Santander indemnizará con 68 millones de euros a Andrea Orcel tras su frustrado fichaje por la entidad

Banco Santander ha perdido el juicio contra Andrea Orcel por su fichaje frustrado como consejero delegado de la entidad y deberá indemnizarle con 68 millones de euros. 

La sentencia, a la que han tenido varios medios de comunicación, considera que hubo contrato entre las partes y que este “fue resuelto de manera unilateral e injustificada por parte del Banco Santander”.

El ahora CEO de Unicredit recibirá 17 millones de euros por un bonus de incorporación; 35 millones en concepto de incentivos a largo plazo; 5,8 millones por 2 anualidades y 10 millones como indemnización por daños morales y reputacionales.

La historia de un fichaje frustrado

El 25 de septiembre de 2018, Santander anunció el fichaje como nuevo CEO del italiano Andrea Orcel “tras un exhaustivo proceso de búsqueda con asesoramiento de profesionales externos”. La intención es que se incorporara a su nuevo puesto a principios de 2019.

Pero poco más de 3 meses después, el 15 de enero de 2019, la entidad bancaria presidida por Ana Botín comunicaba a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que, finalmente, renunciaba a su contratación. 

Este cambio de parecer se produjo después de que Banco Santander no llegara a un acuerdo con el banco suizo UBS, del que provenía Orcel, para hacer frente a la cantidad que el italiano tenía acordada con dicha entidad.

El ejecutivo tenía un bonus en diferido que UBS se había comprometido a abonarle cuando fue fichado, cifrado en unos 50 millones de euros según Europa Press, que el banco español no estaba dispuesto a pagar.

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"El consejo considera que sería inaceptable para un banco comercial como Santander hacer frente al coste de contratar a una persona, aunque sea de este nivel y esta trayectoria, a la luz de los valores de la entidad y de la responsabilidad que tiene con sus stakeholders y las sociedades de los países en los que opera", explicó en su momento el Santander en un comunicado.

Desde la entidad bancaria señalaron que en el momento del fichaje de Orcel "no era posible anticipar el coste final para el Grupo de abonar las retribuciones diferidas que se le habían asignado en su puesto anterior y que habría perdido al abandonarlo".

Meses después, en mayo de 2019, Andrea Orcel demandó al Santander "por incumplimiento de contrato" y pidió, en concepto de daños y perjuicios, algo más de 100 millones de euros. Entre este montante se incluiría el plus de 50 millones que dejó de cobrar de UBS cuando anunció que se marchaba al banco español.

La denuncia fue admitida a trámite y el resto ya es historia.