Los científicos han creado nanorrobots capaces de reducir el tamaño de los tumores

| Traducido por: 
Pablo Mayo
Coágulo.
  • Los científicos acaban de descubrir cómo reducir tumores usando robots hechos con hebras de ADN.
  • Esta nueva técnica ha sido probada en ratones y cerdos con cáncer de pecho, piel, ovario y pulmón.
  • Es todo un triunfo porque los robots pueden encontrar y atacar a las células cancerígenas, privándolas de riego sanguíneo, sin dañar al resto del organismo.

Atención, células cancerígenas: aquí llega un minirrobot armado con fármacos para reducir los tumores.

Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Arizona y la Academia China de las Ciencias acaba de descubrir cómo construir un pequeño agente anticancerígeno a base de ADN doblado como un resorte. Este robot puede viajar a través del torrente sanguíneo a la caza de tumores sin causar daño alguno a las células sanas en su empeño.

El trabajo del equipo fue divulgado el lunes en la publicación especializada Nature tras cinco años en desarrollo. Durante ese tiempo los químicos moleculares han construido una suerte de robot basado en ADN que se dobla como el origami y que traslada enzimas coagulantes en su interior mientras que por fuera está recubierto de pedazos de ADN que cazan células cancerígenas.

El nanorrobot cilíndrico se introduce en el cuerpo de un ratón o cerdo por inyección intravenosa. Cuando llega a la zona en que se encuentra el tumor, ataca inmediatamente abriendo su caparazón para soltar una potente enzima llamada trombina. Luego la trombina produce un coágulo y ahoga el tumor.

El proceso, que tiene lugar a una escala menor que una milésima parte del tamaño de un cabello humano, comienza de la siguiente manera:

Como se puede ver en la anterior animación de la Universidad Estatal de Arizona, se requieren tan solo de dos a cuatro de esas moléculas invisibles de trombina comprimidas en un tubo hueco de ADN para crear el nanorrobot. Los coágulos que producen cortan el suministro de sangre al tumor y provocan daños visibles en el tejido en 24 horas.

Ese bloqueo con el tiempo puede “conducir a la muerte del tejido y la reducción del tumor”, según señaló Baoquan Ding, uno de los coautores del estudio, en un comunicado.

En este vídeo puedes ver cómo la trombina cierra por completo la pared de un vaso sanguíneo para ahogar el tumor que se encuentra al otro lado:

Los investigadores han probado esta técnica en decenas de ratones y en al menos nueve minicerdos, a los que en algunos casos se les había inoculado cáncer de pecho, pulmón, piel y de ovario. El tiempo medio de supervivencia de los ratones se duplicó. Y en al menos tres de los casos de cáncer de piel en ratones, el tratamiento provocó que el tumor retrocediera por completo.

“Esta tecnología es una estrategia que se puede usar contra muchos tipos de cáncer, ya que todos los vasos sanguíneos que alimentan el tumor son básicamente iguales”, señaló el experto en ‘origami genético’ Hao Yan, uno de los autores del estudio, en un comunicado.

Pero todavía queda un obstáculo por superar para esta nanotecnología: los científicos aún no la han probado en humanos.

El origami ha ayudado a la ciencia y la tecnología de formas innumerables: ha sentado las bases para desarrollar nuestros airbags, ha ayudado a la NASA a enviar paneles solares al espacio y ha servido para elaborar un prototipo de stent coronario plegable de acero inoxidable, por nombrar unas pocas contribuciones. Pero este arte ancestral aún no está preparado para repartir medicinas por el organismo.

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