El asistente de conducción Autopilot de Tesla, de nuevo bajo el foco: la autoridad de seguridad vial de EEUU investiga una veintena de accidentes

Un conductor suelta el volante de un Tesla con Autopilot durante una prueba en California en 2015
Un conductor suelta el volante de un Tesla con Autopilot durante una prueba en California en 2015

Reuters/Beck Diefenbach

  • La agencia de seguridad vial de EEUU está investigando 23 accidentes de vehículos de Tesla, muchos de ellos que utilizaban el asistente de conducción Autopilot.
  • Este servicio, que ya estuvo relacionado con varios accidentes fatales en 2016 y 2018, está puesto en duda por algunos expertos en seguridad vial, que consideran que dan una falsa sensación de seguridad a los conductores.
  • Para otros, sin embargo, los datos globales demuestran que la tasa de accidentes por kilómetros recorridos es menor en los vehículos de Tesla respecto al conjunto de los automóviles.
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El asistente de conducción Autopilot de Tesla vuelve a estar bajo el foco de las administraciones de Estados Unidos. La Agencia Nacional de Seguridad en el Tráfico estadounidense (NHTSA) confirmó recientemente que está investigando hasta 23 accidentes de vehículos de Tesla, varios de ellos relacionados con este servicio de conducción asistida de la compañía de Elon Musk, según informa el New York Times.

Autopilot, objeto de muchas dudas por los dos accidentes fatales que se produjeron en 2016 y 2018, ha acumulado en los últimos meses nuevos incidentes que están siendo investigados. Según relata el rotativo neoyorquino, este mes de marzo un conductor salió gravemente herido en Michigan (Estados Unidos) tras acabar golpeando un coche policial mientras usaba el asistente, y en febrero otro conductor en Detroit acabó herido tras golpear un tráiler, aunque en este caso no se ha confirmado si tenía activado el servicio.

"Tenemos que esperar a los resultados de las investigaciones, pero estos incidentes son los últimos ejemplos que muestran que estos servicios avanzados de control de crucero que ofrece Tesla no son tan efectivos a la hora de detectar y detener el vehículo cuando encuentra otro parado en la carretera", opina en declaraciones al NYT el director del Centro de Seguridad Vial (Center for Auto Safety), Jason Levine.

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Para el profesor de la Universidad de Carolina del Sur Bryant Walker Smith, que ha asesorado al gobierno de EEUU en conducción autónoma, la conducción autónoma puede ayudar a reducir los accidentes de tráfico —que según sus datos son más de 40.000 al año en el país norteamericano—, pero el Autopilot de Tesla genera una falsa sensación de seguridad a sus conductores. "Hay una desconexión entre lo que la compañía y su fundador dicen y dan que pensar a la gente, y lo que su sistema es realmente capaz de hacer", afirma al Times.

autopilot tesla

No obstante, los socios del fondo de inversión estadounidense especializado en inteligencia artificial Loup Ventures, Gene Munster y David Stokman, consideran que la preocupación por estos accidentes "hace olvidar el escenario general" que bajo su punto de vista es que "Autopilot hace a los vehículos mucho más seguros, pese a estar en sus primeros pasos", según explican en una entrada de su web en la que ofrecen datos de Tesla, según los cuales los vehículos que utilizan esta funcionalidad tienen menos accidentes por distancia recorrida que los que no lo utilizan. 

Según los datos de Tesla recogidos por Loup Ventures, sus coches tienen un accidente por cada 3,7 millones de millas recorridas (5,95 millones de kilómetros), un dato mucho mejor que el del conjunto de los vehículos en EEUU, que es de un accidente por cada 475.000 millas (764.400 kilómetros).

"Creemos que los sistemas autónomos reducirán drásticamente el número de víctimas de accidentes, igual que los cinturones de seguridad lo hicieron en los 70, pero con una escala mayor", defienden los inversores de Loup Ventures.

Las dudas sobre Autopilot se producen mientras Tesla lleva meses lanzando su versión más avanzada de conducción asistida, denominada Full Self-Driving, que de momento tiene un precio de 10.000 dólares (8.200 euros), pero que la compañía espera lanzar este año en formato de servicio de suscripción por 100 dólares mensuales (84 euros, al cambio actual).

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No es el único problema que Tesla está teniendo con las autoridades de tráfico estadounidenses. El pasado mes de enero, la NHTSA remitió una comunicación formal a la compañía de Elon Musk pidiendo que rectificara varios problemas en las pantallas de sus Model S y Model X, que fallaban a la hora de mostrar las imágenes de la cámara trasera, en las luces de señalización o en los sistemas de lunetas térmicas, lo que podía reducir la visibilidad. 

El problema afecta a 158.000 vehículos y Tesla aceptó la petición, argumentando que había hecho actualizaciones, aunque algunos conductores se quejaron de que la compañía les había pedido un pago a cambio de reemplazar las partes defectuosas, según Reuters.

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Los problemas no llegan solos para la compañía de Musk. La Comisión de Protección del Consumidor de Estados Unidos está investigando los paneles solares —un modelo de negocio minoritario para Tesla que supuso solo un 6% de sus ingresos en 2020, pero creció un 30% respecto al año anterior—, por el riesgo de incendio, tras una denuncia de un exempleado.

La investigación, que está aún en curso, parte de la denuncia de Steven Henkes, que trabajó como responsable de calidad del negocio solar de Tesla y fue despedido en agosto de 2020 después de haber denunciado internamente problemas de seguridad en sus productos. Según las respuestas de su abogado a la CNBC estadounidense, los paneles solares de la compañía constituyen "una amenaza real de fuego, debido a defectos en serie en las instalaciones de Tesla".

La compañía de supermercados Walmart llegó a demandar a Tesla en 2019 después de que sus paneles incendiaran siete de sus tiendas en EEUU, aunque finalmente ambas compañías llegaron a un acuerdo para reemplazar las instalaciones.

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