China se plantea eliminar el límite de hijos, pero probablemente no tenga el impacto que espera

Xi Jinping, presidente de China
  • China está considerando acabar con el límite de dos hijos, según algunas informaciones publicadas.
  • El país se enfrenta a una crisis demográfica y al envejecimiento de su mano de obra.
  • Sin embargo, algunos de los analistas dudan de que el cambio de política surta efecto.

Mientras China considera elevar el límite de natalidad en el marco de sus esfuerzos por dar el relevo a una mano de obra que está envejeciendo, los analistas continúan manteniéndose escépticos.

Según Bloomberg, el Consejo de Estado chino está planeando terminar con su límite de dos hijos por familia, un cambio que podría indicar un incremento de la preocupación hacia una crisis demográfica que lleva cerniéndose sobre el país durante años.

China ha regulado durante décadas el número de hijos que puede tener cada familia, un controvertido sistema que ha reducido la natalidad hasta ser una de las más bajas del mundo y que ha empujado a la segunda economía del mundo hacia una escasez en la mano de obra. El Gobierno chino estima que la población activa bajará un 25% en el año 2050, hasta dejarla en los 700 millones de personas.

Pero los analistas dudan de que los legisladores puedan revertir la trayectoria del crecimiento de la población en el país, que según dicen está influenciada por factores externos. Entre ellos se incluyen el alto coste de la vida y la búsqueda de objetivos profesionales en las zonas urbanas de China, según los analistas de investigación de Credit Suisse Vincent Chan y Pearl Xu. 

"Si el factor clave del descenso de las tasas de natalidad es que las familias retrasan tener hijos porque las mujeres prefieren centrarse en sus carreras profesionales o porque las parejas consideran que los costes de criar a un hijo son prohibitivos, darles permiso para tener un tercer hijo no tendrá un gran impacto", afirma el economista de Capital Economics especializado en China, Julian Evans-Pritchard.

"Después de que China levantara su límite de un hijo en 2015, no hubo un aumento notable en el número de nacimientos de segundo hijo ese año" destacan Chan y Xu. De hecho, las tasas de natalidad en el país ya estaban disminuyendo antes de que se estableciera la ley del hijo único, según un informe de la Reserva Federal.

Fertilidad China

"Si la política de control de la natalidad es completamente eliminada, llevará un tiempo para que el impacto se traslade a la población y dependerá principalmente de la disponibilidad de apoyos sociales, de infraestructuras y de servicios", aseguran Chan y Xu.

Incluso en el largo plazo, la demografía quizás no cambie de una manera muy significativa. Credit Suisse estima que el crecimiento de la población no supere ni siquiera el 1%, unos niveles que el país no ha experimentado desde 1990.

Una nueva política podría ser incluso una manera más lenta de abordar la escasez de trabajadores. Credit Suisse estima que llevaría al menos dos décadas hasta que la tendencia de pérdida de población activa pueda ser revertida.

Las tendencias demográficas podrían frenar entre un 0,5% y un 1% el crecimiento anual del PIB durante las tres próximas décadas en países como China, según el análisis del FMI del año pasado.

El Gobierno tendrá que hacer frente a un aumento del coste sanitario y de las pensiones. China gastó alrededor del 8,2% de su PIB en mantener las pensiones públicas en 2016, según los datos de la OCDE, un porcentaje que se prevé que aumente año tras año.

Presionando aún más las arcas públicas, una fuerza de trabajo más pequeña reduciría la base tributaria y los ingresos del gobierno.

"Un considerable viento de cara demográfico es por lo tanto casi inevitable durante los próximos años, lo que agrava la desaceleración del crecimiento económico causada porque el modelo impulsado por la inversión de China se está agotando", concluye Evans-Pritchard. 

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