 euros) con vuelos incluidos, así que tenía sentido desde el punto de vista económico. Los precios de ahora significan que mucha gente tiene sueldos de técnicos estadounidenses y vienen de las grandes ciudades caras.

Hace poco pasé un mes en Italia con uno de estos programas.

Estuve en Santa Fiora durante todo el mes de octubre de 2022, a través de un programa organizado por una empresa llamada Kino. 

Sentían verdadera pasión por estas pequeñas comunidades de Italia. Es difícil acceder a esos lugares cuando eres un nómada en la carretera o un viajero solo. Es difícil sentir que encajas. 

Éramos unas 15 personas, lo que fue estupendo, porque otros programas para nómadas tenían grupos más grandes. Eso me abrumaría por completo. Llegué a conocer a la gente lo suficiente como para entablar y mantener amistades.

Todo el mes costó 850 dólares (780 euros). Eso incluía algunas experiencias y algunas otras cosas, pero sobre todo un espacio para de coworking así como mi casa. Tenía mi propia cabaña en el bosque, fue fantástico.

Una de las actividades incluidas era contratar a un chófer para que nos llevara a Siena, que es una de las ciudades grandes más cercanas. Luego, los 2 fundadores de Kino nos hicieron una visita guiada. Estuvimos un día entero y estaba todo incluido excepto la comida.

Un consejo para otros nómadas digitales

Algunos de los programas que he probado, aunque no todos, están diseñados para tener el máximo atractivo en las redes sociales. 

Lo he visto reflejado en programas que crean sus propios espacios de trabajo y los diseñan para que parezcan bonitos, pero nadie de los que los han diseñado ha trabajado realmente en ellos. Piensa en espacios de trabajo con sillas que no tienen respaldo, sillones en el suelo o columpios.

Son muy bonitos, y seguro que hay gente de veintipocos que puede hacer que funcionen. Pero yo tengo unos 30 años y necesito apoyo lumbar. La gente con la que viajo tiene soportes para portátiles, ratones y teclados externos y, a veces, 2 pantallas. Si nos presentamos y tienen mesas de café con sillones, les pido que me devuelvan el dinero.

Además, hay muchas empresas que construyen complejos turísticos de larga duración en los que solo hablas con otros nómadas. No te integras realmente en las comunidades locales. No parece un viaje.

Viajaría más despacio si pudiera volver a hacerlo

Cuando empecé, no estaba segura de cuánto tiempo podría hacerlo. Ahora que sé que el trabajo a distancia es siempre una posibilidad, no tengo tanta prisa por recorrer un lugar en 4 semanas como al principio. 

A lo mejor 4 semanas puede parecer mucho, pero recuerda que trabajas a tiempo completo, intentas mantener rutinas saludables y tienes que lidiar con la vida. Para mí, como nómada, 4 semanas son como 5 días para alguien de vacaciones.

Personalmente, probablemente no volvería a hacer Asia mientras trabajo. Lo hice durante 5 meses. Fue muy duro porque tenía que levantarme a las 4 de la mañana para atender llamadas al final del día en la costa oeste. Luego trabajaba hasta mediodía e intentaba tener el resto del día para mí. 

Me gusta la idea de ir por delante. Trabajo de 5 a 6 horas ininterrumpidas mientras los demás duermen. Es un tiempo muy productivo porque puedo hacer cosas en lugar de que me molesten.

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Dejé de ser nómada el año pasado, aunque viajé durante 6 meses. 

Llevo 2 años viviendo en Ciudad de México. Mi apartamento está aquí, estoy obteniendo la residencia, mis amigos están aquí. 

Pero sigo viajando unos 3 meses al año.

Vuelvo a tener muebles. Mi vestuario no se basa en lo que me cabe en una maleta. Ya no quiero vivir así. 

Me encantó poder haber vivido así durante 4 años. Fue un regalo increíble. 

Pude ir a muchos sitios, pero al cabo de un tiempo me di cuenta de que mi curiosidad por otros lugares era cada vez menos interesante, y lo que realmente ansiaba eran almohadas y sábanas consistentes en las que pudiera invertir.