El científico que ayudó a Moderna a convertirse en una potencia en vacunas anticipa por qué el futuro de la compañía pasa por la edición genética

Un científico de Moderna trabaja en un centro de I+D de la empresa en Norwood (Massachusetts, Estados Unidos).
Un científico de Moderna trabaja en un centro de I+D de la empresa en Norwood (Massachusetts, Estados Unidos).

Franco Sacchi / Business Insider

  • Eric Huang, el científico que convenció a Moderna para que fabricara vacunas, dirige ahora la empresa biotecnológica hacia la edición de genes.
  • Huang es el director científico de Moderna Genomics, una nueva división dentro de la empresa estadounidense, que ya tiene una valoración en bolsa cercana a los 80.000 millones de euros.
  • Huang tiene la intención de llegar a acuerdos con biotecnologías más pequeñas, al tiempo que refuerza la investigación interna de Moderna.
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El científico que orientó a Moderna hacia las vacunas ha ideado el próximo gran movimiento de la empresa de biotecnología, que ya cuenta con una capitalización bursátil de 91.000 millones de dólares, unos 80.000 millones de euros al cambio actual. 

Eric Huang, director científico de Moderna Genomics.
Eric Huang, director científico de Moderna Genomics.

Moderna

Eric Huang quiere convertir a Moderna en líder de la edición genética, creando eventualmente tratamientos puntuales que puedan curar ciertas enfermedades cambiando nuestro código genético. Es el director científico de Moderna Genomics, una nueva división dentro de la compañía lanzada en febrero.

Su ambición en materia de edición genética, descrita por primera vez públicamente en agosto en una conferencia con inversores, situaría a Moderna en uno de los espacios más emocionantes —y ferozmente competitivos— de la biotecnología. Huang, observando la actual hornada de empresas de edición genética, se muestra confiado en que Moderna tendrá cabida en este sector.

"¿Podemos hacerlo mejor? Creo que sí", afirma.

El ejecutivo, de 50 años, ha explicado a Business Insider su estrategia para convertir a Moderna en una potencia de la edición genética de aquí a 2030.

Ante un problema importante, Huang hizo pivotar a Moderna hacia las vacunas

Huang entró en la biotecnológica en 2012 como director sénior de desarrollo de negocio y estrategia. En la primavera de 2013, se le encomendó la tarea de abordar uno de los mayores problemas científicos de la empresa.

El enfoque de Moderna se centra en la fabricación de fármacos con ARN mensajero, el material genético que da instrucciones a las células para fabricar proteínas. Pero los científicos de la empresa estaban atascados, como describió el periodista Gregory Zuckerman en su libro A Shot to Save the World

Las proteínas fabricadas por el ARNm de Moderna se desvanecían rápidamente, y los humanos generaban una fuerte respuesta inmunitaria a sus fármacos experimentales. Eso suponía un gran reto para la administración repetida de un fármaco.

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Para entonces, Huang dirigía la incubadora interna de Moderna, New Venture Labs. Vio una oportunidad en este problema. Guiado por sus estudios anteriores, que incluían la obtención de un doctorado en parasitología y la investigación de vacunas contra la malaria en la Universidad de Nueva York, Huang sugirió a su jefe, el presidente Stephen Hoge, que la empresa debería fabricar vacunas en lugar de fármacos, escribe Zuckerman. 

Una fuerte respuesta inmunitaria, razonó, era un gran atributo para una vacuna. 

Las pruebas realizadas en ratones y monos arrojaron resultados impresionantes, lo que convenció al resto de los dirigentes de Moderna, incluido su director general, Stéphane Bancel. La biotecnológica anunció su giro hacia las vacunas en enero de 2014. 

Años más tarde, la rápida respuesta de Moderna a la pandemia dio lugar a su primer producto comercial —su vacuna COVID-19, Spikevax— y le llevó a una valoración de 91.000 millones de dólares en bolsa.

La edición genética se dispara en 2021, y Moderna se lanza a por ella

Aunque la vacuna COVID-19 puede ser una máquina de hacer dinero histórica, que le ha reportado a la empresa más de 10.000 millones de dólares en ingresos en lo que va de 2021, durante meses Huang y Hoge ya han estado meditando cuál es el siguiente paso para la empresa. Los dos han discutido sobre el modo en que Moderna podría transformarse de nuevo en la próxima década, según Huang.

Moderna se está ramificando en nuevas áreas de tratamiento, como las vacunas contra una serie de virus y la terapéutica del cáncer, pero la edición de genes es una nueva frontera en el futuro pospandémico de Moderna.

El campo de la edición genética se vio impulsado en 2012 por el descubrimiento del CRISPR, que se encuentra en los sistemas inmunitarios de las bacterias, y que fue galardonado con el Premio Nobel. En 2021, varias biotecnologías alcanzaron valoraciones multimillonarias en la bolsa de valores y varios tratamientos basados en CRISPR han comenzado a estudiarse en humanos.

Huang vio de primera mano lo rápido que avanzaba la edición genética. En agosto de 2020, se unió al consejo asesor científico de Metagenomi, una startup que se lanzó en 2018. Huang asegura que se quedó atónito ante los datos que estaba generando y su descubrimiento de nuevos componentes que hacían que la herramienta de edición genética CRISPR fuera aún más potente y útil.

El plan de Huang combina la investigación interna con acuerdos de licencias externas para convertirse en líder del sector

Huang se puso manos a la obra para planificar cómo Moderna podría convertirse en un líder de la edición genética por derecho propio para 2030. Pero también quería mostrar avances y tomar impulso antes, explica, por lo que llegó a la conclusión de que el mejor enfoque era llegar a acuerdos sobre licencias con otras biotecnológicas.

"Moderna empezó sin tener nada en materia de edición genética, así que sabíamos que teníamos que ponernos al día", explica Huang.

En febrero, inició conversaciones sobre una posible colaboración entre Metagenomi y Moderna. El acuerdo se anunció a principios de este mes. Las empresas no han revelado muchos detalles sobre la colaboración, como qué enfermedades pretenden abordar o cuánto dinero ha puesto Moderna. Huang afirma que es probable que se produzcan más acuerdos. Añade que pronto dejará de formar parte del consejo científico de Metagenomi, ya que Moderna trabaja ahora con la startup.

El éxito del ARNm trae una nueva generación de medicamentos: desde la lucha contra el cáncer hasta la terapia génica

"Nuestro objetivo, dentro de 10 años, es que nos conozcan", asegura. "Que cuando pienses en la edición genética in vivo, pienses: 'Oh, Moderna'".

Huang afirma que Moderna se centrará en las enfermedades del hígado para empezar, pero que la empresa también está investigando cómo administrar medicamentos de edición genética en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, Moderna está investigando cómo llegar a las células madre, lo que le permitiría tratar trastornos sanguíneos como la anemia de células falciformes y la betatalasemia directamente en el cuerpo si tuviera éxito.  

El equipo de genética de Huang cuenta con 17 empleados, explica, pero está contratando agresivamente. Afirma que quiere contratar al menos a 40 personas el año que viene, y que ya había una serie de puestos de trabajo vacantes, entre ellos el de científico senior y el de jefe de descubrimientos tecnológicos.

"Moderna", asegura Huang, "no se mueve lentamente".

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