La nueva variante de coronavirus, ómicron, hace saltar las alarmas entre los científicos: aún hay más dudas que respuestas sobre su potencial amenaza

Un trabajador sanitario realiza una prueba de COVID-19 en un aeropuerto de Johannesburgo (Sudáfrica) el 26 de noviembre.
Un trabajador sanitario realiza una prueba de COVID-19 en un aeropuerto de Johannesburgo (Sudáfrica) el 26 de noviembre.
  • La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó el viernes la nueva variante del coronavirus, ómicron, como "preocupante".
  • Hay indicios de que es más transmisible o peligrosa que otras cepas.
  • Los científicos están investigando hasta qué punto puede ómicron representar una amenaza para la salud a escala global.
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La nueva variante de coronavirus detectada por primera vez en Sudáfrica se ha extendido ya a otros países, como Israel y Bélgica, lo que ha provocado una oleada de restricciones a los viajes en Europa, Asia y Norteamérica.

La nueva variante, denominada ómicron, presenta un número preocupante de mutaciones que podrían hacerla más transmisible o más propensa a causar enfermedades graves que la variante delta, según los expertos en salud pública.

El viernes, la Organización Mundial de la Salud calificó a ómicron de "variante preocupante", una designación que se da a variantes como la delta y que requiere el escrutinio de las autoridades de salud pública. Las pruebas preliminares sugieren que ómicron puede aumentar el riesgo de reinfección en relación con otras variantes preocupantes, según la OMS.

Pero los científicos apenas han empezado a analizar la amenaza que puede suponer ómicron: se han notificado menos de 100 secuencias del genoma de esta variante en todo el mundo, en comparación con los más de 2,8 millones de secuencias de la delta.

"Todavía no sabemos mucho sobre esta variante", aseguraba Maria van Kerkhove, directora técnica de la OMS sobre COVID-19, en una reunión informativa celebrada el jueves. "Lo que sí sabemos es que esta variante tiene un gran número de mutaciones y la preocupación es que, cuando tienes tantas mutaciones, esto puede tener un impacto en cómo se comporta el virus".

Investigadores secuencian muestras de coronavirus en el laboratorio de microbiología del Hospital Universitario de Badajoz en España el pasado 15 de abril.
Investigadores secuencian muestras de coronavirus en el laboratorio de microbiología del Hospital Universitario de Badajoz en España el pasado 15 de abril.

Y añadía: "Tardaremos unas semanas en entender qué impacto tiene esta variante".

Muchos científicos esperan obtener respuestas antes, asegura a Business Insider Katelyn Jetelina, epidemióloga de la Escuela de Salud Pública de la UTHealth. La variante podría pasar desapercibida en algunas partes del mundo, señala.

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"No me sorprendería que ya hubiera llegado a Estados Unidos", dice Jetelina. "Ya hemos visto que se ha estado transmitiendo en Turquía, Egipto, Bélgica e Israel".

Ómicron contiene varias mutaciones nuevas y desconocidas

Los investigadores sudafricanos identificaron el primer caso de ómicron el 9 de noviembre y el miércoles comunicaron el hallazgo a la OMS. Los científicos tienen la esperanza de haber detectado la variante a tiempo, ya que la mayoría de los casos conocidos siguen concentrándose en el sur de África.

"Sudáfrica tiene uno de los mejores sistemas de vigilancia genómica del mundo, por lo que sabemos que realmente están evaluando constantemente este virus", comenta Jetelina. "Que hayan detectado sólo 100 casos hasta ahora en Sudáfrica nos da realmente esperanzas de que se trate de las primeras fases de propagación".

Aún así, varios marcadores sugieren que Omicron es altamente transmisible en relación con otras variantes de coronavirus. Por un lado, los casos de coronavirus en Sudáfrica han aumentado considerablemente en las últimas semanas: la media de casos diarios se ha multiplicado por 13 desde que se descubrió la variante el 9 de noviembre, pasando de unos 275 a 3.700 casos diarios, según datos de la Universidad Johns Hopkins (EEUU).

Una enfermera de Médicos Sin Fronteras realiza una prueba de COVID-19 a un trabajador sanitario en Johannesburgo el 13 de mayo de 2020.
Una enfermera de Médicos Sin Fronteras realiza una prueba de COVID-19 a un trabajador sanitario en Johannesburgo el 13 de mayo de 2020.

Ómicron también contiene varias mutaciones preocupantes encontradas en otras variantes de interés —incluyendo delta y alpha— que podrían ayudar a su propagación, hacer que las vacunas sean menos efectivas o conducir a una enfermedad más grave.

La nueva variante también contiene algunas mutaciones desconocidas.

"Hay una serie de mutaciones sobre las que no tenemos ninguna información", asegura Jetelina. "No habían visto en variantes anteriores que fueran un motivo de preocupación. Así que, creo que una de las primeras preguntas es: ¿Qué son? ¿Debemos preocuparnos por ellas o no?".

Hasta ahora, los científicos han identificado 32 mutaciones en la proteína de espiga de la variante, las protuberancias en forma de corona que sobresalen en la superficie del virus y que le ayudan a invadir nuestras células. Otras variantes preocupantes tienen menos mutaciones en la espiga.

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"La proteína de la espiga es básicamente la llave de entrada a nuestras células para infectarnos así que, una vez que esa proteína cambia para bien o para mal, tenemos que prestarle mucha atención", subraya Jetelina. "Eso es probablemente lo que está creando este aumento de casos que estamos viendo en Sudáfrica ahora mismo".

Los expertos en salud pública dicen que aún no hay necesidad de entrar en pánico 

Un mayor número de mutaciones no hace necesariamente que una variante sea más mortífera o transmisible ni sugiere por sí sola que ómicron vaya a suponer un mayor reto para las vacunas que otras variantes preocupantes.

"Todavía no sabemos si esta nueva variante está superando a la delta", asegura Jetelina. "Tampoco sabemos aún si evadirá nuestras vacunas".

Mike Ryan, director de emergencias sanitarias de la OMS, durante una rueda de prensa en la sede de la OMS en Ginebra el 11 de marzo de 2020.
Mike Ryan, director de emergencias sanitarias de la OMS, durante una rueda de prensa en la sede de la OMS en Ginebra el 11 de marzo de 2020.

Los científicos todavía están esperando que los estudios determinen la eficacia de los anticuerpos contra el coronavirus —ya sea por infección natural o por vacunas— para combatir a ómicron. 

También están observando atentamente la rapidez con la que la variante se extiende por el mundo, especialmente en los países con mayores tasas de vacunación (Sudáfrica solo ha vacunado al 24% de su población, en comparación con el 79% de España).

"Tenemos que aguantar para ver cómo se desarrolla esto y cuál es nuestro siguiente paso", señala Jetelina.

Moderna, BioNTech-Pfizer y Johnson & Johnson dijeron el viernes que estaban probando la eficacia de sus vacunas para proteger contra ómicron.

Las personas que se han vacunado por completo y utilizan mascarillas en lugares públicos cerrados no tienen por qué cambiar su comportamiento, añadía Jetelina.

Mike Ryan, responsable del programa de emergencias sanitarias de la OMS, compartió un mensaje similar el jueves.

"Los virus evolucionan y recogemos variaciones. No es el fin del mundo. El cielo no se está cayendo", dijo. "Existe la idea de que sólo estamos esperando la siguiente variante y no quiero que la gente se pase la vida preocupada por eso a todo momento". 

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