“El balón de fútbol debería venderse con una advertencia sanitaria que diga que la práctica repetida del fútbol puede conducir a un mayor riesgo de demencia”, alerta un experto en enfermedades neurodegenerativas

Futbolistas del Real Madrid y del FC Barcelona disputan un balón de cabeza.
Futbolistas del Real Madrid y del FC Barcelona disputan un balón de cabeza.

Paul Hanna/Reuters

  • Un nuevo estudio analiza la asociación entre el mayor riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas de los exfutbolistas profesionales y factores como la posición en el campo, la duración de la carrera y la época de juego.
  • Los defensores y los jugadores con una carrera larga tienen más riesgo de este tipo de enfermedades, mientras que la época no parece influir, según los resultados.
  • "Estamos en el punto de sugerir que el balón de fútbol debería venderse con una advertencia sanitaria", advierte un experto en demencia, que plantea si el remate de cabeza es "absolutamente necesario" en el fútbol.
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La mortalidad por enfermedad neurodegenerativa es mayor entre los exfutbolistas profesionales que entre la población general, e influyen factores como la posición en el campo y la duración de la carrera.

Un estudio pasado ya recogía que el riesgo de morir por demencia de los exfutbolistas profesionales era 3,5 veces mayor que el de otras personas. Ahora, una nueva investigación analiza también la relación entre este riesgo y factores concretos como el hecho de ser portero o defensor, estar en activo muchos años y la época en que se juega.

Una investigación realizada por la Universidad de Glasgow y financiada por la Asociación de Fútbol (FA) y la Asociación de Futbolistas Profesionales (PFA) británicas ha comparado los registros de salud de 7.676 hombres exfutbolistas profesionales escoceses, nacidos entre 1900 y 1977, con más de 23.000 personas de la población general.

Un 5% de los exjugadores de fútbol fueron identificados con un diagnóstico de enfermedad neurodegenerativa (un cociente de riesgo de 3,66), frente a un 1,6% de la población general. 

Además, hay diferencias entre los propios jugadores: "El riesgo de enfermedad neurodegenerativa entre los exfutbolistas varió según la posición en el campo y la duración de la carrera, pero fue similar según la época de participación", recoge el estudio.

Así, de acuerdo con los resultados, el riesgo de enfermedad neurodegenerativa fue más alto para los defensores (casi un 5 de cociente de riesgo) y más bajo para los porteros (1,83).

Asimismo, el riesgo fue mayor entre los exfutbolistas con una carrera profesional de más de 15 años. Sin embargo, la época en la que se juega no parece influir: el riesgo fue similar para todos los jugadores nacidos entre 1910 y 1969, establece la investigación, publicada en Jama Network.

"Las diferencias en el riesgo de enfermedad neurodegenerativa observadas en este estudio de cohorte implican un mayor riesgo con la exposición a factores más a menudo asociados con las posiciones que no son de portero, sin evidencia de que esta asociación haya cambiado a lo largo de la era estudiada", explican los autores.

"Aunque se requieren investigaciones para confirmar los factores específicos que contribuyen a un mayor riesgo de enfermedad neurodegenerativa entre los futbolistas profesionales, mientras tanto pueden ser aconsejables las estrategias dirigidas a reducir la exposición al impacto en la cabeza", concluyen.

"Con los datos actuales, estamos en el punto de sugerir que el balón de fútbol debería venderse con una advertencia sanitaria que diga que la práctica repetida del fútbol puede conducir a un mayor riesgo de demencia", sostiene Willie Stewart, director del estudio FIELD (Influencia del fútbol en la salud y el riesgo de demencia a lo largo de la vida, por sus siglas en inglés), recoge Reuters.

"Creo que el fútbol debe plantearse las preguntas difíciles: ¿es el remate de cabeza absolutamente necesario para el juego del fútbol? ¿Es absolutamente necesaria la exposición potencial a enfermedades cerebrales degenerativas? ¿O se puede considerar alguna otra forma de juego?", cuestiona Stewart, responsable del estudio previo al actual, que analizó ese mayor riesgo de los exfutbolistas de morir por demencia.

La semana pasada, la Asociación de Fútbol británica, la Premier League (Primera División inglesa) y otros órganos de gobierno han anunciado directrices que limitan los cabezazos de "alto impacto" a 10 por semana en los entrenamientos a partir de la temporada 2021-22, informa el medio.

Una medida criticada por el experto por basarse en "conjeturas no científicas". "Tendríamos que esperar 30 o 40 años para ver el impacto", aclara.

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