Adiós a la barra libre de liquidez para la banca: el BCE empieza a cerrar el grifo y pondrá fin a las medidas excepcionales en 2024

Christine Lagarde, presidenta del BCE.
Christine Lagarde, presidenta del BCE.

Después de dos años de duro pedaleo pandémico, es hora de quitarle los ruedines a la bici. Ese es más o menos el razonamiento que está siguiendo el Banco Central Europeo (BCE), que hoy ha anunciado el fin de la barra libre de dinero para la banca.

Las medidas de emergencia para hacer frente a la crisis del COVID-19 "se eliminarán gradualmente en tres pasos entre julio de 2022 y marzo de 2024", avisa el cronograma del organismo. 

Ahora que las economías europeas enfilan la recuperación y que el dinero fluye a precio de derribo, llega el momento de dejar de empujar artificialmente. 

Durante los 2 próximos años, el BCE retirará la artillería monetaria que sacó desde abril de 2020 para los bancos. El objetivo es restaurar la tolerancia al riesgo del Eurosistema previa a la pandemia y evitar los efectos acantilado que pueden producirse cuando se retiran de golpe los estímulos.

Hasta ahora, la política monetaria de la institución presidida por Christine Lagarde había consistido básicamente en darle a la rueda de fabricar billetes e inyectarlos en el mercado a través de compras masivas de deuda y flexibilidad de liquidez a la banca. 

El objetivo era mantener el impulso de la economía y de una inflación que, hasta hace un año, se mantenía por debajo del objetivo del 2%.

Pero ahora que la inflación arde, inflamada por la escalada de precios de la energía y la guerra de Rusia, y que no será fácil sofocarla, la política del organismo estaba siendo echar más leña al fuego. 

Por eso, hace 2 semanas anunció el fin de las compras de deuda masiva (el llamado tapering, que recortará a la mitad de aquí a junio) y ahora la retirada también de la barra libre a la banca.

El BCE acelera el fin de las compras de deuda ante una inflación descontrolada 

Próximos pasos: del 8 de julio a marzo de 2024

El primer paso de la retirada de medidas excepcionales comenzará el 8 de julio: 

  1. No más clemencia con la calificación de las garantías de los activos. El BCE, que había atenuado temporalmente los recortes en las valoraciones de garantías de activos, volverá a ponerse firme, pasando del ajuste actual del 20% al 10%.
  2. Recuperar la calidad crediticia. Aquellos activos que cumplían los requisitos mínimos de calidad el 7 de abril de 2020, pero cuya calificación se deterioró por la pandemia, mantenían hasta ahora la categoría de elegibles. Ahora podrían perderla si no cumplen los requisitos mínimos.
  3. Límite a los instrumentos de deuda no garantizados. El BCE restablecerá el límite de estos instrumentos emitidos por cualquier grupo bancario en el conjunto de garantías de una entidad de crédito del 10% al 2,5%, como era el caso antes de abril de 2020.
  4. Se terminó la flexibilidad con requisitos técnicos. El BCE eliminará de forma gradual la flexibilización que había para la admisibilidad de derechos de crédito adicionales (ACC).

El segundo paso será en junio de 2023:

El organismo publicará un nuevo calendario de recortes de valoración. Éste estará basado en el nivel de tolerancia al riesgo para las operaciones de crédito que había antes a la pandemia. También eliminará gradualmente la reducción general restante del 10% en los recortes de valoración de garantías.

Para marzo de 2024 llegará el tercer y último paso

Dentro de dos años, el BCE eliminará las medidas restantes de flexibilización de garantías por la pandemia, tras una revisión exhaustiva de los marcos de ACC que tendrá en cuenta las necesidades de garantías de las contrapartes para su participación continua en las operaciones TLTRO III pendientes hasta diciembre de 2024.

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