Laminar Pharma, la biotecnológica española valorada en 70 millones de euros a punto de dar el salto a bolsa, quiere ser "un punto de inflexión en la terapia del cáncer"

En España, una sola empresa es responsable 8% de los desarrollos de nuevos fármacos: la biotecnológica balear Laminar Pharmaceuticals. 

Fundada en 2006 como la primera spin-off de la Universidad de Baleares, la compañía lleva casi 15 años de investigación centrada en desarrollar y producir terapias innovadoras con ácidos grasos insaturados sintéticos para enfermedades raras.  

Ahora se prepara para dar el salto a bolsa con una valoración que ronda los 70 millones de euros y su plantilla actual está integrada por una veintena de personas de diversas nacionalidades que se reparten entre la sede de Parc Bit (Palma de Mallorca) y Acton (Massachussets, Estados Unidos).

Laminar Pharma es reconocida por ser la creadora de una innovadora plataforma científica conocida como denominada Terapia Lipídica de Membrana (TLM). La biotecnológica es pionera en su enfoque terapéutico, a través del diseño sintético de moléculas lipídicas y compuestos derivados del ácido oleico.

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"Somos lo que se conoce como un prolific drug discovery engine", según explica Pablo Escribá, fundador y CEO de la compañía, en una entrevista con Business Insider España. Básicamente, a través de la plataforma de Laminar Pharma pueden surgir diversos fármacos contra enfermedades muy diferentes. 

Escribá es catedrático de Biología Celular en la Universidad de las Islas Baleares y ha trabajado también en la Universidad de Alicante, Universidad de Valencia, Universidad de Ginebra, Biological Research Center de Szeged (Hungría), Universidad de Nueva York, Universidad de Misuri, Universidad Médica de Carolina del Sur, y el Instituto Cajal del CSIC.

El CEO asegura que la compañía, que fundó junto a Xavier Tusquets, nació de forma natural cuando vio que el conocimiento que estaban generando como grupo investigador era patentable. 

Buscar la financiación, asegura, fue uno de los mayores desafíos y el consejo que recibía siempre era que llevara la investigación hasta la fase 2 antes de intentar constituir una compañía. 

Escribá hizo caso omiso y consiguió el respaldo que necesitaba —la compañía ha recibido más de 10 millones de euros solo en subvenciones— y hoy sus patentes en ácidos grasos sintéticos se reparten en 7 familias, algunas de las cuales se han licenciado a otras empresas de biotecnología. 

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“Cada proyecto cuesta unos 40 millones de euros desde que lo empiezas hasta que llegue al mercado”, explica Escribá. Con la infinidad de posibilidades terapéuticas que ofrece la plataforma desarrollada por Laminar, tenía sentido licenciar para que otras compañías pudieran llevar otros fármacos al mercado. Así, otras empresas están desarrollando productos contra cáncer de pulmón y de endometrio, entre otros. 

Por su parte, Laminar Pharma tiene ahora mismo unos siete fármacos que podrían llegar al mercado en los próximos dos años, incluyendo dos para el COVID-19. Sin embargo, el auténtico potencial de la empresa reside en sus moléculas contra el cáncer. 

En 2016 la compañía ganó su primer gran proyecto de investigación con financiación de la Unión Europea, permitiendo iniciar un estudio clínico internacional en fase 2 con la molécula LAM561 para glioma y glioblastoma, los tumores cerebrales más frecuentes y agresivos. 

Esta molécula tiene reconocida la designación de medicamento huérfano y está siendo investigada de forma simultánea en un ensayo clínico para glioma pediátrico en Estados Unidos iniciado en la primavera de 2020.

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Un foco especial en las enfermedades desatendidas 

Escribá explica lo innovador de su plataforma científica: "En lugar de buscar proteínas, que suelen ser los blancos de los medicamentos, nos enfocamos en los lípidos de membrana".

"Cada membrana tiene una función muy definida por lo que cualquier alteración causa numerosas patologías", explica el CEO de Laminar Pharma. 

El potencial de esto para tratar una gran variedad de enfermedades ha hecho que varios grupos buscando solución a enfermedades raras y poco atendidas por las grandes farmacéuticas, entre las que se incluyen las pediátricas, se hayan acercado a la biotecnológica en busca de ayuda. 

Por ejemplo, entre los proyectos a desarrollar a largo plazo por la compañía se encuentra también el desarrollar una terapia contra el alzhéimer temprano en las personas con síndrome de Down. 

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Preparada para dar el salto a bolsa y revolucionar el tratamiento contra el cáncer

Una exitosa ampliación de capital vía crowdfunding a finales de 2019 permitió incrementar el número de inversores hasta 800 y que iniciase su fase de expansión y crecimiento en Estados Unidos.

En esa ampliación de capital, la compañía batió el récord de financiación equity crowdfunding en España al conseguir 2 millones de euros a través de la plataforma Capital Cell.  

El buen momento actual para los inversores en biotecnología animó a Laminar Pharma a tomar la decisión de entrar en los mercados de capitales en búsqueda de financiación no bancaria que asegure su sostenibilidad, mientras avanza en los planes de desarrollar diversas líneas de investigación con sus propias moléculas para comercializar en un futuro próximo diferentes aplicaciones terapéuticas.

Escribá explica que esperan conseguir los recursos necesarios para realizar la última parte del recorrido de las moléculas que tienen más avanzadas y que puedan ponerse a disposición del paciente en los próximos dos años. 

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La entrada al Mercado Alternativo Bursátil (MAB) está prevista para finales del año 2020 y el fundador destaca que también es una forma de aumentar la confianza en la biotecnológica. 

De aquí a una década, el CEO cree que su compañía habrá crecido, estará revirtiendo fondos a los inversores y su estará abordando proyectos que sean "un reto científico y una necesidad humana". 

Sin embargo, de entre toda su labor, Escribá destaca lo que él considera la mayor aportación que hace Laminar Pharma: "Haber contribuido con una filosofía que va a ser un punto de inflexión en la terapia del cáncer". 

El científico cree que dar solución a los efectos adversos que produce la terapia contra el cáncer será el gran reto de la segunda mitad de este siglo y Laminar Pharma ya está en camino.