El CEO de Odilo anticipa un gran reto tecnológico en el aula: "La experiencia del usuario no puede ser peor que en el entretenimiento"

Que la tecnología ha llegado a las aulas para quedarse es algo que parece haber dejado claro la pandemia. 

Así lo cree Rodrigo Rodríguez, CEO de Odilo, empresa española especializada en plataformas digitales para centros educativos y empresas, en el X Smart Business Meeting organizado por Business Insider España.

De acuerdo a las tendencias extraídas por Odilo en cada uno de los países en los que tienen presencia la compañía, desde el estallido del brote de coronavirus el incremento a nivel de usuario y de acceso a contenidos digitales "está siendo muy alto". También en lo público, donde se está "yendo a un crecimiento de uso mucho mayor que el esperado y que el de hace 1 o 2 años", remarcó su CEO. 

Eso no significa que todo esté ya hecho. La entrada de la tecnología en la formación permitirá un aprendizaje cada vez más personalizado y accesible. Y conseguirlo supone, en opinión de Rodríguez, poner el punto de mira en lo que ya han hecho las grandes plataformas con el entretenimiento.

"A nivel tecnológico, la experiencia de usuario no puede ser peor que en entretenimiento o en música", subrayó. Es camino por el que deben evolucionar las plataformas educativas en los próximos años.

Desde su punto de vista, estas deben aspirar a ser un Netflix educativo que logre motivar al alumno a través de una experiencia de usuario sencilla y un contenido cada vez más individualizado.

"La tecnología tienen que ir ahí, a que la información vaya hacia él [alumno]. Que no busque, que te encuentre, que te conozca, que sepa cuál es tu nivel y que te lo haga atractivo. Luego que se adapte a ti: si soy un alumno que tengo un interés alto en un área [...]  Que la performance me esté dando constantemente contenido y me lo adapte", aseguró.

Para el directivo, la tecnología en el aula no debe centrarse únicamente en satisfacer al alumno. Debe aspirar a ser una herramienta clave para todos los que "son parte del proceso formativo".

"Lo que va a funcionar y lo que van a querer los colegios es que el profesor sea lo más eficiente posible en su trabajo, que los padres estén informados y participen y que el alumno esté motivado", resumió.

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Por ello, mientras que en el lado del estudiante la evolución es hacia la sencillez y la individualización de la experiencia, en el ámbito del profesorado las plataformas educativas debe aspirar a ofrecer datos de usuarios capaces de hacer prever el desarrollo y la evolución del alumnado.

"Facilitar su trabajo dándole datos que le permitan ver cómo funciona cada alumno, qué necesidad tiene antes de que vaya mal y poder prever ese aprendizaje", auguró Rodríguez. 

Creación de experiencias digitales

Pero llegar a este futuro de la educación 4.0. supone superar antes los desafíos a nivel de aprendizaje que aún existen. Son, para el directivo, bastante globales y vienen de manera generalizada desde el lado docente.

Los datos de Odilo muestran que, aunque los profesores que se han acercado a su tecnología son bastante activos a la hora de generar contenido digital en el aula, el porcentaje de docentes que muestra interés por lo digital "no es tan alto" como les gustaría que fuera.

"Hay un reto que tenemos que trabajar: que el porcentaje de docentes que están creando experiencias digitales de forma proactiva no es tan alto como nos gustaría que fuera. Es decir, todavía hay miedo de algún docente a entenderlo, pero luego sí hay un porcentaje altísimo de sherpas", explicó.

Así, en "la media de experiencias de aprendizaje creadas por docentes estamos, de los proyectos que tenemos en Europa en el sector público, los primeros. Se están haciendo muchísimas cosas", enfatizó.

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"Mirándolo a nivel global, el reto que hay es el de acercarles y que se pierda un poco ese miedo", consideró Rodríguez.

Pero, ¿cómo superar este gap? 

En opinión del experto en Educación y profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), Ismael Sanz Labrador, a través de una estrategia que no solo busque incentivar la formación del profesorado, sino también otorgar mayor autonomía a los centros permitiéndoles crear sus propias estrategias digitales.

"Tenemos muy buenos profesionales, pero en España se toman muy pocas decisiones a nivel de centro educativo; están muy centralizadas en las comunidades autónomas", afirmó.

El sistema educativo español necesita, por tanto, un cambio.

"Tenemos que dar la posibilidad de que cada centro configure su propio proyecto y que cada uno aborde la inclusión de los recursos digitales de forma diferente", instó.