La banca amenaza con recurrir el nuevo impuesto y avisa que ya está lastrando sus cuentas

Los grandes banqueros siguen manifestándose contrarios al nuevo impuesto al sector promovido por el Gobierno y avisan que podrían recurrirlo, aunque faltan por conocer los detalles. 

La banca advierte de que este nuevo impuesto genera un clima de inseguridad jurídica que está perjudicando el negocio bancario. A tenor de este escenario, esperan que sea algo temporal y que siga los cauces ordenados parlamentarios. 

"Es una decisión que, en primer lugar, debería seguir unos cauces ordenados y de estado de derecho. Debe ser un procedimiento ortodoxo y tiene que ser temporal, porque lo que se produce es un desajuste en la confianza en los mercados", ha dicho César González-Bueno, consejero delegado de Banco Sabadell. 

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González-Bueno, además, ha cuantificado el impacto que este anuncio ya ha tenido en sus cuentas porque estiman que el coste de capital ha subido un 1% por la inseguridad jurídica que lleva agregado el impuesto. No tanto, ha dicho, por el peso del impuesto en sí, sino por esta inseguridad jurídica. 

En una mesa redonda en organizada dentro del encuentro bancario de El Economista, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar; el consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez; el consejero delegado del Banco Sabadell, César González-Bueno, han debatido sobre el escenario al que se enfrenta el sector financiero. 

La banca se plantea recurrir el nuevo impuesto 

"Nuestro deber fiduciario es defender a nuestros accionistas y, naturalmente, vamos a cumplir nuestro deber fiduciario frente a los accionistas. Si creemos que la forma de articular el proceso no respeta o tiene elementos cuestionables... Vamos a verlo", ha dicho el consejero delegado de Santander, José Antonio Álvarez.

Por su parte, el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, se ha referido al hecho de que el gravamen no está justificado, puesto que, un aumento de los ingresos extraordinarios por la subida de los tipos no tiene por qué traducirse en una mejora igual de los beneficios. 

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En este aspecto, ha advertido de que existe un elemento de distorsión sobre la exigencia de no repercutirlo, cuando las normas europeas exigen lo contrario.

"Más que pensar en recurrir, estamos pensando en explicar las consecuencias negativas del impuesto tal y como está diseñado en este momento. Vamos a ver si al final se aprueba o no y en qué forma", ha dicho Gortázar.