El 'chollo' de Amazon, Apple, Google y Facebook en España podría llegar a su fin

Ricos y tecnológicos

El Congreso sigue trabajando para que grandes compañías tecnológicas como Apple, Amazon y Google tributen por los beneficios que obtienen en España

La Comisión de Hacienda y Función Pública del Congreso de los Diputados ha aprobado este miércoles una proposición no de ley, propuesta por Ciudadanos, por la que se insta al Gobierno a endurecer la fiscalidad a las multinacionales tecnológicas —como Google, Apple, Facebook, Microsoft o Amazon— con el fin de que tributen en el país los beneficios que generan en España y, a la espera de un acuerdo global, tanto a nivel comunitario como con más países, establecer una tributación mínima efectiva.

Una medida que no es nueva, ya se venía especulando sobre esta posibilidad durante los últimos meses. No hace mucho Mariano Rajoy afirmaba que uno de los "retos del futuro" es que las grandes corporaciones paguen "sus impuestos allí donde obtienen sus beneficios, se llamen Amazon o como quieran llamarse". 

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El texto votado pide "un impuesto de compensación al Impuesto sobre Sociedades", una retención final sobre determinados pagos hechos a proveedores no residentes en relación a bienes y servicios ordenados online y un impuesto sobre los ingresos de publicidad u otros servicios prestados por las empresas digitales. La Proposición ha sido aprobada con 21 votos a favor, 15 abstenciones y ninguno en contra tras introducir una enmienda transaccional. 

El portavoz de Ciudadanos en la Comisión de Hacienda, Francisco de la Torre, ha defendido la aplicación la fijación de un impuesto sobre el volumen de negocios de las multinacionales tecnológicas con empresas o consumidores españoles y que se exija por operaciones realizadas por empresas vinculadas a estas compañías en otros Estados. En concreto, la iniciativa recoge que "siempre que se realicen con empresas o consumidores con sede en España", y con una tributación máxima del 25% de los beneficios generados en España.

De la Torre ha remarcado la necesidad de adoptar medidas para frenar el desvío de la tributación por parte de las grandes tecnológicas y conseguir que tributen en España. Para Ciudadanos, resulta “escandaloso” el ejemplo de Apple, que aun teniendo desviada la práctica totalidad de sus beneficios en Irlanda —con un tipo nominal para sociedades del 12,5%—, acabó tributando de media menos del 0,1% de sus beneficios en el continente, llegando a exigir la propia Comisión Europea la recuperación de más de 13.000 millones de euros en conceptos de ayudas ilegales de Estado.

De su lado, el diputado de Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea, Segundo González, ha denunciado que estas multinacionales pagan un 9% menos que antes de la crisis y un 30% menos que en el año 2000 y ha criticado que la respuesta a la regulación sea "una regulación que supone más desregulación y permitir que estas multinacionales pongan en jaque el Estado de bienestar".

Además, ha reprobado que las grandes tecnológicas no pagen prácticamente impuestos mientras que pymes y autónomos abonan de media un 25%, en un contexto en el que España presenta un déficit de ingresos de 8 puntos respecto a la UE, por lo que ha apoyado las medidas para combatir el fraude y la elusión y reformar el Impuesto de Sociedades con el fin de que las grandes empresas "paguen lo que tienen que pagar".

Óscar Galeano (PSOE) también se ha mostrado en la misma linea defendiendo el objetivo "primigenio" de conseguir una redistribución fiscal justa que reduzca la desigualdad y la necesidad de impulsar medidas para evitar que las multinacionales tecnológicas desvíen a otros países con una fiscalidad más favorable las ganancias obtenidas en España, algo que perjudica a los contribuyentes. 

Misma idea, pero diferentes vías

Por el contrario, desde el PP, Ana María Madrazo ha indicado que comparte los objetivos de lucha contra el fraude y los paraísos fiscales, si bien no ve "creíble" que se pretenda acabar con un tema "tan complejo y difícil de solución" con una proposición no de ley.

Por ello, ha defendido la enmienda de los populares que contempla un texto "más razonable y realista" en un contexto de economía globalizada y digitalizada en la que se pide seguir impulsando en los foros internacionales medidas contra la elusión fiscal de las grandes multinacionales, trabajar en el marco de la OCDE por conseguir un acuerdo para gravar los beneficios de estas empresas y establecer la posibilidad de una fiscalidad parra las multinacionales tecnológicas.

En esta línea, ha recordado que el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha remarcado que las grandes empresas deben pagar impuestos "allí donde obtienen los beneficios". "Las grandes tecnológicas están en el punto de mira del Gobierno desde hace tiempo", ha añadido Madrazo, quien cree que el "reto" es que las grandes tecnológicas paguen lo que les corresponde, aunque avisa del "problema" que supone que cuenten con complejos societarios entramados mientras que cada vez se venden más servicios que productos.

Y en Europa qué

En Europa hay países que se han convertido en auténticos paraísos fiscales, como por ejemplo Luxemburgo, Países Bajos e Irlanda. En este último caso, las acusaciones de dumping fiscal resuenan desde hace una década, y es que Dublín atrae a empresas extranjeras con el caramelo de un impuesto de sociedades prácticamente inexistente. 

Mientras unos favorecen este "fraude" otros intentan frenar esta situación. Además de España, Francia también está librando una cruzada al respecto. Hace casi seis años, François Hollande planteó que aplicar en Francia una tasa del 3% sobre los dividendos de aquellas empresas que facturasen más de 1.000 millones de euros anuales. Finalmente, el tributo no logró implementarse porque chocaba con la normativa europea. 

Sin embargo, la idea continúa y Emmanuel Macron ha vuelto a insistir en la creación de un tributo similar al que ya planteó su predecesor. En esta ocasión, Francia cuenta con el apoyo de Italia, España y Alemania, por lo que conseguirá una nueva regulación en el marco europeo. La diferencia, a priori, con la tasa que quiso imponer Hollande es que el nuevo tributo solo afectaría a los cuatro gigantes tecnológicos, aunque no se descarta que en un futuro se pueda extender a otras empresas.

El próximo 21 de marzo la Comisión Europea va a "mover ficha" y desvelará sus planes al respecto para empresas como Google, Instagram o Facebook, por lo que no entiende "las prisas" por introducir la PNL.

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