Los científicos pensaban que la edad máxima a la que podían vivir los humanos era 115 años, pero ahora dudan de esta teoría

Jeanne Calment, la mujer francesa que tiene el récord de longevidad, murió en 1997 con 122 años. 

Muy pocas personas llegan a ser supercentenarias, es decir, a partir de los 110 años o más. Todavía menos traspasan la barrera de los 115.

Apenas hay personas que hayan superado esa edad. Según un grupo de investigadores, la vida alcanza en torno a los 115 años, como publican en un estudio en la revista Nature.

Sin embargo, ahora hay científicos que cuestionan los resultados de ese análisis, también en la misma publicación. 

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Los autores del último estudio, los que rebaten a los primeros, sostienen que las estadísticas de las conclusiones originales no eran completas o bien no se interpretaron adecuadamente. Por ello, defiende 2 teorías: la edad máxima ronda los 125 o no hay datos suficientes para saber si la vida humana tiene un límite.

"Los datos disponibles son limitados, ya que no hay tantos supercentenarios",dice Maarten Pieter Rozing a The Scientist, profesor en la Universidad de Copenhague y coautor del último estudio. "No hay argumentos firmes para afirmar que hay un descenso [dice en alusión a la tasa de longevidad]".

¿Por qué algunos piensan que la vida acaba a los 115?

La esperanza de vida ha crecido desde los últimos 150 años aproximadamente. Los responsables del primer estudio, Xiao Dong, Brandon Milholland y Jan Vijg, apuntan que la comparación entre la esperanza de vida de los supercentenarios y su edad de fallecimiento puede revelar la edad natural máxima humana.

Los científicos que han analizado los datos de las edades máximas de fallecimiento se basan en 2 conjuntos de supercentenarios de EEUU, Reino Unido, Japón y Francia. El primer grupo cubrió las muertes entre 1968 y 1994 —un periodo en el que la edad máxima iba en aumento—. Sin embargo, entre 1995 y 2006, ese límite parecía aplanarse e incluso tender ligeramente a la baja (aunque hay excepciones, como la mujer francesa).

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En ambos casos, sin embargo, la esperanza de vida subió. Entonces, los autores del estudio concluyeron que como la edad máxima no subía junto a la esperanza de vida, se había alcanzado el límite humano.

Incluso si se encontraba la cura para enfermedades como el cáncer o el alzhéimer, los investigadores sostenían que los humanos no pasarían los 115 años. Y la probabilidad de que superaran los 125 era de menos de 1 entre 10.000.

¿Límite o ilusión? 

Los responsables del segundo análisis consideran que, como hay tan pocos supercentenarios, el número de muertes en ese grupo de edad, entre 1995 y 2006, es muy bajo para extraer conclusiones firmes. Falta gente tan longeva como para determinar la edad máxima.

A medida que la gente vive más, es probable que los límites vayan ampliándose, según los mismos autores. Es solo cuestión de tiempo.

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"La idea de marcar un límite a la longevidad humana no se sostiene con los descubrimientos biológicos de la edad", afirmaron Rozing y su equipo. "El continuo aumento de la esperanza de vida que ha tenido lugar en las últimas décadas no se había visto nunca antes. Esto da indicios de que hay se puede estirar aún más la edad que se creía".

El aumento de la esperanza de vida actual hubiera sido inimaginable en otras épocas históricas. Quienes vivieron hace 200 años, por ejemplo, hubieran pensado que era una locura rozar los 80.

Rozing ha dicho a The Scientist que hay una forma sencilla de descubrir qué hipótesis es la correcta sobre la longevidad máxima.

"Podemos simplemente esperar y comprobar quién tenía razón", afirma.