China cree que los satélites Starlink, de Elon Musk, son una amenaza para el país, aunque el magnate mantiene su buena relación con el gigante asiático

Elon Musk, CEO de Tesla, durante un presentación en la fábrica de la compañía en Shangái (China), el 7 de enero de 2019.
Elon Musk, CEO de Tesla, durante un presentación en la fábrica de la compañía en Shangái (China), el 7 de enero de 2019.

Reuters

  • Un grupo de investigadores del Instituto de Rastreo y Telecomunicaciones de China ha publicado un estudio al que ha tenido acceso South China Morning Post y en el que se señala a Starlink, la red satelital de Elon Musk, como una amenaza para el país.
  • Sin embargo, el multimillonario sigue manteniendo buenas relaciones con China, sobre todo, mediante Tesla, cuya propiedad en el territorio es del 100% para Musk –las empresas extranjeras han de tener un socio local al 50%–.
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Elon Musk, el propietario de Starlink, una de las redes satelitales más grandes del mundo, conoce de primera mano lo que la tecnología puede hacer en un contexto bélico. Un ejemplo de ello es su participación activa en la guerra en Ucrania.

Después de que un responsable del Gobierno ucraniano escribiera un tuit dirigido al magnate, Musk respondió casi al momento, confirmando su activación en el territorio en guerra.

Así, política y tecnología parecen tener caminos comunes. El rastro de Tesla, compañía también de Musk, en China también es un claro condicionante de que el multimillonario tiene que hacer frente a cuestiones que van más allá del propio negocio.

Por ejemplo, mientras que en Estados Unidos Musk ofrece la imagen de empresario polémico en sus declaraciones sobre diferentes personalidades de la política, en China da la de persona conciliadora.

Tanto es así que Tesla es la única compañía en China que es propiedad de Musk al 100% en China –para las empresas extranjeras es necesario contar con un socio local al 50%– y se lleva especialmente bien con Xi Jinping, el presidente del gigante asiático.

Si la economía de China sigue tambaleándose, no sólo caerá Pekín: el mundo entero se derrumbará con ella

De esta forma, Musk irritó a Washington al abrir una tienda en Xinjiang, una región donde el Gobierno de China está llevando a cabo un genocidio contra la minoría uigur, de religión musulmana. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, ya prohibió las importaciones desde esta zona.

A Musk parece no importarle dicha situación política. Sin embargo, China ya está observando alguno de los negocios del magnate de cerca, como el programa de satélites Starlink.

China cree que Starlink es un peligro para el país

Un grupo de investigadores del Instituto de Rastreo y Telecomunicaciones de China, liderado por Ren Yuanzhen, ha publicado un estudio en la revista Modern Defence Technology –al que ha tenido acceso South China Morning Post, ha categorizado Starlink como amenaza.

Según los autores, una de las mayores preocupaciones es que los satélites Starlink pueden cambiar rápidamente de órbita mediante propulsores iónicos como medida ofensiva. Cabe destacar que, además, la compañía tiene contratos privados con el Departamento de Defensa de Estados Unidos.

"Habría que adoptar una combinación de métodos para hacer que algunos satélites Starlink pierdan sus funciones y destruyan el sistema operativo de la constelación", han detallado los científicos.

En definitiva, los autores han concluido que China necesita más sistemas de vigilancia para detectar dichos cambios, sin abogar por una "muerte dura" de Starlink. A partir de ahora, habrá que ver la relación de Musk y China, así como la evolución de Starlink en el país.

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