La ciencia que explica por qué tienes tus mejores ideas en la ducha

En la ducha, paseando al perro o mirando embobado por la ventana, tus mejores ideas aparecen cuando menos lo esperas y con menos frecuencia cuando te esfuerzas por tenerlas.

Cuando se está muy enfocado en algo concreto puede costar verlo. Al poner espacio de por medio y dejar a la mente vagar, a hacer conexiones con el mundo exterior, el pasado y otros temas... termina dando como resultado la solución a lo que andabas buscando.

Después de un proceso largo de concentración, es los periodos de recuperación en los que desconectamos "lograremos avances creativosrelacionados con nuestro trabajo", asegura al respecto el psicólogo organizacional Benjamin P. Hardy.

La ciencia lleva décadas tratando de descifrarpor qué estos brillantes pensamientos ocurren durante actividades más pasivas y qué sucede en esos momentos en el cerebro.

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Investigaciones publicadas en la última década indican que la clave está en lo que se llama la red de modo predeterminado (DMN), un patrón de actividad cerebral que ocurre mientras una persona descansa o realiza tareas habituales que no requieren mucha atención, tal y como recoge un reportaje en National Geographic. 

Cuando no estás trabajando activamente en un problema el cerebro reorganiza los pensamientos "y algo hace clic"

La DMN podría definirse como "el estado al que regresa el cerebro cuando no está involucrado activamente", explica a la publicación, Roger Beaty, neurocientífico cognitivo y director del Laboratorio de Neurociencia Cognitiva de la Creatividad en la Universidad Estatal de Pensilvania (EEUU).

Los investigadores han demostrado que la red de modo predeterminado, que conecta más de una docena de regiones del cerebro, se vuelve más activa durante las tareas pasivas o de divagación mental que cuando estás haciendo algo que exige concentración.

Descrita por el neurólogo Marcus Raichle, de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington (EEUU), se cree que se activa "cuando las personas se enfocan en sus procesos internos de estado mental", como el procesamiento autorreferencial, la memoria autobiográfica, o imaginando el futuro. Se desactiva en cambio al ejecutar tareas cognitivas que mantienen tu pensamiento analítico y lógico.

Dicha red también está “involucrada en las primeras etapas de la generación de ideas, basándose en experiencias pasadas y conocimientos sobre el mundo”, explica Beaty.

“Cuando no estás trabajando activamente en un problema el cerebro sigue girando y puedes reestructurar los elementos del problema, las piezas se reorganizan y algo hace clic”. El DMN, resume, “te ayuda a combinar información de diferentes maneras y simular posibilidades”.

Beneficios de dejar que tu mente divague o cómo potenciar tu creatividad sin esfuerzo

Hay divagaciones mentales en las que tratas de ejercer cierto nivel de control o dirección de tu pensamiento y está el divagar espontáneo de la mente, que ocurre en el cerebro sin que lo dirijas. Este último es el que permite combinar información de formas novedosas. 

“Cuando tu mente se aleja de una situación hacia un ensueño interno, ahí es donde puedes tener ideas creativas”, señala en el reportaje Jonathan Schooler, científico psicólogo de la Universidad de California. “En este estado placentero, estás permitiendo que los pensamientos crucen tu mente de manera ociosa”

Esto a menudo se conoce como "el efecto de incubación", que ocurre cuando pasas un tiempo alejado de un problema o desafío en particular y tu mente tiene la oportunidad de divagar y generar ideas novedosas a través de procesos asociativos inconscientes. Por ello ese habitual momento "eureka" que se da cuando estás duchándote, paseando o cuidando el jardín.

Ponerla en práctica resulta por tanto una herramienta poderosa de potenciar la creatividad, como subraya un metaestudio de 2017. Los investigadores descubrieron que "soñar despierto" o evocar pensamientos relacionados de alguna manera con desafíos a enfrentar, podía ser particularmente efectivo para ayudarlos a resolver esos problemas.

Por lo que la próxima vez que te veas atascado o luchando durante horas por un chispazo de inspiración mejor toma una pausa. Alejarte del móvil, y no hacer nada o centrarte en una tarea repetitiva y sencilla que de un respiro a tu mente que le permita divagar, seguro hace aparecer ese pensamiento imaginativo, profundo y rompedor que buscabas.