La brecha de género, también a la hora de independizarse: sólo el 13,8% de las mujeres jóvenes se emancipan en solitario, frente al 27% de los hombres

Chicas jóvenes con mascarilla contra el coronavirus

Ciro De Luca/Reuters

En España las mujeres jóvenes se emancipan más que los hombres. Un dato positivo, si no llega a ser porque muy pocas lo hacen en solitario.

La mayoría de mujeres jóvenes que se independizan lo hacen para vivir en pareja o compartir piso. 

La diferencia es tal, que a pesar de que hay más mujeres que hombres que se logran emanciparse, si hablamos de independizarse en solitario, el porcentaje de mujeres cae en picado.

En 2021, un 18,5% de las menores de 29 años consiguió emanciparse, muy por encima del 12,7% de los varones jóvenes, según el último Observatorio de Emancipación publicado por el Consejo de la Juventud de España (CJE).

Sin embargo, aunque las mujeres se emancipan más, la forma en que se emancipan mujeres y hombres es muy diferente: las mujeres que se emancipaban en solitario suponían solo el 13,8%, la mitad que los hombres que vivían en hogares unipersonales (26,7%). 

En 2021, sólo un 15,6% de los menores de 29 años tiene la capacidad de residir de forma independiente. O lo que es lo mismo, el 84,4% de los jóvenes menores de 29 años no pueden emanciparse

La utopía de emanciparte cuando eres joven: los menores de 34 años sólo pueden permitirse un alquiler de 320 euros al mes, cuando el precio medio de un piso está en 850 euros

"Esta menor emancipación en solitario de las mujeres puede deberse a un mayor nivel de precariedad laboral de las mujeres jóvenes frente a los hombres", explica el informe.

Ser joven y mujer todavía hoy es formar parte de un colectivo doblemente vulnerable

Por ejemplo, aunque en 2021 la tasa de paro entre las mujeres era inferior a la de los hombres jóvenes (del 23,1% frente al 24% de los varones), la temporalidad fue más de 6 puntos porcentuales superior entre mujeres jóvenes (58,6% de temporalidad frente al 52,3% entre hombres).

En segundo lugar, las jóvenes sufren una elevada parcialidad en sus jornadas de trabajo, lo que necesariamente redunda en salarios más bajos (el 55% de quienes cobran el SMI son mujeres). La parcialidad entre mujeres es del 33,7%, prácticamente el doble que entre varones (17,8%) y la subocupación era cinco puntos superior entre las mujeres (17,6 %). 

Esta diferencia en condiciones laborales se da a pesar de que las mujeres jóvenes deberían estar mejor preparadas para el mercado laboral, al disponer de mayor formación: el 32,4% ha finalizado estudios superiores frente al 25,2% de los hombres. 

En 2022, sin embargo, la situación parece haber empeorado todavía más para las mujeres jóvenes. A la temporalidad y precariedad ya predominantes, se suma un aumento del desempleo.

En junio, la totalidad del aumento del desempleo entre los jóvenes se concentra entre las mujeres: mientras que en junio se contabilizaron 462 parados menos menores de 25 años, en el caso de las menores de 25, el paro se incrementó en 1.751 mujeres más en desempleo, una subida del 1,82%.

Hace 13 años, en 2008, la tasa de emancipación era muy superior, del 26%. Ahora, la tasa de emancipación joven en España está en mínimos históricos prácticamente. El dato sólo se supera a mediados de 2021, cuando sólo un 14,2% podía independizarse, un bajón que tiene que ver con el parón de actividad y empleo derivado de la pandemia.

La leve mejora de la emancipación juvenil se apoyó en una intensa recuperación del empleo destruido a raíz de los confinamientos provocados por la pandemia", señala el informe. En 2021, la tasa de paro joven registró una caída semestral de 5,2 puntos hasta situarse en el 23,6%, por debajo del 23,8% de finales de 2019, y convirtiéndose en el registro más bajo desde 2008. 

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