Así es trabajar en la gigafábrica de Tesla, según sus empleados

La Gigafactory de Tesla, en Reno, Nevada, ocupa casi 609.000 metros cuadrados.
La Gigafactory de Tesla, en Reno, Nevada, ocupa casi 609.000 metros cuadrados.Tesla
  • La gigafábrica es el lugar donde se fabrican las baterías y las unidades propulsoras de los Tesla. También es donde la empresa fabrica sus baterías para el hogar, las Powerwalls, de su negocio de energía solar.
  • Las dimensiones del lugar tienen que ver con la cultura de la empresa. Media docena de empleados aseguran a Business Insider que trabajar allí puede ser agotador y frustrante, pero también motivador y gratificante.
  • Las cosas en la gigafábrica pueden cambiar en cualquier momento. Incluso el propio trabajo, si eso es lo que Tesla necesita.
  • Business Insider ha podido hablar con 42 empleados de Tesla sobre lo que significa trabajar para una de las empresas más ambiciosas del mundo.

La gigafábrica de Tesla en Reno (Nevada, Estados Unidos) tiene sólo dos años, pero su importancia no debe subestimarse.

La gigafábrica es el lugar donde se fabrican las baterías y las unidades propulsoras de Tesla antes de enviarlas a la fábrica de la empresa de Fremont (California, Estados Unidos), donde se implantan en los vehículos.

Es gigantesca, y se extiende a lo largo de casi 460.000 metros cuadrados, repartidos en tres plantas. En el interior, más de 2.500 empleados trabajan junto a algunos trabajadores temporales. La instalación es lo suficientemente grande como que haya que ir en coche dentro de ella, pero sólo se permiten los vehículos que se utilizan para el proceso de producción.

El funcionamiento de una instalación tan grande trae, inevitablemente, problemas. Varios empleados aseguran que los baños suelen estar ocupados, y que suelen ser un desastre. Una vez, apunta un extrabajador, el baño de hombres estaba tan ocupado que un empleado dejó papel higiénico junto a un inodoro obstruido y defecó allí mismo.

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Y este hacinamiento se ha extendido a los alrededores. Si te mudas a Nevada para trabajar en Tesla, la compañía te puede alojar en un piso de forma temporal o en un hotel, como el Whitney Peak en Reno, durante dos semanas, hasta que encuentres una casa. Hacerlo se ha vuelto cada vez más difícil desde que la gigafábrica abrió y creó miles de puestos de trabajo a la zona, según un exempleado.

"La casa más barata que encontramos estaba a 24 kilómetros de distancia, y estamos pagando 1.200 dólares al mes", asegura otro.

"Hay quienes prefieren vivir en sus coches o en pequeñas caravanas en las áreas de descanso, y algunos duermen en sus coches en el mismo parking de Tesla para ahorrar dinero. Llegaron a usar remolques para dormir tras el edificio, pero tuvieron que retirarlos porque había demasiada gente durmiendo en ellos en lugar de irse a casa".

El momento en que es más complicado entrar en la gigafábrica es entre las 5:30 y las 6 de la mañana y entre las 5:30 y las 6 de la tarde. Es entonces cuando todo el mundo va a trabajar y se forma una enorme caravana de vehículos en la puerta de la fábrica que llega a mitad de la Electric Avenue.

Conseguir una plaza de aparcamiento también es un reto en la gigafábrica, al igual que en la fábrica principal y la sede central de Tesla en Fremont.

A veces, la producción alcanza niveles tan bajos de control que pueden enviar a cualquiera a que trabaje en las líneas de producción, tras solo unos pocos minutos de entrenamiento. "Tampoco es que sea física cuántica", precisa un extrabajador.

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"Fue en el acto, justo en un momento muy preciso", explica una persona que asegura haber tenido que dejar de hacer su trabajo habitual. "Literalmente, fue como: 'aquí, haz esto', y luego, 'quédate ahí 12 horas y haz eso mismo'".

Dichos cambios pueden durar días, según el mismo trabajador.

Muchos trabajadores de la gigafábrica apuntan que la cultura de la empresa siempre va dirigida a cumplir los objetivos de producción, un trabajo duro que parece correcto a los ojos de algunos empleados.

"Trabajo unas 70 horas a la semana y no quisiera cambiar nada al respecto", apunta George Stewart, jefe de producción de baterías.

Stewart subraya que prefiere que el equipo que dirige "trabaje un día extra y llegue a las 50 horas semanales". Pero asegura que no hay consecuencias si no lo hacen.

Aunque el CEO de Tesla, Elon Musk, va a menudo por la sede de Tesla y la fábrica de Fremont, también visita frecuentemente la gigafábrica de Nevada. Y al igual que en Fremont, hay algunos empleados en Reno que se sienten intimidados por el CEO. 

Algunos llaman a esta situación "el culto de Elon", porque creen fervientemente que Musk está ayudando a salvar el mundo a través de su trabajo con los vehículos eléctricos, la energía solar y su compañía aeroespacial, SpaceX. 

Para algunos, cada vez que visita la fábrica es como si los Beatles hubieran llegado a la Nueva York en 1964. Para otros, una visita de Musk es sinónimo de pánico, ya que se preocupan de que todo está en el lugar correcto y funcionando a su gusto.

Pero una cosa en la que todos estaban de acuerdo es que en la gigafábrica, como el resto de Tesla, las cosas cambian rápido.

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"Ten en cuenta que cualquier cosa puede cambiar en un momento dado", apunta un extrabajador que salió de la empresa en la última ronda de despidos. "Y que las promesas a veces no se cumplen en mucho tiempo, o ni siquiera llegan a pasar".

Puedes leer el reportaje íntegro sobre la cultura interna de Tesla, revelada por 42 empleados de la compañía, en BI Prime (en inglés, bajo suscripción)

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