La demanda de cámaras 'vintage' crece entre los 'millennials' y la generación Z en plena efervescencia del metaverso: “Buscan la experiencia de tomar una foto, no de que lo haga todo el móvil”

Una chica joven con una cámara de fotos antigua.
Una chica joven con una cámara de fotos antigua.

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  • En pleno auge del metaverso, la inteligencia artificial o la realidad virtual, muchos jóvenes se decantan por tecnología de otra época, como la de las cámaras de fotos antiguas.
  • "Les atrae un poco lo desconocido, y también que hay una vuelta generalizada al tema vintage", comentan desde el sector.
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El concepto del metaverso lleva más de dos meses acaparando todos los focos para las grandes tecnológicas, empezando Facebook y extendiéndose a Microsoft, Disney o incluso Telefónica. Pero, mientras el discurso de las multinacionales se centra en esta especie de universo paralelo, está creciendo la demanda de cámaras de fotos antiguas, especialmente entre los jóvenes millennials y de la generación Z

¿Cómo es posible?

Muchos de estos jóvenes quizás hayan llegado a un punto de fatiga tecnológica después de pasarse los días pegados a todo tipo de pantallas. Así que más de uno ha decidido intercambiar el teléfono móvil que lleva en el bolsillo por una cámara Leica de los años 60, una Polaroid vintage o similares.

Es una moda que pensaba que iba a entrar y salir, y ya llevamos así dos o tres años. Viene mucha gente de 30 años también, pero sobre todo chavales jóvenes, ha habido una explosión ahí, de entre 18 y 25 años", resume Mario González, gerente de Fotojoma, una tienda de fotografía ubicada en Barcelona.

"Supongo que a los chavales les gusta la experiencia, y que la foto digital no tiene nada que ver con el analógico, tiene otra textura”, añade.

González explica que a los jóvenes les da igual el modelo o marca de la cámara. "Ellos quieren hacer fotos, da igual que sea la cámara de su abuela o de su padre, y si no tienen, compran cámaras de usar y tirar”.

El metaverso, la inteligencia artificial o ‘la economía del creador’ serán los motores de las tendencias tecnológicas en 2022

José Miguel dirige la tienda antigüedades Matusalén, en Salamanca, y comenta que los jóvenes compran las cámaras porque lo que quieren es hacer fotos con ellas para blanco y negro. “Hacen casi mejores fotos que las de ahora, cierto que luego las retocas, pero foto como tal… los cristales de una Kodak antigua son mejores que de las de ahora”.

"Para una persona de 30 años hay que tener en cuenta que una cámara normal de los años 50 o 60 es antigua", añade.

También destaca el proceso de realizar una fotografía con una cámara antigua: “Es como el momento de ponerte a oscuras para revelarlas sin saber si te van a salir, toda esa experiencia tiene que gustar”.

“El coleccionista joven, de 25 a 32 años más o menos, no va a las cámaras de fuelle, tendrán alguna para tenerla en casa a modo de decoración porque son bonitas, pero las de los años 50 sí se encuentran a buenos precios y las utilizan”, concluye.

Algunos investigadores dirían que la respuesta a esta vuelta al pasado está en el ciclo de 20 años de nostalgia. Otros defienden la "regla de oro de los 40 años", argumentando que "el lugar principal de la nostalgia es siempre lo que sucedió, o se cree que sucedió, en la década entre los 40 y los 50".

Que los más jóvenes no conozcan cómo se hacían antes las fotos es otro de los motivos que les atraen 

Antonio del Solar tiene una tienda con su mismo nombre en Madrid, y coincide con las palabras de sus compañeros de profesión:

“La novedad para ellos es ver que había otros sistemas antes de lo digital. La cámara que más se vende ahora es la que no requiere grandes conocimientos, que quitas la tapa, disparas y haces la foto". 

"No obstante, también hay una parte de gente joven que viene y que sabe lo que es realmente. Quieren cámaras en las que intervengan ellos al 100%. Ellos presumen luego de que han hecho esa foto, no el equipo, buscan la experiencia de hacer una foto, no que lo haga todo el móvil”, agrega.

En Salamanca, Antonio Pierna dirige la tienda Antigüedades rústicas y técnicas Elpienna, y asegura que “yo vendo online y en diciembre sí ha habido un repunte, pero el resto del año se mantiene”.

Pierna apunta que entre las cámaras que más se venden están modelos de la marca Leica o las cámaras de fuelle “de toda la vida”.

La vuelta a lo vintage, un concepto genral que se extiende más allá de la fotografía

La llegada de la pandemia de COVID-19 también ha provocado que muchos jóvenes hayan intentado distanciarse de sus pantallas, algo que las grandes tecnológicas han visto como una oportunidad. Han propuesto una realidad virtual de la que nunca tienes que abandonar: el metaverso.

Pero a pesar de los intentos de las big tech como Facebook por impulsar esta web 3.0, los vendedores de antigüedades aseguran que la tecnología de nuestro pasado ha llegado para quedarse. 

Desde Valencia, María José González, de la tienda Fotoastro González, tiene claro que hay un boom: “Creo que les atrae un poco lo desconocido, y también es que hay una vuelta generalizada al tema vintage. La ropa se recicla más, los vinilos se utilizan más, incluso la comida se hace más a fuego lento…es un concepto general”.

Además, añade que “la sensación de expectativa y de ilusión que te genera disparar y no saber qué ha salido… en cambio, con un móvil según disparan ya están viendo la foto. A partir del momento en que la ves pierde la importancia”.

González coincide con el perfil de edad que más está demandando este tipo de productos: “Creo que es como de 20 a 30 años, aun así yo tengo clientes de todas las edades”.

“Nosotros llevamos toda la vida haciendo esto, ahora estamos en un subidón, pero ha habido muchos bajones, por ejemplo en mi tienda en 2013 tenía 10-12 carretes, y ahora puedo tener más de 800 o 900 y miles de tipos diferentes”, concluye María José González.

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