Cargar un coche eléctrico en 3 minutos sería posible con la carga cuántica, según una investigación

Un usuario a punto de cargar un vehículo eléctrico
Un usuario a punto de cargar un vehículo eléctrico

Reuters

Reducir el tiempo de carga es un elemento clave para aumentar la adopción de los vehículos eléctricos. Esta carrera está despertando investigaciones científicas de muy diverso tipo, y una de ellas, tan prometedora como lejana aún en el tiempo, tiene que ver con la carga cuántica.

Se entiende como carga cuántica, o baterías cuánticas, a aquellas que utilizan los principios de la mecánica cuántica para ampliar las capacidades de las baterías, por ejemplo requiriendo un menor tiempo de carga.

A principio de este año, científicos de la Universidad de Adelaida (Australia) probaron en concepto de superabsorción cuántica, cargando a través de un láser pequeñas microcavidades en las que fueron ubicando moléculas. Sus conclusiones fueron que conforme ubicaban más moléculas, el tiempo de carga disminuía, lo cual abre la puerta a una batería capaz de guardar energía y a la vez extraer energía de la luz ambiental.

Otro paso en este campo lo acaban de dar a conocer los científicos del Instituto de Ciencia Básica de Corea del Sur, que han conseguido probar con cálculos numéricos que en las baterías cuánticas las celdas pueden cargarse de forma simultánea, según el artículo académico publicado en la revista Physical Review Letters que adelanta Eurekalert.

Coche eléctrico

Esto supone, en sentido práctico, una diferencia sustancial con las baterías actuales, cuyas celdas se cargan de forma consecutiva y no simultánea, que puede llevar a disminuir el tiempo de carga de una forma espectacular: para una batería de 200 celdas de un coche eléctrico, que necesitaría unas 10 horas de carga en un dispositivo doméstico, pasaría a cargarse por completo en 3 minutos.

En una estación de carga rápida, el resultado podría ser incluso superior, llegando a tiempos de carga de apenas segundos, lo que pondría por primera vez la carga eléctrica por delante incluso del repostaje de combustible en cuanto a tiempo empleado.

Las consecuencias de estos cálculos matemáticos, que aún tienen que llegar al terreno de la experimentación básica, así que tienen un amplio recorrido por delante, irían mucho más allá de la movilidad eléctrica: por ejemplo para la energía nuclear de fusión, la tecnología limpia que la ciencia lleva décadas investigando, sería muy útil una batería capaz de cargarse y descargarse de forma rápida.

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