Detectar el cáncer de mama en una fase temprana, de forma económica y desde casa será una realidad gracias a The Blue Box: la startup española que revolucionará la medicina mediante inteligencia artificial

Judit Giró, CEO y cofundadora de The Blue Box.
Judit Giró, CEO y cofundadora de The Blue Box.

Dyson

  • The Blue Box es una startup que pretende detectar el cáncer de mama en fases tempranas de la enfermedad a través de un dispositivo que analiza tu orina y puedes usar en casa.
  • Se trata de una prueba diagnóstica indolora, sin radiación y de bajo coste que permitirá salvar vidas en un futuro.
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Hay empresas que nacen con el propósito no solo de solucionar un problema, sino de salvar vidas, como es el caso de The Blue Box.

En España se diagnostican más de 30.000 casos de cáncer de mama al año, según la Sociedad Española de Oncología médica (SEOM) y la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), siendo el cáncer que más mata a las mujeres.

The Blue Box nace con la idea de frenar esto gracias a un dispositivo biomédico que detecta el cáncer de mama en una fase precoz a partir de una muestra de orina, un proceso que puedes hacer tú mismo en casa.

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Sus cofundadores, Judith Giró, una ingeniera biomédica de Barcelona de 24 años, y un informático taiwanés llamado Billy Chen podrían revolucionar el mundo de la medicina en apenas 2 o 3 años con esta prueba diagnóstica.

La idea surgió durante una charla de la universidad donde se hablaba de perros que eran capaces de oler el cáncer. Judith, totalmente impresionada decidió probar si sería factible triplicar su efectividad.

"A veces la naturaleza tiene soluciones a problemas reales que nosotros llevamos años intentando resolver mediante la tecnología", explica la CEO de la compañía. "Por lo que en ocasiones lo mejor que puedes hacer es observar la naturaleza y aprender de ella".

Tras ver que sí era posible decidió irse a Estados Unidos para estudiar un máster de sistemas ciberfísicos integrados en la Universidad de California en Irvine. Allí conoció a Chen y juntos crearon el primer prototipo de The Blue Box para su Trabajo de Fin de Máster.

Cómo funciona The Blue Box

The Blue Box y su aplicación.
The Blue Box y su aplicación.

Dyson

La idea es que te tomes a ti misma una muestra de orina en casa y la introduzcas dentro de un contenedor que va dentro de la Blue Box. 

Lo primero es comprar el dispositivo desde su página web y esperar a que te llegue a tu domicilio por correo ordinario.

El aparato tiene unos sensores que son específicos para ciertos biomarcadores de cáncer de mama, es decir, moléculas químicas que se encuentran en tu orina solamente si tienes o si no tienes cáncer de mama.

Esos receptores dependiendo de las moléculas que encuentren van a reaccionar de una forma o de otra. Esas reacciones enviarán una señal por bluetooth desde la Blue Box hasta la aplicación que tienes instalada en tu teléfono.

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Después la propia app trasladará los datos al servidor seguro de la nube que contiene un algoritmo basado en inteligencia artificial que te informará sobre tu estado.

"Esos biomarcadores están ahí, pero su presencia es tan sutil que con la inteligencia humana no podríamos detectaros, pero la inteligencia artificial llega donde el intelecto humano no", explica Judith Giró.

Hasta ahora, The Blue Box ha conseguido hasta un 95% de efectividad en la detección de cáncer de mama metastásicos, es decir, aquellos con mucha carga tumoral en la orina.

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Gracias a estos datos tan esperanzadores, la empresa ha conseguido ganar el premio James Dyson Award 2020 de jóvenes inventores, que les ayudó a financiar su patente con nada más y nada menos que 39.000 euros, así como el premio Argal valorado en 2.000 euros.

Además, también han conseguido una beca de la diputación de Tarragona, con la que podrán impulsar su sucursal en Europa.

Pero la gran pregunta es: ¿cuánto va a costar una Blue Box? Aunque todavía es pronto para establecer un precio fijo dado que el producto no ha salido al mercado, Judit Giró pretende que sea accesible, por lo que su precio rondará los 80 dólares (65 euros) aproximadamente.

"La salud femenina es una de las grandes olvidadas del mundo de la medicina"

Mamografía.

Getty Images

Actualmente, la prueba más efectiva contra la detección del cáncer de mama es la mamografía, un tipo específico de toma de imágenes de los pechos que utiliza rayos X de baja dosis.

Sin embargo, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la mamografía es la mejor prueba que existe, pero no es la más óptima, por lo que hay una gran necesidad de crear algo mejor.

"Esto se debe a que la salud femenina es una de las grandes olvidadas del mundo de la medicina", comenta Judith Giró. "Se le ha dedicado mucha menos investigación".

Además de poder llegar a suponer un problema para la salud por la radiación en determinadas personas, las mamografías son muy dolorosas, pueden llegar a suponer una brecha de género en el trabajo por tener que ausentarte del mismo para hacértela y son altamente costosas para el sistema sanitario.

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Concretamente, el coste aproximado de que una mujer se haga una vez una mamografía es hasta 10 veces superior a la fabricación de una Blue Box.

"Con The Blue Box puedes hacerte la prueba en casa cuando tú quieras, sin necesidad de acudir al médico para realizarla", explica Judit.

Este dispositivo también lo pueden utilizar varias personas las veces que quieran, pero su fundadora añade que en ningún momento se pretende omitir la figura del médico a la hora de utilizar The Blue Box, sino que se trata de algo complementario.

"Lo que pretendemos es darles una herramienta beneficiosa que les facilite el trabajo y les garantice una mayor tasa de éxito", apunta la CEO de la empresa.

La importancia de la inteligencia artificial en la lucha contra el cáncer de mama

Judit Giró, CEO y fundadora de The Blue Box trabajando en el proyecto.
Judit Giró, CEO y fundadora de The Blue Box trabajando en el proyecto.

Dyson

Dentro del proyecto, Judith se encarga de la parte de la inteligencia artificial, es decir, de crear algoritmos que no solo consigan imitar las funciones cognitivas de los humanos, sino que vayan mucho más allá.

"El algoritmo que he creado es capaz de analizar datos de una forma que los humanos a día de hoy no podríamos", confiesa su fundadora.

La idea de The Blue Box es que a través de las suscripciones de las personas usuarias del dispositivo, la nube vaya recopilando datos y más datos.

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De este modo, el algoritmo va aprendiendo de esa información y generando una mejor experiencia para los próximos consumidores, es decir, datos más precisos.

Ahora pretenden acudir a hospitales españoles para utilizar las muestras de orina de pacientes a los que le acaban de detectar el cáncer para así mejorar el sistema de IA y que en un futuro la efectividad del aparato sea alta también en diagnósticos precoces

"Cada vez que usas The Blue Box estás proporcionando la lectura de tu orina a la nube, es decir, estás contribuyendo directamente a que la persona que viene detrás de ti tenga aún un mejor diagnóstico", añade.

Preventiva, divulgativa, empoderante y personalizada, así es el futuro de la medicina

robot paseo con médicos

REUTERS

Con el proyecto en plena fase de optimización del prototipo, ahora sus cofundadores pretenden abrir una nueva ronda de crowdfunding para que cualquiera pueda contribuir económicamente al desarrollo de The Blue Box.

En el mejor de los casos, el año que viene intentarán conseguir la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) y en 2023, la de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

"Yo me imagino a The Blue Box en un futuro como un espacio seguro para todas aquellas mujeres que estén realmente preocupadas por el cáncer de mama y quieran tomar un rol activo en su prevención", argumenta Judith.

Uno de los objetivos finales de la empresa es expandirse a nivel mundial, porque según su creadora sería incluso egoísta tener una solución para el cáncer de mama y no compartirla con el resto del mundo, pero su intención es empezar estableciendo una sede en Taiwán, complementaria a las de California y España.

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Además, un aparato como The Blue Box supone una forma de luchar contra el coronavirus de forma indirecta, porque durante la pandemia muchas mujeres no han acudido al hospital a hacerse las mamografías por miedo al contagio.

Concretamente, al 50% de las mujeres con cáncer de mama con una cirugía programada se la han retrasado por la crisis sanitaria, por lo que este dispositivo podría ayudar a paliar los efectos a largo plazo del COVID-19.

"Ahora hemos aprendido que invertir en salud salva vidas, por lo que yo creo que las nuevas generaciones van a tomar más conciencia que nunca y le van a dar a la sanidad y a la ciencia el lugar que se merece", explica la CEO.

Según Judith, el futuro de la medicina es una medicina preventiva, divulgativa, empoderante y personalizada, o en otras palabras, un futuro donde The Blue Box sea una realidad.

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