Amazon logra luz verde para lanzar 3.236 satélites que transmitirán Internet en un proyecto de 10.000 millones de dólares que competiría con la red Starlink de SpaceX

Amazon acaba de obtener una gran aprobación de la FCC para lanzar 3.236 satélites de Internet Kuiper, un proyecto de 10 mil millones de dólares que competiría con la red Starlink emergente de SpaceX
  • Amazon quiere lanzar 3.236 satélites que transmitan Internet con un plan llamado 'Proyecto Kuiper', que competiría directamente con la creciente flota de naves espaciales Starlink de SpaceX.
  • A pesar de la acalorada competencia, Amazon ha logrado derrotar a sus rivales, que habían mostrado su oposición, y obtener la aprobación de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de EEUU para desplegar Kuiper en el espacio.
  • El proyecto Starlink de SpaceX parece ir años por adelante del Kuiper de Amazon, ya que ya ha lanzado cientos de satélites y comenzó un programa de prueba beta para los consumidores.
  • Sin embargo, Amazon se ha comprometido a invertir "más de 10.000 millones de dólares", lo que equivale a unos 8.700 millones de euros, para implementar Kuiper y cubrir la Tierra con satélites que permitan el acceso a la web a precios asequibles.
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Amazon, la empresa fundada por Jeff Bezos en 1995, acaba de obtener una gran victoria al conseguir la aprobación de los reguladores para desplegar el Proyecto Kuiper, una flota planificada de 3.236 satélites que transmiten Internet.

Kuiper competiría con Starlink, una flota similar pero potencialmente mucho más grande, de entre 12.000 a 42.000 satélites —una cantidad de naves espaciales muy superior a las que la humanidad ha lanzado jamás—, impulsada por SpaceX, la compañía aeroespacial fundada por Elon Musk.

El miércoles, los cinco comisionados de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) de EEUU votaron unánimemente permitir que Amazon lanzara su flota Kuiper al espacio y se comunicara con antenas terrestres, lo que le da al proyecto el aval que necesita para despegar.

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"Concluimos que la concesión de la solicitud de Kuiper aumentaría el interés público al autorizar un sistema diseñado para aumentar la disponibilidad del servicio de banda ancha de alta velocidad para los consumidores, el Gobierno y las empresas", escribe la FCC en su orden, publicada el 30 de julio.

En un anuncio posterior de Amazon el jueves, la compañía se comprometió a invertir "más de 10.000 millones de dólares", el equivalente a unos 8.700 millones de euros, en su esfuerzo por proporcionar "un servicio de banda ancha confiable y asequible a comunidades desatendidas en todo el mundo".

"Un proyecto de esta escala requiere un esfuerzo y unos recursos significativos y, debido a la naturaleza de las constelaciones de la órbita terrestre baja, no es el tipo de iniciativa que puede comenzar con poco. Hay que comprometerse", dice Amazon.

Pero lo cierto es que esa cantidad es precisamente lo que el director de operaciones de SpaceX, Gwynne Shotwell, estimó en mayo de 2018 como la necesaria para completar Starlink.

Una competencia acalorada para dominar internet en el espacio

En mayo de 2019, Elon Musk explicó que SpaceX estaba tratando de captar solo entre el 1% y el 3% de un negocio global de telecomunicaciones de aproximadamente un billón de dólares al año. También dijo que el proyecto podría generarle a SpaceX entre 30.000 y 50.000 millones de dólares al año, aproximadamente 10 veces más de lo que se necesita para lanzar cohetes. Esto ha llevado a algunos analistas a valorar la compañía en más de 100.000 millones de dólares.

El mismo acceso al mercado y objetivo será probablemente lo que busca Amazon, que ha provocado acaloradas batallas regulatorias con SpaceX y otras compañías, hasta el punto de que Musk haya calificado a Bezos de imitador. Sin embargo, con las crecientes y lucrativas divisiones de entretenimiento digital de Amazon, llevar Internet de alta velocidad a precios asequibles a áreas pobladas y remotas supone expandir su base de clientes y resultados.

Sin embargo, al igual que SpaceX, Amazon ha tenido que pasar primero por la FCC.

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El regulador federal está a cargo de dividir el espectro inalámbrico y asignar permiso para usar ciertas frecuencias para fines específicos, en el caso de Kuiper, Starlink, OneWeb y otros proveedores planificados, trasladar datos web desde y hacia el espacio para cubrir América y otras partes del mundo con banda ancha de alta velocidad. Amazon solicitó el permiso de la FCC en 2019.

Ahora, con la autorización de la FCC, Amazon puede lanzar sus satélites planificados, que darían la vuelta al planeta en altitudes que oscilan entre los 590 y los 630 kilómetros, una región llamada órbita terrestre baja (LEO) o incluso órbita terrestre muy baja (VLEO). Estas distancias son más de 50 veces más cercanas que los satélites geoestacionarios tradicionales de Internet, lo que les permite transferir datos a espacios similares a la fibra óptica.

La orden de la FCC establece que Amazon planea lanzar Kuiper en cinco fases y que se supone que su servicio de Internet aún no existente se activará después de 578 satélites.

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Aún no está claro cómo de grandes serán esos satélites, qué aspecto tendrán y qué cohete o cohetes los lanzarán a la órbita. Pero Bezos fundó en 2000 una compañía aeroespacial llamada Blue Origin que está trabajando para desarrollar cohetes reutilizables, al igual que SpaceX. El próximo cohete de carga pesada planeado de Blue Origin se llama New Glenn y puede tener el potencial de desplegar docenas o cientos de satélites a la vez.

SpaceX, por su parte, parece potencialmente años por delante de Amazon, ya que ha desplegado más de 500 satélites Starlink, ha construido terminales de usuario y estaciones terrestres e incluso lanzó una beta privada que podría conducir al primer servicio público a finales de este año.

Una ilustración del cohete reutilizable New Glenn de Blue Origin que se lanza hacia el espacio.

La orden de la FCC no ha otorgado a Amazon todo lo que quería, pero la compañía ha subrayado su importancia al anunciar una inversión planificada masiva en el esquema.

"Hemos escuchado muchas historias últimamente sobre personas que no pueden hacer su trabajo o completar el trabajo escolar porque no tienen Internet en casa que funcione", cuenta Dave Limp, vicepresidente senior de Amazon, que anteriormente desarrolló su producto Kindle y ahora supervisa Kuiper. "Todavía hay demasiados lugares donde el acceso de banda ancha no es confiable o no existe en absoluto. Kuiper cambiará eso. Nuestra inversión de 10.000 millones de dólares creará empleos e infraestructura en Estados Unidos que nos ayudarán a cerrar esta brecha".

Además de sus objetivos de ofrecer Internet a consumidores domésticos, escuelas, empresas, personal de emergencias o establecimientos médicos, Amazon también planea "proporcionar soluciones de backhaul para operadores inalámbricos que extiendan el servicio LTE y 5G a nuevas regiones" para llegar a zonas difíciles por otros medios.

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A fines del año pasado, Amazon reveló sus planes de abrir una fábrica gigante para desarrollar, probar y construir satélites Kuiper en Redmond (EEUU).

El reloj está corriendo para que Amazon lo ejecute. La FCC exige que el 50% de sus satélites estén operativos antes del 30 de julio de 2026 y que el resto de su flota se lance antes del 30 de julio de 2029 o la compañía podría perder su permiso para operar la red.

La decisión del Gobierno solo abordó ligeramente la amenaza y el creciente impacto de las flotas de satélites de bajo vuelo a la astronomía y, especialmente, para los radioastrónomos. En su decisión, la FCC señala que evitar tal interrupción "no es una condición" para su autorización, pero que Amazon "debería estar al tanto de estos hechos" y trabajar con la National Science Foundation para mitigar los potenciales problemas.

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