¿Por qué se arrugan los dedos cuando llevas mucho tiempo en el agua?

¿Por qué se arrugan los dedos cuando llevas mucho tiempo en el agua?

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  • Los dedos de las manos y los pies, así como las palmas y las plantas de estos, se arrugan cuando llevas cierto tiempo en el agua, normalmente unos 5 minutos.
  • No existe una única teoría para explicar por qué se arrugan las yemas de los dedos y la comunidad científica aún no ha encontrado todas las respuestas, pero sí se ha llegado a descubrimientos interesantes.
  • También se ha estudiado si estas arrugas en la piel responden a una adaptación evolutiva y si sirven para una función específica. Esto es lo que se sabe al respecto.
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Estás en la bañera o en una piscina, te dejas llevar y no eres consciente del tiempo que has pasado dentro. No tienes reloj, pero acudes a otro método: te miras las manos. Descubres que tienes las yemas de los dedos llenas de arrugas, y deduces que has pasado en el agua más tiempo del que pensabas.

No se trata quizá de un método muy científico ni complejo, pero tiene una base lógica, ya que los dedos de las manos y los pies (así como la palma de la mano y la planta del pie) se arrugan cuando pasas cierto tiempo en el agua, normalmente tras unos 5 minutos, según BBC.

¿Por qué se arrugan las manos en el agua?

No hay una única teoría de por qué se arrugan las yemas de los dedos en el agua, y la comunidad científica aún no ha encontrado todas las respuestas, pero sí se han barajado hipótesis posibles y se ha llegado a descubrimientos interesantes.

José Carlos Moreno, presidente de honor de la Asociación Española de Dermatología y Venereología, apunta a la capa córnea gruesa, presente en la superficie de la capa más externa de la piel (epidermis) y que se encarga de proteger el cuerpo y limitar la cantidad de agua que se pierde a través de la piel.

"Esta capa tiende a 'superhidratarse', captando gran cantidad de agua e hinchándose, y eso hace que se marquen los pliegues naturales (las huellas dactilares). No tiene mucha capacidad de retención, por eso desaparece pronto", analiza.

"Es un efecto pasajero y sucede solo en las manos y pies porque aquí la capa córnea es más delgada que en el resto del cuerpo", añade José Carlos Moreno, en declaraciones a Maldita Ciencia.

No es la única teoría para explicar por qué se arrugan las yemas de los dedos. Durante muchos años se ha considerado la posibilidad de que las manos y los pies se arrugaban por un efecto de ósmosis, es decir, una reacción con la que se busca el equilibrio de líquidos entre dos entornos (en este caso, la piel y el agua).

"Pero hace un siglo los científicos ya sabían que esta curiosa reacción no era un simple reflejo o el resultado de la ósmosis. Eso gracias a que los cirujanos aprendieron que si eliminaban ciertos nervios de los dedos, estos ya no se arrugaban", explica BBC.

De esta forma, las arrugas en los dedos se han relacionado con el sistema nervioso, y se ha sugerido que suponen una señal de que este se encuentra intacto y funciona correctamente.

Sin embargo, tampoco queda claro si esta respuesta del cuerpo se trata de una adaptación evolutiva ni cómo pudo haberse desarrollado.

¿Tienen una función o sentido las arrugas en los dedos por estar en el agua? 

Lo que sí se ha estudiado es si las arrugas que aparecen en los dedos tras estar en el agua tienen una función específica. A este respecto, una teoría ha cobrado fuerza: que los dedos arrugados permiten un mejor agarre.

Una comparación ayuda a entenderlo: los neumáticos lisos permiten que el coche se agarre mejor al asfalto en condiciones secas pero, bajo la lluvia, las bandas de rodamiento en las llantas de los neumáticos son más seguras, ya que aumentan la tracción.

Para intentar comprobar esta teoría de que los pliegues o arrugas en las manos mejoraban el agarre, un equipo de científicos realizó un experimento en 2013 en el que personas voluntarias recogían 45 objetos sumergidos, como canicas de cristal y pesas de pesca de plomo.

De uno en uno con la mano derecha, los pasaban a través de un agujero pequeño (del tamaño de un sello de correos)a su mano izquierda, y luego los dejaban caer en una caja a través de otro agujero.

Cuando las personas tenían las yemas de los dedos arrugadas —después de haber tenido las manos en agua a 40 °C durante 30 minutos—, completaron la tarea un 12% más rápido que cuando sus dedos no habían sido remojados, recoge la revista Science.

Por el contrario, al realizar la misma tarea con objetos secos, las puntas de los dedos arrugadas no proporcionaron una ventaja de rendimiento, añade.

Se trata de unos resultados "muy interesantes" que "demuestran que las arrugas tienen una función biológica", según Xi Chen, ingeniero biomecánico de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).

Sin embargo, un estudio similar realizado en 2014 por investigadores alemanes descubrió que no existían diferencias significativas en las habilidades para manipular objetos, independientemente de que los dedos estuvieran lisos o arrugados o de que los objetos estuvieran secos o sumergidos.

Además, para comprobar la función y el sentido de que aparezcan arrugas en las manos por estar unos minutos en el agua podrían no ser válidos los experimentos en un laboratorio, ni con esas condiciones. 

"Para que una prueba de comportamiento sea válida debería poner a prueba cosas como el agarre a los árboles o la manipulación de objetos pesados, y no de pequeñas canicas", explica Mark Changizi, neurobiólogo del instituto de investigación sobre inteligencia artificial 2AI Labs, a BBC.

"No estás en riesgo alguno de un resbalón cuando tu tarea es transferir canicas de un cubo a otro. La clave es evaluar el impacto de la piel arrugada en movimiento, y no tanto la destreza", sostiene Changizi, quien cree que las arrugas de la piel tras estar en el agua son útiles para apoyar el peso del propio cuerpo, y no tanto para manipular objetos pequeños.

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