La brecha de género en las startups y el capital riesgo, según la responsable de Crowdcube en España: "Me han llegado a tratar de apuntadora"

Azahara García Espejo, responsable de Crowdcube en España
Azahara García Espejo, responsable de Crowdcube en España

Crowdcube

La brecha de género en el capital riesgo ha comenzado a estar en el foco. Estudios como el de Nina Capital y Level 20, o el último realizado por la patronal del capital privado Ascri revelan cómo las plantillas de las gestoras no llegan al tercio de presencia femenina y, cuando se trata de puestos directivos, las mujeres no suponen ni el 20% del sector.

Azahara García Espejo, actualmente responsable en España de la plataforma de equity crowdfunding Crowdcube, ha vivido varias situaciones de este tipo en carne propia, que ha compartido con Business Insider Españadurante una entrevista.

"Hasta hace poco Pepe Borrell lideraba el equipo en Barcelona y yo lideraba la parte de comunicación con empresas. Sin embargo, había muchos momentos en los que me preguntaban por mi jefe, o querían hablar solamente con él, o la forma en la que se comunicaban con él era diferente a la que usaban conmigo. A mí se me trataba más como apuntadora, mientras que con él se tenía la conversación", relata.

Una mujer en un entorno de negocios

"Cuando tú cuentas esas cosas, te dices, ¿cómo pruebo yo que esto es así? o ¿es solamente una percepción mía? Pero no lo es, porque es raro que todas tengamos esta percepción en algún momento de la vida, es extraño. Ahora vende tener una mujer en un evento, que el venture capital invierta en mujeres, pero eso se tiene que notar en el día a día", añade.

Según el más reciente de estos estudios relativo al capital riesgo español, las mujeres apenas son un tercio de las plantillas de las gestoras de capital riesgo y capital privado, pese a que el 60% de las compañías valoren la diversidad de género como algo importante, según una encuesta de Ascri, el Esade Center for Corporate Governance, Boyden, y Atrevia, a la que respondieron 50 gestoras.

El discurso o la temática, claves de los problemas de las mujeres emprendedoras

La propia García Espejo ha colaborado con varios de estos estudios y, con el tiempo y la experiencia que da hablar con centenares de emprendedores a lo largo del año le ha dado, elabora sus propias tesis sobre cuáles son los motivos de la menor representación de mujeres entre los inversores y emprendedores.

La primera es estructural: más hombres en la inversión determina que haya más emprendedores hombres que obtengan financiación. "Es más fácil para un hombre invertir en un hombre porque entiende mejor el discurso y nos vendemos de forma diferente. Un emprendedor vende ambición y crecimiento y una emprendedora viene más con la boca pequeña. Eso tiene que ver con la educación, somos más cautas", opina.

José del Barrio (i), Carina Szpilka, Laura González-Estéfani, Ander Michelena y Beatriz González (d).

Entre los proyectos de Crowdcube, el 26% son iniciados por mujeres, una proporción pequeña pero mayor que las de las redes de business angels donde, según García Espejo, apenas es del 9%. "La emprendedora crea productos y servicios más orientados a la mujer, los niños, el trasfondo social, que se salen de la zona de confort del inversor", agrega.

"Cuanta más representación femenina haya en los fondos de capital riesgo, más se va a invertir en mujeres emprendedoras. Lo tengo clarísimo", sentencia.

El factor de la educación y la conciliación

Aunque es una respuesta repetida, no por ello es menos cierta: la educación es clave para modificar esta situación y que haya más mujeres entre las fundadoras de startups y las inversoras en compañías emergentes.

"Es muy importante porque seguimos viendo el mundo financiero como un mundo de hombres y nos cuesta entrar porque no estamos tan cómodas. Es normal que, si cuando vas a un evento, todos son todos hombres, te sientas excluida", reflexiona la responsable de Crowdcube en España.

Ana Sancho, CEO y fundadora de Pequeños Amos de Casa

Ofrecer ejemplos de mujeres emprendedoras e inversoras es importante pero, para García Espejo la caja de Pandora es la conciliación.

"Es increíble todo lo que hay por hacer ahí. Ya no es un tema de empresas, sino de casa, de una tradición, de una educación en una masculinidad nueva que es necesaria. Las empresas tienen mucho por hacer, cuando un hombre considera raro coger una baja de paternidad, o no poder flexibilizar la baja de la mujer", reflexiona.

"Hablamos mucho de innovación, pero dentro de innovar en este tema no se hace nada y probablemente no se hace porque los que están ahí arriba son hombres", subraya.

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