Así nos van a subir los impuestos por la compra y uso de un coche diésel

Noelia López,
Marcador diésel

Ayer mismo repasábamos cinco medidas que están machacando al diésel. Hoy, sumamos una más: la subida de impuestos que gravan los impuestos de compra y uso de coches diésel.

Hace tiempo que se viene hablando de la idea de gravar todavía más los coches propulsados por gasóleo como una medida más para incentivar la compra de vehículos menos contaminantes. El gobierno anuncia ahora que sí, que ha llegado el momento de incrementar los impuestos a los diésel y no solo porque así apoyan la venta de coches eléctricos, híbridos, de gas... sino porque desde Europa achuchan para hacerlo.

Bruselas está evaluando si llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea porque considera que los planes anticontaminación activados en nuestro país son del todo insuficientes.

La UE anima a España a que utilice la fiscalidad para incentivar esa lucha contra la polución y deja en sus manos el cómo hacerlo.

Opción 1. Poner el diésel al mismo precio que la gasolina

Tradicionalmente se vendían más coches diésel que gasolina, entre otras cosas por la diferencia de precio al repostar ambos carburantes.

Una de las posibilidades que se ponen ahora sobre la mesa es subir los impuestos que gravan el precio del gasóleo. La idea sería que dentro de cuatro años el diésel cueste lo mismo que la gasolina.

Opción 2. Subir los impuestos de matriculación y circulación 

Otra vía podría pasar por aumentar el gravamen que se aplica en forma de impuesto de matriculación. Esta es otra de las grandes diferencias entre adquirir un coche diésel y un gasolina. Esta tasa se aplica en función de las emisiones de CO2 y es por eso que en 2016 un 76% de los coches matriculados quedaron libres del pago de este impuesto.

Mientras que el impuesto de circulación depende de los ayuntamientos; son ellos los que deciden qué cantidad debe pagar cada propietario (normalmente en base a la potencia) y las diferencias entre ciudades superan los 50 euros (estas son las nueve ciudades donde el numerito es más barato).

Los fabricantes se muestran contrarios

Los primeros en reaccionar ante el anuncio de la subida de los impuestos a los coches diésel han sido los vendedores asociados en Ganvam.

Desde la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios consideran que la reducción de la contaminación debe pasar por atajar la antigüedad del paque que ya llega a 12 años de media "y no por añadir más presión fiscal al automóvil que ya contribuye a las arcas públicas con más de 26.000 millones de euros anuales".

Ganvam ha lanzado un comunicado en el que defienden que la reforma fiscal debe ir encaminada a desincentivar a los coches más antiguos "que son realmente los que más perjudican el medio ambiente en lugar de ser hostil con la renovación del parque".

"Al ir en contra del diesel se está lanzando un mensaje equivocado al ciudadano y demonizando una motorización que, como en el caso de los nuevos diesel Euro 6, cumple los objetivos medioambientales", aseguran.

Sus propuestas pasan por eliminar el impuesto de matriculación y reorientar el de circulación "para que se base en las emisiones en lugar de la cilindrada y la potencia".

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