Amazon, Meta y otras 'big tech' pasan de la 'gran renuncia' a la 'gran duda': freno a las contrataciones y otros gastos por miedo a la recesión

Google, Amazon y Meta

Google; Amazon; Met; iStock; Alyssa Powell/Insider

Miles de empleados de Amazon asistieron el pasado lunes a la reunión bianual de la empresa, en la que destacaba una pregunta: ¿Cómo afectará la crisis económica al gasto de Amazon en el futuro?

Andy Jassy, CEO de la compañía, respondió de forma ambigua, según se escucha en una grabación de la reunión vista por Business Insider. Defendió que Amazon se está apretando el cinturón debido a la incertidumbre económica, pero que seguirá invirtiendo en apuestas de largo plazo.

"Por supuesto, ninguno de nosotros sabe con certeza lo que va a pasar, pero hay muchas señales que apuntan a que nos espera una situación económica dura. No sé cuánto durará, pero una de las cosas en las que estamos pensando y hemos decidido es que vamos a ser más ágiles con nuestra expansión en 2023", sentenciaba Jassy.

Amazon seguirá invirtiendo en una "enorme cantidad de proyectos", como Alexa y la alimentación, según Jassy, aunque tendrá que encontrar el equilibrio adecuado entre las apuestas de largo plazo y los resultados más inmediatos.

"Creo que una de las cosas en las que la gente a veces se equivoca es que se olvida de que los negocios saludables, orientados al largo plazo y sostenibles, no siempre se expanden de forma amplia cada año", añadía el CEO.

La 'gran duda' ha llegado

Hace un año por estas fechas, el sector estaba eufórico. Las acciones tecnológicas se disparaban. El número de empleados de muchas grandes empresas prácticamente se había duplicado desde el inicio de la pandemia. Los trabajadores disfrutaban de un aumento de los salarios y de un exceso de oportunidades de trabajo, lo que provocó el fenómeno conocido como 'gran renuncia' y un resurgimiento del poder de los empleados. 

Sin embargo, con la persistente inflación y la actitud de halcón de la Reserva Federal, las perspectivas económicas han ido empeorando gravemente. Muchos economistas y líderes empresariales pronostican ahora que se avecina una crisis; la gran pregunta es cómo será de profunda.

Los directivos de las empresas tecnológicas de mayor tamaño se encuentran en un juego de espera angustioso, preparándose para la llegada de la tormenta. 

"Parece que nos encontramos ante una nueva etapa: la 'gran duda'", comenta Keith Hwang, director del fondo de inversión en tecnología Selcouth Capital Management. "Nadie tiene del todo claro lo mala que será la crisis. Nadie puede predecir el impacto real. Basándonos en eso, estamos viendo cómo muchas empresas intentan, ante todo, reducir costes de forma significativa ante la duda", explica. 

Ilustracion recesion efecto dominó

Algunas empresas tecnológicas se verán más afectadas que otras

Entre los principales actores de la industria tecnológica, las repercusiones de la caída no serán iguales para todos.

Por ejemplo, las empresas proveedoras de productos informáticos para otras están relativamente aisladas, lo que supone una buena noticia para Microsoft, Salesforce, los servicios en la nube AWS de Amazon y la división de la nube de Google. Esto les da más margen para reducir gastos.

Los presupuestos de publicidad suelen ser lo primero que se recorta. Esto afectaría más gravemente a compañías como Meta, que ya se está tambaleando por la bajada de ingresos debido a los cambios en la política de privacidad de Apple. Google, que depende en gran medida de los ingresos publicitarios de Search y YouTube, también se vería afectada.

A excepción de Apple, los fabricantes de ordenadores y dispositivos también corren un gran riesgo ahora que la inflación está mermando el poder adquisitivo de los consumidores, según John Lovelock, analista de Gartner.

"Las empresas tecnológicas más vulnerables son las que están más expuestas al gasto de los consumidores. No hay casi ningún gasto en tecnología que no esté en riesgo. Ciertamente, el sector de los dispositivos, los teléfonos móviles, los ordenadores y las tablets están teniendo un mal año en 2022, y se prevé que lo tengan también en 2023, tanto por las unidades vendidas como por los ingresos", explica Lovelock.

Aquellas compañías tecnológicas que prosperaron enormemente durante la pandemia pueden ser las que más riesgo corran, según Hwang. 

"Miro a estas grandes empresas tecnológicas, y en los últimos dos años, obviamente el dinero ha sido gratis, todo se hinchó, y todas estas empresas tecnológicas -excluyendo a Apple- han duplicado efectivamente su número de empleados en un período de tres años, ¿verdad? Eso indica que todas estas empresas están muy hinchadas", razona el experto.

Los 'despidos silenciosos' ya han llegado

Los directivos de Facebook recibieron una orden a principios de octubre: encontrar la forma de despedir silenciosamente a miles de empleados.

Como publicó recientemente Business Insider, los directores recibieron instrucciones para calificar como bajo el rendimiento de los empleados, un movimiento que anticipa despidos por motivos de rendimiento.

Estos 'despidos silenciosos' son una táctica cada vez más empleada por las empresas para reducir el número de trabajadores sin tener que pagarles una indemnización —en Estados Unidos— ni asumir la publicidad negativa que acompaña tradicionalmente a los recortes. Se sabe que Amazon es una de las que califica a sus empleados y despide a los que considera de bajo rendimiento. Snap, también adoptó un enfoque similar a principios de 2022, calificando como bajo el rendimiento de un 10% de su plantilla, justificando así despidos procedentes. (En el caso de Snap, la táctica no salvó a la empresa de despedir a cerca del 20% de su plantilla en agosto). 

Empresas como Microsoft, Alphabet y Meta ya han congelado total o parcialmente la contratación, según informan varios medios.

Más allá del recuento de personal, las compañías tecnológicas están recortando además otros beneficios, como las dietas.

Muchos de los trabajadores del sector son relativamente jóvenes y no han experimentado una recesión económica en sus carreras como la de 2008 o la de los 2000. Este puede ser un duro despertar para los trabajadores del sector tecnológico, que han disfrutado hasta ahora de las famosas ventajas de la industria.

Cuando Google comunicó a sus empleados en septiembre que debían recortar los presupuestos de viajes para actos sociales, reuniones de equipo y eventos presenciales, se produjo una acalorada reunión interna, en la que algunos empleados se mostraron molestos por la percepción de que se estaba recortando el dinero, según han informado varios medios de comunicación. 

Las empresas también intentan reducir los costes de las instalaciones, sobre todo porque los trabajadores señalan que no tienen intención de volver a la presencialidad anterior a la pandemia. Pero el recorte de estos costes puede ser contraproducente: los empleados de Facebook de la zona de la bahía de San Francisco vieron interrumpido su trabajo esta semana por la formación de piquetes de conserjes ante las oficinas, después de que una nueva empresa contratada para prestar servicios de limpieza a Facebook intentara llevar a cabo importantes despidos.

Las mayores marcas tecnológicas también están dando muestras de su ansiedad recortando los presupuestos de sus negocios y proyectos de investigación más experimentales. Como ya ha publicado Business Insider, Amazon ha cerrado su servicio de telesalud Amazon Care, un dispositivo de videollamada para niños llamado Glow, y ha reducido su equipo de robótica para almacenes logísticos y su laboratorio de ideas Grand Challenge. 

Google ha recortado la mitad de los proyectos de su incubadora Area 120, mientras que Facebook redujo su unidad de experimentación de nuevos productos.

"En Amazon pensamos a lo grande, experimentamos e invertimos en nuevas ideas para deleitar a los clientes. También evaluamos continuamente el progreso y el potencial de nuestros productos y servicios para ofrecer valor al cliente, y realizamos regularmente ajustes basados en esas evaluaciones", ha señalado un portavoz de Amazon en un comunicado enviado a Business Insider.

Zuckerberg renuncia

Un choque económico inusual

Para agravar la ansiedad general, cabe destacar que las condiciones económicas de este año son bastante singulares y mucho menos predecibles, según Lovelock.

"Nunca hemos visto —el mundo, en realidad, nunca ha visto— una recesión en la que el efectivo y el flujo de caja o el empleo no fueran un problema, sino que la causa fuese la inflación", señala.

Con esta extraña recesión causada por la oferta, las circunstancias de las crisis anteriores pueden no servir como ejemplo, subraya Lovelock.

"Si uno mira esas experiencias como guía de lo que va a pasar", advierte, "está siguiendo un libro de jugadas inadecuado". 

Las agresivas subidas de tipos de la Reserva Federal están provocando aún más incertidumbre en esta extraña situación económica. Todo esto significa que nadie está preparado para volver a crecer, especialmente los reclutadores de tecnología.

"Todas las empresas tecnológicas y las agencias de contratación de EEUU entienden ahora que las perspectivas económicas van a ser bastante planas", afirma Patrick Kellenberger, director de operaciones de la empresa de contratación tecnológica Betts.

Pero a finales de octubre, los expertos del sector esperan tener una idea más clara de cómo se están viendo afectadas las big tech, y hasta qué punto están calibrando el futuro. Facebook, Google, Amazon, Apple, Microsoft y Netflix, entre otras, deben presentar sus resultados del tercer trimestre de 2022 en las próximas semanas, lo que les permitirá conocer sus finanzas y perspectivas económicas.

En Amazon, Jassy no ha ocultado el camino que tiene por delante. En una presentación a los empleados esta semana, el mensaje de la empresa ha sido claro: "Redoblar la austeridad".

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