Cerca de la desaparición del coche convencional en EE.UU.

• Ford ha anunciado que dejará de vender sus últimos modelos tipo berlina en EE.UU. para la siguiente generación. 
• FCA ya había abandonado ese segmento que, en EE.UU. es reducido y está dominado por las marcas asiáticas. 
• El peso de las berlinas en el mercado español cayó desde más del 20% en 2007 a menos de 10% en 2017. 

A pesar de que es ahora cuando parece ser noticia, en realidad hace mucho que se acerca la desaparición del coche convencional. Al menos para los nacidos en el siglo XX, este han sido las berlinas, el tres volúmenes de siempre. El hecho que ha lanzado el aviso es el anuncio de Ford en EE.UU. donde el histórico fabricante de Detroit ha decidido no incluir vehículos tipo sedán en su gama desde la próxima generación. Aquí puedes ver cuáles fueron los coches más vendidos en el mercado norteamericano en 2017.

El Ford Fusion —el equivalente a nuestro Mondeo— se quedó en el puesto 19 de ventas el año pasado en ese mercado y ahora su fabricante ha decidido que no habrá una próxima generación. Y no es que en EE.UU. la venta de berlinas haya caído tanto como en España lo hizo en los años más duros de la crisis, sino que allí quienes copan las primeras plazas de la categoría son desde hace bastantes años Honda y Toyota.

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Aunque cada año las cifras bajan, hasta Nissan vende más turismos convencionales que Ford en su país natal. Sin embargo, Ford consiguió en el primer cuarto de año unas cifras claramente positivas y espera alcanzar el 8% de rentabilidad para el ejercicio 2020, dos años antes de lo que esperaba según su actual plan de negocio. El mismo plan por el que deberá ahorrar hasta 25.800.000 millones de dólares en cinco años. 

Y recortes así no se consiguen siendo sentimental con productos que para una compañía ya no son rentables, ni estratégicos. Hace unos día, Ford anunció que no seguirá produciendo el Fusion, el Fiesta y el Taurus. Es decir, los tres sedanes que quedan en la gama de la marca en EE.UU. que, por otro lado, recoge entre SUV y pick-up el 90% de sus ventas en ese mercado. 

En EE.UU. y en todo el mundo, a cualquier fabricante le sale mucho más rentable vender un vehículo con aspecto de SUV que una berlina tradicional. Puede que para fabricar un crossover haga falta algo más de materia prima, pero también es verdad que los conductores están dispuestos a pagar de media un 25% más por cualquier coche con aspecto campero y eso está haciendo engordar los márgenes que consiguen sus productores. 

Sin embargo, marcas como Kia están haciendo el camino hacia la inversa con el lanzamiento de un modelo como el Stinger. Sin embargo, en su caso, más que volumen lo que persiguen es cambiar su imagen de fabricante de coches baratos a tener un cariz más premium. Y eso, según los coreanos, se consigue como con ninguna otra cosa poniendo en el mercado una berlina deportiva con un diseño atractivo y buena dinámica.

Y qué pasa en España

Y esta es una tendencia global que también se ve en España. Aunque aquí lo que se llevó por delante gran parte del mercado de las berlinas, además de las tendencias globales, fue la crisis. Si en 2007, con un mercado de 1,5 millones de turismos, se vendieron 188.276 sedanes, esa cifra había bajado a 78.653 unidades para 2012 con un mercado de turismos en mínimos de 700.562 unidades, según los datos de Aniacam. 

En 2017, después de tres años de tenue recuperación económica y con 1.241.540 turismos vendidos, solo 74.563 fueron berlinas. También las ventas de compactos bajaron un 65% entre 2007 y 2012, pero luego han recuperado la mitad del terreno perdido, las berlinas no. Esto se debe a que ese espacio en el mercado lo ocupan ahora los SUV compactos y los del segmento B. 

De los primeros, en 2007, año de llegada del Qashqai al mercado, se vendieron solo 4.844 unidades y de los SUV pequeños ni una sola porque es una categoría que nacería oficialmente en 2010, con la llegada del Nissan Juke. En 2017, aunque Nissan sigue sin contar las ventas del Qashqai entre los SUV compactos, esta clase vendió 279.254 unidades y se entregaron 89.744 unidades de SUV del segmento B, los más pequeños. Abajo puedes ver un gráfico que resume el mercado de venta de turismos en Europa en 2017, prácticamente solo subieron los segmentos en los que hay gran oferta de coches tipo SUV.

Se ha dicho que la decisión de Ford, que solo dejará para el mercado de EE.UU. al Mustang y al Ford Fusion familiar como rastro de los coches de tres volúmenes de toda la vida, podría llevar a la desaparición del Ford Mondeo en Europa. En el viejo continente, la berlina por excelencia de Ford ha caído en ventas un 17% en lo que va de año. En 2017, solo se vendieron 2.567 Ford Mondeo en España.

Sin embargo, la posición oficial de la compañía es que el Ford Mondeo sigue siendo un modelo clave para la marca en Europa. Esperemos que sea así por que se fabrica en Valencia, o se ha fabricado, porque en 2017, según Reuters, la empresa comunicó a los suministradores que movería la producción de este modelo a China, que como puedes ver abajo es y será el primer mercado del mundo y donde, además, las berlinas son los coches más populares. 

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En todo caso, Ford desmintió que vaya a llevarse la producción del Mondeo a China, es más, durante el pasado Salón de Ginebra la marca anunció que la próxima generación de su berlina seguirá fabricándose en España a partir de 2019. De hecho, la marca del óvalo ya vende el Mondeo en ese mercado, y en lo que va de año ya ha entregado allí casi 17.000 unidades. Pero lo cierto es que desde hace cinco años, las marcas que quieren jugar en los primeros puestos también en el mercado europeo deben disponer de un modelo tipo SUV en cada uno de los segmentos a los que, por ahora, ha llegado esta configuración. 

Por otro lado, aunque siempre se ha acusado a estos vehículos de ser más pesados y de carecer de sentido, de ahora en adelante, quizá hagan más fácil la generalización del coche eléctrico. Sitio tienen debajo de su piso para llevar baterías y si algo ha demostrado el éxito de los SUV en EE.UU. y Europa es que a la gente, en general, le gusta ir sentado un poco más arriba que el resto.