Se avecina un verano caliente: prende la mecha contra la masificación turística

Protesta el 29 de junio en Málaga contra la 'turistificación'.
Protesta el 29 de junio en Málaga contra la 'turistificación'.

Reuters/Jon Nazca

  • La ciudadanía dice basta: tras Canarias y Baleares, Andalucía se ha echado también a las calles para protestar contra la 'turistificación'.
  • Se avecina un verano con más movilizaciones y el Gobierno ya comienza a tomar las primeras medidas drásticas para frenar el turismo masivo con el foco puesto en los pisos turísticos.

Empezó a calentarse en las islas bajo el lema "Canarias tiene un límite", pero la mecha ha prendido y el fuego ya es imparable.

Las movilizaciones del pasado abril contra la saturación turística y los precios de vivienda prohibitivos que sufren los residentes se han ido extendiendo poco a poco por el resto de la geografía española y el pasado fin de semana llegó el turno de Andalucía.

Protesta el 29 de junio en Málaga contra la 'turistificación' convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos.
Protesta el 29 de junio en Málaga contra la 'turistificación' convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos.

Reuters/Jon Nazca

Con demandas comunes, en los últimos meses han ido surgiendo en Andalucía plataformas vecinales contra la 'turistificación' como Sevilla se Muere, Cádiz Resiste o Albayzín Habitable.

Al grito de "Queremos vivir, no sobrevivir", miles de ciudadanos se manifestaron en varias ciudades andaluzas para denunciar la insostenible situación de la vivienda y reclamar un cambio de modelo que ponga límite al crecimiento descontrolado del turismo.

Protesta el 29 de junio en Málaga contra la 'turistificación' convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos.
Protesta el 29 de junio en Málaga contra la 'turistificación' convocada por el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos.

Reuters/Jon Nazca

Los principales destinos turísticos dicen 'basta': comienza un verano de protestas

La temporada estival acaba de dar el pistoletazo de salida, pero junto al sonido de las maletas recorriendo los cascos históricos se podrán oír los cánticos de las protestas convocadas por toda la geografía española.

Protesta el 20 de abril en Santa Cruz de Tenerife contra la 'turistificación'.
Protesta el 20 de abril en Santa Cruz de Tenerife contra la 'turistificación'.

Reuters/Borja Suarez

Tras la multitudinaria marcha en algunas ciudades canarias, otras regiones se han ido sumando para mostrar su rechazo. 

Las calles de Mallorca, Menorca e Ibiza se llenaron de vecinos hartos de la masificación y los precios de vivienda prohibitivos. Baleares volverá a salir a las calles el domingo 21 de julio para reclamar un cambio en el modelo económico y que se plantee un decrecimiento del turismo.

Protesta el 25 de mayo en Palma de Mallorca contra la 'turistificación'.
Protesta el 25 de mayo en Palma de Mallorca contra la 'turistificación'.

Reuters/Juan Medina

Bajo el lema "Donostia no está en venta", los vecinos de San Sebastián también salieron a protestar, al igual que hicieron los del barrio madrileño de Lavapiés y los habitantes de Cantabria.

El sábado 6 de julio, los vecinos de Barcelona y Girona tienen también una cita al grito de "Prou! Posem límits al turisme" (¡Basta! Pongamos límites al turismo).

España vive un airbnboom y no hay señales que anuncien su caída

"Es evidente que el problema está alcanzando cuotas de gravedad importantes. Precisamente, en estos momentos que el turismo en España está viviendo una afluencia extraordinaria de visitantes, se hace evidente el dicho de 'morir de éxito'", señala Óscar Iniesta, socio y director senior en LLYC, a Business Insider España

"Llevábamos meses vaticinando que, o las administraciones iniciaban de forma decidida mesas de trabajo con las partes implicadas con el ánimo de atajar el crecimiento del problema, o los problemas ocasionales podrían derivar en una reacción organizada de los principales afectados. Sería deseable que estas manifestaciones, por el momento pacíficas, sean escuchadas y no deriven en problemas más graves", añade Iniesta.

Según apunta Carlos Balado, profesor de OBS Business School, a Business Insider España, las viviendas de uso turístico (VUT) han sido utilizadas como un pretexto. Sin embargo, considera que si se suprimieran, la llegada de turistas no bajaría: en el último año, el número VUT disponibles aumentó en España un 9%, hasta superar las 340.000 y alcanzar la cifra más elevada desde que se tienen registros, y suponen el 1,28% del parque inmobiliario. 

"Es poco realista pensar que ese porcentaje esté condicionando la actividad del sector turístico y la del sector inmobiliario", argumenta Balado.

El boom del turismo no parece cerca de agotarse

Los pronósticos de CaixaBank Research apuntan ya a un año histórico en el que el PIB turístico crecerá un 5% (más del doble que lo esperado para el conjunto de la economía) y se superarán los 90 millones de viajeros internacionales, un 7% más que en 2023.

"Aumentar la población de un país en esas dimensiones genera forzosamente tensiones, y a la vista de las conversaciones predominantes en España, las comunidades locales quieren sentirse 'visitadas, no invadidas'", apunta Balado.

El turismo supone un 12,8% del PIB (para 2024 se estima que sea un 13,4% del PIB, con un valor económico superior a los 200.000 millones de euros). Balado recuerda que este sector explica un 70,8% del crecimiento real de la economía española, es decir, de no ser por el turismo, la economía española habría crecido un 0,8% el año pasado, en lugar del 2,4%.

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El gasto extranjero podría ser de en torno de 125.000 millones de euros, hecho que, según la Organización Mundial del Turismo, hará que España se consolide como el segundo destino turístico más popular del planeta, indica Balado.

"Si se tiene en cuenta el impacto económico del turismo, es obvio que frenarlo equivale a perjudicar los intereses generales del país. España tiene superávit por cuenta corriente debido al turismo", argumenta el profesor.

El Gobierno mueve ficha

Los vecinos de los principales destinos turísticos llevan años quejándose de su situación, pero no ha sido hasta este año que se están empezando a tomar medidas drásticas.

El Gobierno valora cambiar la ley para vetar los pisos turísticos en comunidades de vecinos, ya que considera que este tipo de viviendas ejercen una actividad económica y podrían vetarse.

Por otro lado, Consumo anunció en junio que había abierto una investigación sobre las plataformas de alquiler vacacional por anunciar pisos turísticos sin licencia y ahora insta a los ayuntamientos a sumarse a la misma.

Ciudades como Barcelona llevan años liderando esta lucha, pero ahora el ayuntamiento está trabajando en la eliminación de todos los pisos turísticos de la ciudad: en noviembre de 2028 se extinguirán las 10.101 licencias vigentes en la actualidad.

Más allá de los pisos turísticos, la Ciudad Condal tomó este año la inusual medida de borrar una ruta de autobús de Google Maps para 'engañar' a los turistas y evitar la masificación.

Por su parte, el Ayuntamiento de Palma ha propuesto prohibir los nuevos alquileres vacacionales, limitar los grandes cruceros y los coches de alquiler, además de regular los grupos organizados de turistas.

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