Como el autodiálogo puede ayudar a tu rendimiento físico, según la ciencia

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Tú manera de pensar y cómo piensas sobre ti mismo afecta a tu estado de ánimo y a tu rendimiento físico. 

Las emociones negativas mal gestionadas no son buenas para la salud, así lo explican en el blog especializado salud, de la Universidad de Minnesota, Taking Care of your Health and Wellbeing.

Esto se debe a que las actitudes negativas y los sentimientos de impotencia y desesperanza pueden crear patologías, como estrés crónico que altera el equilibrio hormonal del cuerpo,agota las sustancias químicas del cerebro necesarias para la felicidad y daña el sistema inmunológico. 

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Tanto es así que el estrés crónico puede llegar a disminuir la esperanza de vida. La ciencia ha identificado que el estrés acorta los telómeros, que son las "tapas finales" de las hebras de ADN, lo que provoca un envejecimiento más rápido.

De la misma manera, por ejemplo, la ira mal manejada o reprimida también está relacionada con la hipertensión (presión arterial alta), enfermedades cardiovasculares, trastornos digestivos e infecciones.

Ese sesgo de negatividad significa que el ser humano, normalmente, pasa demasiado tiempo reflexionando sobre las frustraciones menores (atasco de tráfico o un desacuerdo con un ser querido) e ignora las oportunidades que tiene a lo largo del día de experimentar asombro y gratitud.

Las corrientes de positividad de la era contemporánea ayudan, en parte, a focalizar en lo bueno, pero a la vez, desvían la atención hacia situaciones más banales o demasiado abiertas con mensajes como: "Todo va a estar bien". 

El cerebro humano no entiende de eso, entiende de situaciones concretas, comoeste experimento sobre el poder de la mente.

En él, los investigadores ofrecieron a los participantes 2 bebidas con etiquetas distintas: una indicaba 0 calorías y 0 azúcar, la otra marcaba 124 calorías y 30 gramos de azúcar. 

Después de ingerirlas, midieron el nivel de glucosa en sangre, observando un aumento mayor tras la bebida marcada como alta en azúcar. ¿Cuál fue la trampa? Que las 2 bebidas eran las mismas, solo cambiaba la etiqueta.

Es decir, las personas bebieron pensando que una era mejor que la otra y eso modificó la reacción de su cuerpo ante esta, concretamente, modificó sus niveles de glucosa en sangre.

Las etiquetas no solo aportan información al cerebro, aportan expectativas, explican en el blog de Fitness Revolucionario.Y el cerebro intenta siempre ajustar la fisiología del cuerpo para hacerla encajar con lo que espera.

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Pero estas reacciones no solo ocurren con estímulos externos, el autodiálogo o las etiquetas que tú te autoimpones también tienen consecuencias en tu día a día.

¿Cómo puede el autodiálogo ayudarte en tu rendimiento físico?

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El cerebro es el gobernador central de la fatiga. La fisiología humana impone límites estructurales al desempeño físico pero, al final, es el cerebro quien define cuánto nos deja acercarnos a ese límite.

"Hay una diferencia importante entre la sensación de no poder más y la capacidad real del cuerpo de continuar", explica Marcos Vázquez.

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Esto es lo que confirmaron los investigadores de este estudio, en el que analizaban cómo mejoraba la capacidad física de atletas de élite jóvenes si cambiaban la manera en la que se hablaban a ellos mismos. 

De esta manera, evaluaron a 2 grupos de ciclistas. Se registró el rendimiento de ambos grupos al principio del experimento, que consistía en hacer una cerrera a contrarreloj de 10km. 

La segunda parte del experimento consistía en someterles a intervenciones de autodiálogo distintas: el primer grupo repetía frases neutrales y el otro practicaba frases motivantes (del tipo: "Tengo energía de sobra").

Después de 2 semanas de autodialógo, repitieron la prueba, y el segundo grupo - que practicó el autodiálogo motivador-, mejoró sus tiempos en mayor medida.

Es decir, con esto se puede interpretar que el grado de insatisfacción realizando una actividad deportiva o ejercicio físico va a estar ligado a cómo interpretas esa actividad en tu cerebro. 

Probablemente, si eres amable contigo y tus objetivos son desde una perspectiva constructiva, tendrás unas sesiones de entrenamiento más fructíferas que si tienes una actitud negativa ante esa actividad y la relacionas con un "castigo" o una obligación o no te consideras capaz.

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