Este es el chiste más gracioso del mundo, según la ciencia

¿Por qué un chiste te hace reír y otro solo logra que frunces el ceño en señal de desaprobación? ¿Por qué una broma que hace 10 años te encantaba ahora puede ofenderte?

Aunque te sorprenda saberlo, la ciencia lleva tiempo fascinada con el mundo del humor, y ha querido descubrir en múltiples ocasiones si existe una forma de objetivizar aquello que te hace gracia.

Precisamente hace 20 años ocurrió uno de estos primeros intentos: un científico creó una página con 40.000 chistes y pidió a todos los visitantes que votaran una serie de bromas aleatorias.

Fue así cómo encontró empíricamente el chiste más gracioso: fue el mejor votado de los 40.000.

Pero antes de hablar de esta broma, es interesante que primero entiendas por qué un buen chiste funciona, y por qué lo que antes fue una gran broma ahora puede ser una terrible ofensa potencialmente censurable.

Todo cobrará sentido cuando conozcas la Teoría de la Transgresión Benigna.

La Teoría de la Transgresión Benigna o por qué los buenos chistes te hacen gracia

Para que un chiste funcione correctamente, debe seguir con exactitud la llamada Teoría de la Transgresión Benigna. Esta teoría nace de las investigaciones de un lingüista llamado Tom Veatch, y se basa en el hecho de que el humor debe crear sensaciones de seguridad e inseguridad al mismo tiempo.

¿Lioso? Míralo de esta manera. Imagina a 2 de tus mejores amigos peleando de verdad a puñetazo limpio e hiriéndose sin contemplaciones. ¿Te hace gracia? Solo si tienes una mente perturbada. Se trata de una situación 100% insegura.

Ahora bien: imagina a tus 2 amigos de antes diciendo que se van a pelear, levantando los puños muy serios, y, de repente... se lanzan a hacerse cosquillas. ¿A qué hace más gracia? Hay una combinación de peligro (la amenaza) y de seguridad (el peligro se desinfla y se convierte en juego) que permite la entrada del humor.

La teoría de más arriba argumenta que aquello que produce risa en los seres humanos y en algunos primates es en realidad una transgresión benigna en donde la amenaza inicial se convierte en divertimento seguro.

Para convertirse en una buena transgresión benigna, un chiste o una broma debe cumplir 3 cosas:

1. Ser una transgresión insegura de una situación.
2. Darle la vuelta a la situación para que sientas, como audiencia, que es segura.
3. Que ambas percepciones (inseguridad y seguridad) ocurran al mismo tiempo.

Si te cuesta entender ese "darle la vuelta", solo tienes que volver a la pelea de broma entre tus 2 amigos. ¿Por qué te hace gracia? Porque se ha producido una "vuelta", una sorpresa en forma de repentino duelo de cosquillas cuando todo parecía que iba a acabar muy mal.

Ahora imagina que estás en el autobús, un extraño se te planta delante, te pide si te puede hacer cosquillas y empieza a mover las manos hacia ti. No te va a hacer gracia alguna porque no existe ningún componente en dicha situación que te haga sentir seguro. No es humor, es una situación altamente peligrosa para ti.

Piensa ahora en tus monologuistas preferidos. ¿De qué suelen hablar? De temas tabús, de cosas que quizás piensas, pero no dices en voz alta porque alguien se puede enfadar (situación peligrosa). 

A no ser que tengas la piel muy fina, que los hay, te reirás cuando un monologuista se queje de su suegra porque, en lugar de limitarse a criticarla, realizará una observación ingeniosa, sorprendente y normalmente muy real; eso es la "vuelta" que convierte lo peligroso en seguro.

Un chiste puede ofender y por lo tanto no funcionar cuando fracasa en darle la vuelta. Ahora que muchas series de los 80-90 están volviendo gracias a las plataformas por streaming, algunos episodios están siendo censurados o directamente cancelados porque en lugar de hacer risa crean enfado; el contexto ha cambiado y el mensaje que comunican ya no es seguro.

El mejor ejemplo es el episodio Papá, loco de atar de Los Simpson. No lo encontrarás en el listado de la Temporada 3 de la serie en Disney+.

¿El motivo? Michael Jackson puso la voz a Leon Kompowsky, un loco que se hace pasar irónicamente por Michael Jackson. 

Después de la emisión del documental Leaving Neverland en HBO, en donde se investigan los posibles abusos sexuales del cantante hacia 2 hombres cuando estos eran niños, ya no existe "vuelta" en el episodio que convierta la situación peligrosa en segura. Del humor se pasa a la ofensa y de la ofensa a la cancelación del humor fallido.

Finalmente, la Teoría de la Transgresión Benigna también explica por qué no se pueden hacer chistes sobre una tragedia reciente. A nivel social todavía sientes que el peligro es real, así que no te provoca ninguna gracia. 

Te puedes reír de la Inquisición Española cuando salen sus miembros interrumpiendo una velada apacible en pleno sketch de los Monty Python debido a que han pasado siglos desde sus atrocidades, pero habría que tener la mente un poco rara para empezar a hacer chistes sobre crímenes domésticos que acaben de ocurrir en España.

En ese sentido, hay estudios que aseguran que, una vez ocurre una tragedia, deben pasar 17 días antes de que te pueda hacer gracia. Pero una cosa es la teoría y otra cosa bien diferente es la realidad.

Ahora que ya sabes cómo funciona una buena broma, y cómo juega con la seguridad y el peligro simultáneos, entenderás por qué el chiste de más abajo es, estadísticamente, el más divertido del mundo.

El chiste más gracioso del mundo según la ciencia

En el año 2001, el psicólogo Richard Wiseman decidió encontrar el chiste más gracioso del mundo. Para ello, creó una página web llamada LaughLab en donde recopiló 40.000 bromas de todo tipo.

Durante todo un año, más de 1,5 millones de personas de todo el mundo visitaron la página y puntuaron del 0 al 5 una serie de chistes seleccionados aleatoriamente.

Gracias a estas puntuaciones arbitrarias, Wiseman determinó que la broma con mejores puntuaciones empíricamente debía ser la más divertida. Allá va:

Dos cazadores están en el bosque cuando uno de ellos se desmaya.

No parece estar respirando y sus ojos están vidriosos.

El otro hombre agarra el teléfono y llama al servicio de emergencias.

Dice jadeando al operador: "¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?".

El operador con un tono de voz calmado y suave le responde: "Tómelo con calma, puedo ayudar. Primero, vamos a asegurarnos que está muerto".

Se hace un silencio, luego se escucha un disparo.

De regreso al teléfono, el cazador dice: "Y, ¿ahora qué?".

En una entrevista en su momento para The Guardian, el propio Wiseman admitió que no es la broma más divertida, porque subjetivamente es imposible que existe algo así, pero sí que se trata del chiste más apreciado globalmente.

"Muchas bromas obtuvieron notas elevadas de grupos concretos de personas, pero este gusta a todo el mundo".

Además, el estudio recopiló datos muy fascinantes sobre el mundo de los chistes:

• Los chistes más efectivos suelen tener una extensión de 103 letras.
• La gente se ríe más de las bromas a las 6:03 de la tarde.
• Los animales más graciosos son los patos.

Volviendo al chiste de los 2 cazadores, en parte triunfa porque sigue la Teoría de la Transgresión Benigna al pie de la letra. Hay una situación peligrosa (uno de ellos se desmaya, el otro cree que está muerto, llama a emergencias) y de repente hay una vuelta que desinfla la tensión y sorprende (el cazador sano mata de un disparo al que se ha desmayado por un error de comunicación).

Si te ha ofendido o te ha parecido muy violento, no pienses que te pasa algo raro. Como se ha explicado más arriba con el caso de Los Simpson, lo que se considera una transgresión benigna no es eterno: cambia con el tiempo, y cada persona o grupo social tendrá una concepción diferente dependiendo de sus valores, prioridades, cultura y experiencias.

Lo importante es que ya tienes 2 temas para hacerte el interesante en tu próxima quedada: el chiste más gracioso del mundo según la ciencia y la Teoría de la Transgresión Benigna.

Y ahora, si vas a salir a la calle, mejor no cojas el autobús: ese desconocido que quiere hacerte cosquillas te está esperando.