De Madrid al Ártico: la joven española de 26 años que recorrerá Groenlandia con un trineo movido solo por viento para estudiar el cambio climático

Lucía Hortal Sánchez, la científica española que viajará al Ártico en un trineo eólico.
Lucía Hortal Sánchez, la científica española que viajará al Ártico en un trineo eólico.

Lucía Hortal

"La ciencia no se hace sola. Tenemos que hacerla". Es el lema que ha seguido Lucía Hortal, una joven química y divulgadora madrileña, durante su campaña de crowdfunding, que comenzó en julio del año pasado y que le va a llevar en mayo a Groenlandia, donde pasará al menos 3 semanas estudiando los efectos del cambio climático.

¿La novedad? No recorrerá los parajes gélidos del Ártico en un vehículo a motor ni tampoco empujado por perros. En su lugar, utilizará un trineo eólico movido únicamente por la fuerza de los vientos del polo y, por tanto, con cero emisiones.

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Lucía Hortal Sánchez (Madrid, 26 años) estudió Química en la Universidad Autónoma de Madrid, y luego cursó un máster en Química orgánica. Actualmente trabaja como investigadora en Alemania, donde es ayudante de investigación en el departamento de Ciencias Planetarias de la Universidad Libre de Berlín. Algo que compatibiliza con su labor de divulgadora en un canal de YouTube llamado Orbytal.

El próximo mes de mayo, la científica cambiará la comodidad del laboratorio por los llanos helados de Groenlandia, como parte de una expedición bautizada como SOS Arctic 2022, enfocada en la investigación científica y la divulgación sobre los efectos del cambio climático en entornos polares.

La iniciativa ha sido financiada por la empresa tecnológica GMV, el ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), el canal de divulgación MiDietaCojea y una serie de donaciones de particulares, y es la primera que está alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.

Hortal es la única científica y viaja acompañada por varios expertos experimentados: alpinistas, una comunicadora y también un cámara, que contrastan con ella, completamente novata en ambientes extremos. "Digamos que soy el huevito", ha bromeado en una entrevista con Business Insider España.

El trineo eólico: un vehículo propulsado únicamente por una cometa

Trineo eólico de Ramón Larramendi

Acciona

El trineo eólico en el que se desplazará las 6 personas que compondrán la expedición es un vehículo creado por Ramón Larramendi, experto internacional en temas polares, que también estará presente. 

Diseñado originalmente en 1999, se ha usado ya en diferentes campañas, algunas de ellas en en los polos. Está compuesto por una serie de plataformas variable unidas entre sí, con 13 metros de largo y 3 de ancho aproximadamente.

El aparato se impulsa por una tela similar a la de un parapente de grandes dimensiones, a la que va unido y que va varios metros por delante de la estructura del trineo, donde irán Hortal y el resto de la miembros de la expedición.

Cometa del trineo eólico de Ramón Larramendi

Lucía Hortal

Se trata de un vehículo que la propia científica define como "único en el mundo". "Normalmente, en las expediciones científicas se llevan convoys que funcionan a gasolina o gasoil", ha asegurado, mientras que los trineos tirados por perros dependen de si los animales están cansados o no.

Además del trineo, la energía necesaria para la expedición será producida por placas solares que producirán la electricidad de una manera sostenible.

No obstante, también tiene sus particularidades. La expedición, que empezará el 5 de mayo, cuando los miembros tomarán un helicóptero hasta un glaciar de Groenlandia, durará entre 3 y 4 semanas en recorrer 1.000 kilómetros. El intervalo variable se debe a que depende de las condiciones climatológicas que se den.

2 investigaciones: sobre el cambio climático y sobre la vida fuera del planeta

En el trineo eólico diseñado por Larramendi será el "laboratorio portátil" donde irá todo el material necesario para la elaboración de 2 investigaciones científicas diferentes, en ambos casos lideradas por Hortal, y que requerirán la toma de hielo ártico y de aire de esas zonas en diferentes cotas.

La primera de ellas, para la Universidad Autónoma de Madrid, analizará cómo las bacterias y otros microorganismos se distribuyen por el aire y dónde colonizan.

"Esto es interesante en el contexto actual de cambio climático, en el que los polos se están derritiendo y posibles microorganismos que hubiesen estado atrapados en el hielo podrían interactuar ahora con el resto de la biosfera", según la química madrileña.

La segunda procede del Centro de Astrobiología de Madrid, y analizará un ambiente tan extremo y recóndito como el Ártico para determinar la posibilidad de la vida en otros lugares del Sistema Solar. 

"Se va a centrar en desarrollar un aparato que nos podría servir para encontrar vida en otros planetas", ha explicado Hortal. El hielo de los glaciares de Groenlandia se usará como análogo del permafrost de Marte o de las lunas heladas Encelado y Europa.

Aunque bromee con ser primeriza o el "huevito" de la expedición, esta joven madrileña se aventurará en solo unos días en este gélido e intrépido proyecto para determinar 2 cuestiones tan importantes como el cambio climático y la vida extraterrestre. Y no: la ciencia no se hará sola. La hará ella.

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