Si caminas mirando el móvil, eres responsable del caos, el desorden y la lentitud que se genera en una multitud, según un nuevo estudio

multitud caminando

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  • Si caminas mientras consultas el móvil, probablemente seas un agente del caos. 
  • Un nuevo estudio revela que las personas que prestan atención a su móvil mientras pasean entre una multitud son los causantes de que el ritmo sea más lento y se genere desorden al privar de referencias visuales a los demás. 
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Si caminas mirando el móvil, probablemente solo quieres ver el mundo arder. 

Esa es la conclusión a la que ha llegado un experimento liderado por Hisashi Murakami, que hizo caminar a varios grupos de personas con o sin smartphone para ver cómo reaccionaban en el momento de cruzarse. 

Un reportaje de The New York Timesse hace eco de este curioso estudio realizado por el profesor del Instituto de Tecnología de Kioto (Japón) y que se realizó en la Universidad de Tokio. Se preguntaban qué pasaría si una persona no presta atención a lo que le rodea al caminar. 

Las personas usan infinidad de señales visuales para anticipar hacia donde irán otros en una multitud y, con esta idea en mente, se planteó qué ocurriría si se interrumpiera la atención de estos detalles visuales en varios grupos de estudio. 

En primera instancia, Murakami dividió a los estudiantes en dos grupos, cada uno a un lado del trayecto y formaron carriles para que el cruce entre ambos grupos fuese sencillo. Como era de esperar, esta actividad se realizó sin esfuerzo y de manera casi instantánea. 

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Una vez superado el primer paso, los investigadores pidieron a tres de los estudiantes que realizasen una simple tarea en su móvil mientras caminaban. Una acción simple, tan solo una suma, pero lo suficiente para que no prestasen atención a lo que tenían delante. 

¿El resultado? Simple: cuando iban en la parte trasera de la multitud no influyó demasiado pero, cuando los pusieron al frente, notaron cómo estos estudiantes distraídos redujeron de manera dramática el ritmo del grupo y requirió más tiempo crear carriles despejados. 

Además, las personas con el móvil tampoco se movían de manera fluida: daban grandes pasos hacia los lados o esquivaban los obstáculos de una manera poco natural. Lo más curioso es que ese pequeño grupo de tres personas era capaz de cambiar el comportamiento de una multitud de más de 50 personas. 

Como es lógico, al privar de señales visuales al resto de la multitud, no queda bien claro hacia dónde se va a dirigir esa persona que mira el móvil y genera un caos absoluto sin saber que él es el culpable principal de que el ritmo de la caminata sea más lento. 

Ahora, Murakami está interesado en experimentar cómo camina una persona al lado de la otra y cómo los movimientos oculares pueden ayudar a mejorar el tráfico en una vía peatonal. 

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