Los gigantes tecnológicos no sólo están recortando miles de empleos, sino que los están extinguiendo

Las empresas están eliminando puestos.

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  • Las empresas tecnológicas han llevado a cabo un recorte masivo de personal para ajustar sus cuentas frente al mal clima económico que se anunciaba para este año. 
  • Sin embargo, las empresas están aprovechando los despidos para eliminar puestos de trabajo que debido a la inteligencia artificial nunca volverán a ser ocupados.

Parece que las grandes empresas tecnológicas se han puesto a punto para enfrentar el resto del año. 

Compañías como Meta, Microsoft o Google han recortado puestos de trabajo en los últimos meses, en busca de eficiencia y mayores márgenes de beneficio. Según algunas estimaciones, desde principios de 2022 se ha despedido a más de 250.000 trabajadores del sector tecnológico.

Además de aprovechar los despidos para bajar los salarios de los nuevos empleados, las empresas están eliminando muchos de los puestos que se han quedado sin cubrir. Datos recientes de Indeed muestran un descenso de más del 50% en las ofertas de trabajo de desarrollo de software en comparación con el año anterior. 

La estrategia que están tomando las empresas está funcionando desde el punto de vista financiero, ya que Salesforce, Meta y Microsoft han presentado unos resultados de beneficios mejores de lo esperado para este primer trimestre del 2023.

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Pero ahora, debido al auge de la inteligencia artificial, muchos de esos puestos de trabajo podrían perderse de forma permanente, incluso cuando estas empresas vuelvan a crecer y a necesitar más personal. 

Según un reciente informe de los analistas de Morgan Stanley dirigidos por Brian Nowak, "se avecinan impulsores de la productividad basados en la IA".

En el documento se puede leer:

Hemos visto reducciones de plantilla en todo el panorama tecnológico. Pero parte de esto (en particular en Meta, Google y Amazon) ha sido una contramedida a los niveles de contratación por encima de la media en 2021/2022. De cara al futuro, nos centramos sobre todo en la forma en que las empresas planifican el crecimiento de la contratación. Podría decirse que los niveles de contratación futuros deberían ser menores y más específicos debido a la rápida aparición de impulsores de la productividad de la IA.

El informe de Morgan Stanley hacía referencia también al potencial de las herramientas de codificación asistidas por IA para aumentar la productividad de los ingenieros, citando a un ejecutivo de Microsoft que afirmaba que el uso de GitHub Copilot aumentaba la productividad en un 55%. 

También destacan las herramientas de ventas basadas en inteligencia artificial que podrían reducir la necesidad de tener un ejército enorme de vendedores. 

El fin de la codificación tal y como la conocemos, debido a la implantación de la IA, afectará de lleno a los desarrolladores de software, que según un reciente estudio, han sido el principal objetivo de la segunda ronda de despidos de las tecnológicas. 

Por ser claros, Morgan Stanley no sugiere que la IA vaya a acabar necesariamente con los empleos tecnológicos. Si no que la difusión de herramientas y flujos de trabajo basados en IA irá ralentizará hasta detener el crecimiento del número de empleados en las empresas. 

En otras palabras, algunos de los puestos que dejaron los empleados que fueron despedidos no volverán a ser cubiertos por una persona. En el futuro, es posible que algunos puestos de trabajo en el sector tecnológico ni siquiera existan porque hayan sido asumidos la inteligencia artificial.

Ya hay indicios de ello. En Alphabet, por ejemplo, el jefe de ingeniería de Google, Urs Hölzle, afirmó en un correo interno el pasado marzo que en los equipos de infraestructura técnica se utilizaría la automatización para "encontrar formas más eficientes de hacer las cosas".

Sobre la implantación de la IA en los diferentes departamentos y la reducción de trabajadores que plantea Alphabet, Rosalie Chan explicaba en otro artículo de Business Insider que:

El equipo tiene como objetivo utilizar la automatización para reducir la proporción de ingenieros de fiabilidad del sitio y de ingenieros de software a menos del 5%. Los ingenieros de fiabilidad de sitios gestionan las operaciones de los sistemas de Google y los mantienen en funcionamiento, mientras que los ingenieros de software trabajan en el desarrollo de la infraestructura y los productos de Google.

Meta, por su parte, lleva 6 meses congelando la contratación de personal. La directora financiera, Susan Li, declaró en la presentación de resultados celebrada esta semana que, aunque la empresa espera empezar a contratar de nuevo una vez que haya completado los despidos de abril y mayo, su "enfoque a largo plazo se centra mucho en la eficiencia".

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A la pregunta de cómo podría afectar eso a la productividad de la plantilla, Li respondió que están entusiasmados con el futuro, pero que lo tendrán "más claro a medida que empiecen a desarrollarse más herramientas para mejorar la productividad de los empleados en todo el sector."

Esta tendencia tiene importantes implicaciones para los trabajadores del sector tecnológico y para quienes aspiran a trabajar en él. Aunque se pensaba que los trabajadores de tecnología y los ingenieros de software serían los empleados del futuro, la IA ha demostrado que no son indestructibles y que también pueden verse gravemente afectados por la automatización de los procesos.

Como escribe Aki Ito sobre el futuro de los desarrolladores: 

Incluso cuando los viejos artilugios sustituían a otros trabajos, los que escribían las instrucciones de las máquinas sentían que eran intocables. Las universidades se apresuraron a ampliar sus programas de informática. Los responsables políticos se apresuraron a preparar la mano de obra para el futuro con un mensaje claro: ¡Aprende a programar! Pero en las últimas semanas, he escuchado a muchos programadores confesar su miedo por la repentina llegada de la IA generativa. Los que han estado automatizando todo este tiempo, ahora temen que pronto se les automatice a ellos también. Y si los programadores no están a salvo, ¿quién lo estará?

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