Así es el Bentley personalizado de la reina Isabel II, el segundo coche más caro del mundo

La reina Isabel II subiéndose a su Bentley.

Max Mumby/indigo/Getty Images

El Palacio de Buckingham anunciaba ayer, 8 de septiembre, el fallecimiento de la reina Isabell II a los 96 años de edad. En su largo reinado, es la soberana más longeva de la corona británica, Isabel nunca se separó de su Bentley, una limusina personalizada que la permitía trasladarse de un lugar a otro yendo cómoda y segura. 

Pero este Bentley no es una limusina normal. Según publicaSlashgear, este vehículo fue el segundo coche nuevo más caro del mundo cuando se le regaló a la reina Isabel II en su Jubileo de Oro en 2002. El precio de este modelo especial, según calculaTelegraph, tenía un valor de 11 millones de dólares

Por fuera, parece una limusina Bentley clásica, pero por dentro nada tiene en común con el resto de modelos de la marca. Este vehículo ha sido completamente transformado para proteger a la familia real de todo tipo de ataques. 

Aunque es cierto que no es tan imponente como La Bestia americana, esta limusina era capaz de mantener a salvo a la reina en caso de ataques químicos, explosiones o incluso si querían pincharle los neumáticos. Aunque se desconoce que más refuerzos tiene este Bentley, ya que el gobierno británico nunca los filtró para proteger a la monarca.

Sin embargo, Bentley sí que detalló que este coche estaba equipado con neumáticos reforzados con Kevlar, una cabina resistente a las explosiones y es más que probable que tenga un blindaje en las puertas. Lo más curioso puede que sea su interior. Por ejemplo, está diseñado para que se vuelva hermético en caso de ataque con gases químicos.

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Además de en la seguridad, en el rediseño del Bentley real también se pensó en la comodidad de la familia real británica, especialmente a las de la reina. Algunas de las características más destacadas son un habitáculo con amplia visibilidad para que la reina pueda saludar a la multitud. Además, según Bentley, el maletero se diseñó para acomodar los bolsos favoritos de la reina.

Los asientos traseros son más parecidos a un sofá que a los asientos de un coche. Revestidos de lana de cordero, se tratan de cojines muy mullidos. Otra de las cosas que se modificaron fue la altura, no solo de los asientos para adaptarse al tamaño de la reina, sino que se construyó una cabina lo suficientemente alta para que Isabel II no tuviera que agacharse para salir del coche.

En el caso de que su hijo Carlos, que pronto será coronado como rey, no quisiera seguir utilizando este vehículo, el Bentley se retirará de la flota real, después de haber cumplido durante más de 2 décadas con el propósito de proteger a la reina. 

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