Cataluña tiene un plan (y mucho dinero) para resolver su grave crisis hídrica y no depender de la lluvia
- Cataluña prevé destinar 2.300 millones de euros hasta 2040 a solucionar sus problemas crónicos de escasez de agua.
- Según datos de la Agencia Catalana del Agua, este lunes 2 de septiembre, las reservas en cuencas internas se encuentran al 30,14% de su capacidad, una cifra mejor que el año pasado, pero por debajo de la media del último lustro.
Cataluña lleva un año negro en lo tocante a la sequía —las autoridades la describieron como la peor de la historia moderna—, pero en realidad ha encadenado cuatro ejercicios de grave escasez hídrica, a los que su Gobierno quiere poner fin con un ambicioso presupuesto y un paquete de medidas. El objetivo es claro: no depender de las lluvias.
Un análisis realizado en The Conversation por el profesor de ingeniería forestal y cambio global en la Universitat de Lleida Víctor Resco de Diosa punta a que el escenario de emergencia hídrica que se vive en parte de Cataluña no es inesperado, sino que se viene fraguando en las últimas décadas.
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Y para ello expone varios factores, mucho más allá de la reciente falta de lluvias, que se debería entender como la última estocada a un problema de fondo: la escasez hídrica nacería de la convergencia entre el abandono rural y el consiguiente crecimiento excesivo de la vegetación con el cambio climático. Por ejemplo, debido a la sequía, más del 10 % de los árboles de la Cataluña central están muertos y este porcentaje asciende al 30-40 % en zonas de prepirineos.
Según datos de la Agencia Catalana del Agua, este lunes 2 de septiembre, las reservas en cuencas internas estaban al 30,14% de su capacidad. El volumen total de los pantanos en Catalunya se sitúa ahora en los 209,30 hm3, una cifra mucho mejor que la del pasado año 2023 (165,97), pero por debajo de la media del último lustro.
Para solucionar los problemas crónicos de escasez de agua, Cataluña pretende destinar 2.300 millones de euros hasta 2040, con el fin de “garantizar la seguridad hídrica y dejar de depender de las lluvias”, recoge Euronews. La estrategia actualizada de gestión del agua fue presentada la semana pasada por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa.
"Pasamos de un modelo de gestión lineal a uno circular"
La mitad del pliego irá a parar a proyectos, como la construcción de una nueva planta desaladora de agua de mar en el norte de la Costa Brava, que tendrá un coste aproximado de 200 millones de euros y para la que se cooperará con el Gobierno español.
Otro proyecto desviará las aguas residuales del río Besòs al río Llobregat para que se puedan utilizar allí mientras se construyen las depuradoras del Besòs. También se adelantan las obras de las depuradoras de Mataró y Figueres para ayudar a recargar los acuíferos y para su uso en la agricultura.
“Pasamos de un modelo de gestión lineal a uno circular”, anota la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Silvia Paneque, subrayando que gran parte del agua prepotable acaba en el mar.
El nuevo paquete de medidas debería permitir que en 2027 el 70% del agua que consume Cataluña proceda de fuentes distintas a los embalses. Actualmente, solo el 33% del agua que consume la región procede de fuentes distintas a la pluvial. Por tanto, se duplicaría la cifra y se reduciría con creces la dependencia del agua procedente de las precipitaciones.
Otra de las principales novedades con respecto a los planes anteriores es la existencia de planes para transportar las aguas residuales del Besòs al Llobregat para potabilizarlas y distribuirlas. También se invertirá dinero en reparar las tuberías con fugas de largo plazo que afectan a las ciudades de Badalona y Santa Coloma de Gramenet y alrededores.
Eso sí, no contempla multas para los municipios con un consumo excesivo de agua.
Según datos de EFE recogidos por La Vanguardia, la Federación de Viveristas de Cataluña —que agrupa a más del 80% de la producción y comercialización de sus plantas vivas, representando 173 viveros, que cultivan 2.000 hectáreas y exportan el 26% de la producción— daba el visto bueno a esta nueva hoja de ruta aprobada por el Govern.
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