Han pasado 100 años desde que existiera alguien como Elon Musk: esta es la razón por la que eso es tan desconcertante

Elon Musk presenta la segunda generación del Tesla Roadster, el 16 de noviembre de 2017.
Elon Musk presenta la segunda generación del Tesla Roadster, el 16 de noviembre de 2017.Tesla
Opinión
  • Elon Musk, CEO de Tesla, se parece más a un empresario del automóvil de la vieja escuela que a un gestor de negocios moderno.
  • Su personalidad es coherente con lo que siempre se necesita para fundar una compañía de coches, pero a muchos no les resulta familiar porque nadie se ha aventurado a lanzar una empresa fabricante de vehículos, que haya sido importante, en décadas.
  • Si tuviéramos acceso a una máquina del tiempo, podríamos volver a principios del siglo 20 y encontrarnos a muchas más personas del estilo de Elon Musk.
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Si dispusieras de una máquina del tiempo y tuvieras la capacidad de transportarte a finales del siglo XIX, te toparías con un mundo que todavía se movía a caballo, pero que quedó cautivado por un nuevo descubrimiento: el automóvil.

El coche era el internet de finales de 1800 y principios de 1900, puesto que atraía un volumen emprendedor enorme, al lanzarse cientos de nuevas compañías y que era capaz de transformar un centro de envíos de mensajería en Motown, el epicentro de lo que se convertiría la industria automotriz.

El negocio del automóvil ahora es muy distinto. Ford y General Motors se fundaron hace más de 100 años. También, Upstart Toyota ha estado desarrollando vehículos desde la década de 1930. Incluso, Ferrari lleva presente desde 1939, vendiendo deportivos desde finales de los cuarenta.

Los fabricantes de automóviles operan a gran escala en distintas zonas horarias internacionales, dan trabajo a cientos de miles de personas y venden millones de vehículos anualmente. Ya no los pueden dirigir mentes visionarias, aunque sean valiosas, porque estas no son buenas para mantener el ritmo atroz de unos conglomerados empresariales tan enormes.

Esta es la razón por la que el CEO de Tesla, Elon Musk, es tan peculiar. Su personalidad no es tan diferente que la de aquellos empresarios disruptivos de la década de 1900 que querían poner un motor en un carro y hacer que la gente se moviera sin tener que tirar de un caballo. Para los veteranos de la industria, para los críticos de Wall Street y para los más exigentes con Musk, es algo que puede no llegar a encajar.

Pero esto no es algo habitual si observamos la historia de los fundadores de las compañías de automóviles. De hecho, es bastante fiel. He aquí el por qué:
 

1. Tienes que estar loco para iniciar una compañía de coches. Y quiero decir "como un cencerro".

Tesla CEO Elon Musk
Tesla CEO Elon MuskAP

Por supuesto que no quiero decir una locura, pero si tienes la intención de aterrizar en la industria automotriz con una nueva marca, debes desafiar las probabilidades, la sabiduría convencional y, probablemente, el consejo de todos los que no quieren que pierdas cada céntimo e, incluso, la camisa, como se dice coloquialmente.

Ha pasado más de un siglo desde que que la fiebre del emprendimiento en todo el mundo nos trajo los primeros coches. La creatividad desenfrenada y la toma de riesgos estaban a la orden del día por aquel entonces, y cientos de personas querían participar de la acción. Imagínate un mundo lleno de docenas de Elon Musks.

Hoy en día, todavía hay algunas personalidades serias en el negocio de los automóviles, pero la industria es tan grande y global que las habilidades gerenciales necesarias para desarrollarla recompensan a los poseedores de un título MBA más que a los "locos".

2. Los coches son realmente máquinas de sueños.

2. Cars really are dream machines.
Tesla

Cuando Jim Hackett se convirtió en CEO de Ford hace unos años, se dio cuenta de que provenía de un sector no vinculado a la automoción, por lo que necesitaba mejorar sus conocimientos sobre el negocio.

Habló con mucha gente, y una de las principales experiencias que extrajo le dejó huella: a las personas realmente les encantan los vehículos y emplean una inversión emocional en ellos.

Hacket lo sabía, pero no hasta qué punto esa pasión podría definir la relación de sus clientes con los productos de Ford.

Esto es algo de lo que Musk tomó buena nota. Se propuso producir vehículos que los propietarios pudieran adorar, y lo consiguió. Tesla puede tener sus problemas, pero construir "máquinas de sueños" no es una de ellos.

Durante años, antes de que aparecieran Musk y Tesla, la gente quería coches eléctricos espectaculares y que estuvieran disponibles, pero la industria no podía hacerlos. Eran un sueño. Tesla los hizo realidad.

3. El mayor trabajo de Musk es el de jefe de marketing de Tesla.

¡Todo está bien!
¡Todo está bien!Mike Blake/Reuters

Musk es uno de los CEOs con mayor conocimiento técnico en la industria del automóvil, al menos en lo que respecta a los coches eléctricos. También tiene buenas nociones de cohetes espaciales, dado que es el máximo responsable de SpaceX. En este sentido, puedo decir con total seguridad que ningún otro consejero delegado dentro de esta industria tiene la capacidad de afirmar que es un científico espacial o algo parecido. 

Musk tampoco está en desventaja en el terreno operativo como piensan algunos de sus críticos. Su problema no es que no entienda cómo se construyen y se venden los vehículos; es que es demasiado ambicioso para mejorar un proceso de fabricación que la compañía podría no necesitar.

Pero la verdad es que su trabajo real, y el más importante, es el de vendedor de coches.

El único otro alto ejecutivo en las últimas décadas que fue tan efectivo como Musk fue Lee Iacocca, que dirigió a Chrysler en los años ochenta. No obstante, el mundo de los negocios se ha olvidado de este gran personaje de la vieja escuela.

Gran parte de este olvido se debe a que el tipo que encarnaba Iacocca no era eficaz para supervisar a los fabricantes de automóviles más grandes y globales del siglo XXI. Los directivos deben ser futuristas y diplomáticos, dejando a un lado las dificultades que puedan tener.

Musk es puramente un futurista, pero rara vez actúa como un diplomático. Su objetivo principal es vender tantos Teslas como pueda, para terminar con la dependencia del ser humano de los combustibles fósiles.

4. Henry Ford, Enzo Ferrari y Lee Iacocca no tuvieron que lidiar con Twitter.

Enzo Ferrari, right.
Enzo Ferrari, right.AP

Ni Iacocca, ni Henry Ford, ni Enzo Ferrari han tuiteado nunca.

De hecho, ninguno de los grandes visionarios de la industria automotriz, con todos sus defectos y fallos, tuvieron que preocuparse por los medios de comunicación o de Internet cada día de la semana. Cuando Iacocca estaba dirigiendo Chrysler, había básicamente tres canales en la red de la televisión en abierto.

Cuando Henry Ford fundó la compañía, la radio era una novedad.

Y a Enzo Ferrari no se le conocía como "Commendatore" porque pasase mucho tiempo preocupándose por los trolls de Twitter.

5. Las compañías de coches no han sido verdaderamente interesantes en mucho tiempo.

Tesla CEO Elon Musk
Tesla CEO Elon MuskMaurizio Pesce / Wikimedia Commons

Hay excepciones, por supuesto. Lamborghini y Ferrari aún pueden causar emociones positivas. Fabricantes más exóticos como Pagani también han tomado ese camino. Pero las compañías de automóviles de las últimas décadas se han basado más en los procesos y la gestión que en las emociones provocadas al consumidor.

Los vehículos de Tesla tienen que ver mucho con las emociones, incluso si no son particularmente extravagantes. Claramente son rápidos, a veces más que los grandes deportivos, y simbolizan el futuro.

Esta situación está cambiando. Tesla vende más vehículos a personas que pertenecen a clases menos adineradas. Se aleja de coches tipo el Roadster original y se centra en otros modelos como las camionetas.

Pero la historia sigue. Y Musk es el conductor.

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